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desfalco de 80 millones de pesos

Megafraude: hay más imputaciones

Dos hombres fueron acusados formalmente ayer como coautores de la serie de estafas que dejó un tendal de damnificados con cheques sin fondo; el caso tiene a una decena de sospechosos identificados, tres de ellos prófugos.


Mientras Sebastián Alonso, el presunto líder y mentor del megafraude de la empresa fantasma Dimare SRL, continúa prófugo y con pedido de captura internacional, ayer detuvieron a un hombre y una mujer sospechados de formar parte de la banda y otras dos personas fueron imputadas por estafa en calidad de coautores en concurso real, atribuyéndoles 36 hechos. No obstante, el juez rechazó la prisión preventiva y quedaron en libertad con restricciones.

Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron, además, que ya suman 50 las denuncias recibidas en la Fiscalía por parte de damnificados que perdieron a manos de los estafadores unos 80 millones de pesos. Según datos que surgieron durante la audiencia imputativa de ayer, algunas de las víctimas recibieron amenazas, aunque no trascendió cuál fue el tenor y mecánica de las intimidaciones.

Tal como solicitó el fiscal Sebastián Narvaja, de la Unidad de Delitos Económicos, el juez Alejandro Negroni aceptó la imputación sobre Alberto Salvador C., de 59 años, y de Alfredo C., de 43, por el delito de estafa en calidad de coautores y en carácter de delito consumado por 36 hechos de estafa.

El fiscal había pedido la prisión preventiva de los dos hombres pero Negroni decidió no dar lugar a la solicitud y ordenó la libertad de los imputados, con una fianza de un millón y medio de pesos para cada uno, o bien una propiedad en garantía cuyo valor iguale la suma fijada por el magistrado. Además, Alberto C. y Alfredo C. deberán presentarse semanalmente en la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) y tendrán prohibido acercarse a alguna de las personas o comercios que fueron damnificados por el megafraude.

Al término de la audiencia, Narvaja explicó que en cada uno de los casos la evidencia consistió en documentación y facturación de la mercadería que la firma Dimare adquirió, como también copias de los cheques emitidos sin fondos. También se tomó como prueba que parte de la mercadería fruto de la estafa fue encontrada en los domicilios de los imputados, durante los 22 allanamientos llevados a cabo el miércoles pasado en Rosario, Roldán, Pérez y Acebal.

La vidriera de Facebook

Uno de los imputados fue identificado por cuatro testigos. Además, la Fiscalía obtuvo más datos incriminatorios cuando llegó a la cuenta de Facebook de uno de ellos y encontró que aparecían fotos de él junto con otro de los involucrados, que había sido imputado la semana pasada –luego puesto en libertad–, y que cuando fue interrogado dijo desconocer a Alfredo C. y a Alberto C. “Hoy nos encontramos con que no era así, por lo que ordenamos nuevamente la detención” de este acusado, agregó Narvaja.

En cuanto al grado y forma de participación de los imputados, uno de ellos se presentaba como “Alfredo, contador de la empresa”, y era, según testigos y víctimas, quien llevaba los cheques adulterados y sin fondos con la firma del inexistente “Jonathan Mena”, quien en realidad era el hoy fugitivo Sebastián Alonso, quien rubricaba los valores con nombre ficticio.

De acuerdo con lo que señaló Narvaja, la mayoría de las personas que operaban en la organización haciendo compras, contactando a proveedores y pidiendo presupuesto, lo hacía bajo nombres falsos.

Desde el MPA creen que es muy posible que haya más personas involucradas en la causa Dimare, ya que a una comerciante la estafaron pidiéndole un catering diario de 24 viandas y pagándole con cheques sin fondos.

El tendal que dejó la banda se extiende a medida que pasan los días y aparecen nuevos damnificados, como denuncias de personas que se presentan en la Fiscalía como víctimas, ya que les vendieron cosas robadas y recientemente les fueron decomisadas durante los allanamientos.

De víctima a victimario

Una de las personas que fue imputada ayer había presentado una denuncia hace unos días donde aseguraba que era víctima, y que solamente era poseedora del predio de Quintana al 2400 donde estaba asentada la empresa fantasma Dimare. “Creemos, con la evidencia que tenemos, que esta persona no era un damnificado sino que también formaba parte de la maniobra”, concluyó Narvaja.

La mecánica de los estafadores consistía en adquirir productos como maquinarias, automóviles, electrodomésticos y otros productos y servicios, pagándolos con cheques adulterados y sin fondos que a su vez eran firmados por Mena/Alonso. Los valores pertenecían a una cuenta de la sucursal del banco Santander Río, de Córdoba al 1400. La entidad financiera les dio oportunamente 36 chequeras a los timadores. El caso ya tiene a cinco imputados y otras dos personas a punto de serlo, además de tres prófugos, entre ellos Alonso.

Dos detenidos más

A través de allanamientos realizados ayer, la PDI detuvo a una mujer de 45 años sospechada de formar parte de la banda del megafraude. Los procedimientos fueron en Quiroga al 200 y allí fueron apresados Claudia R. y Marcelo D. En principio, estas personas se habían presentado como víctimas de la estafa, pero luego quedaron detenidas por no poder acreditar la procedencia de mercadería que tenían en su poder. Desde Fiscalía dijeron que en las próximas horas se definirá si la audiencia imputativa es en la propia Fiscalía o en el tribunal (en caso de que la figura aplicada prevea prisión preventiva).

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