Edición Impresa

Opinión

Mejorar lo que se tiene

Todo el rectángulo de juego del Grantfield estuvo ocupado por espectadores y con gran concurrencia de jugadores infantiles del Tricolor y del Bordó.


El pasado sábado el encuentro entre Old Resian y Logaritmo tuvo una particularidad, llamativa por lo visto y vivido en los últimos tiempos: todo el rectángulo de juego del Grantfield estuvo ocupado por espectadores y con gran concurrencia de jugadores infantiles del Tricolor y del Bordó. Es cierto que la fecha era decisiva y que ambos equipos se jugaban su chance de clasificar a la zona Campeonato, pero qué lindo es ver las canchas del Litoral acompañadas de un buen número de asistentes.

Los primeros ídolos que tienen los chicos cuando comienzan a jugar al rugby son los jugadores de la primera del club, se aprenden los nombres, hacen lo imposible por ser aguateros o alcanza pelotas en el partido que juega el primer equipo; son recuerdos imborrables, son momentos únicos que sirven para grabar a fuego el amor por los colores y por el rugby.

La pregunta del sábado fue: ¿es tan difícil organizar las fechas del rugby infantil de tal manera que coincidan con las fechas del Litoral cuando se enfrentan los clubes en primera? Algunos dijeron con dos llamadas se organiza un encuentro; otros en cambio fueron más inflexibles al decir que es complicado el armado de las fechas del rugby infantil.

La programación de las fechas del rugby infantil suelen organizarse antes que el fixture del Litoral, pero siempre hay obstáculos para que no se concreten las coincidencias de los infantiles con los más grandes. Otro tema es la competencia de los juveniles, que se disputa los días domingo y ahí sí es más complicado hacerla coincidir con los más grandes.

Que cada año asisten menos personas a ver a rugby en el Litoral no es una novedad, es por eso que sería momento para empezar a tomar decisiones para que los espectadores comiencen a programar su plan del fin de semana teniendo en cuenta la oferta rugbística y así los partidos tengan una buena concurrencia y no por el hecho de recaudar dinero de la entrada, sino por el hecho de valorizar mucho más el Torneo del Litoral.

Y todo esto con un objetivo superador: que cada día haya más jugadores de rugby y con el doble fin de por un lado que lleguen más jugadores a los primeros equipos y por otro que el rugby sirva para desarrollar personas de bien que puedan vivir con los valores que tiene el mundo ovalado, que lo hace un deporte único.

Comentarios