Edición Impresa

“Me sostiene la búsqueda de justicia para saber la verdad”

Por Pamela Gaido. A un año del asesinato de su hija Laura y su nieta Mía en el barrio La Lagunita, Cristina reclamó que se investigue a fondo. En la causa que investiga la magistrada a cargo del Juzgado de Instrucción 2ª hay dos imputados como autores.


justicia-dentroCristina L. intenta despertarse de una oscura pesadilla. El 20 de enero de 2013 amaneció con la peor de las noticias que cualquier madre puede recibir: su hija Laura López, de 27 años, y su nieta Mía, de 4, habían sido asesinadas a martillazos dentro de su vivienda en el barrio La Lagunita. Su nieto Román, de 7 años, fue testigo de todo y se salvó al esconderse debajo de su cama. A un año del doble homicidio, a Cristina la sostiene la búsqueda de respuestas que hasta el momento ni la Justicia humana como tampoco la “divina” le han podido dar. Junto con familiares de otras víctimas participa de diferentes manifestaciones con el objetivo de reunir fuerzas y apoyar cada una de las causas.

La mujer de 43 años siempre tuvo una vida difícil, desde que perdió a su mamá a los 5 años y fue criada por una de sus hermanas. Su única hija nació cuando tenía 15 años y se esforzó mucho por educarla en un contexto de extrema humildad. Tras perder dos embarazos quedó infértil y algunos años después casi pierde la vida en un accidente de tránsito que la dejó con múltiples secuelas. Sin embargo, resistió con estoicismo cada uno de sus pesares, hasta que pasó lo impensable a fines de enero del año pasado.

Era domingo a la mañana cuando su hija Laura se preparaba para irse a trabajar. La muchacha fue sorprendida en el baño de su casa por un joven que vivía en la misma manzana. El intruso la atacó mientras los chicos dormían. Como resultado de la violenta agresión, tanto Laura como Mía fueron asesinadas. Según los pesquisas, la víctima presentaba heridas punzocortantes en distintas partes del cuerpo, al igual que la niña, quien además había sido golpeada con un martillo, ya que tenía hundimiento del cráneo.

Román presenció todo y en estado de shock se escondió debajo de su cama, donde fue encontrado por la niñera minutos después de la masacre. Apenas la mujer ingresó a la vivienda presintió que algo malo había sucedido y se fue a la casa de al lado para buscar a Cristina, quien fue la que descubrió el desenlace de la escena sangrienta.

Horas después del doble crimen, fue detenido Jonathan Ezequiel O., de 20 años, gracias al testimonio de vecinos, quienes declararon que lo habían visto escaparse de la casa de Laura por la mañana temprano. En apariencia, el móvil fue un intento de robo, ya que tras el ataque se llevaron de la casa un reproductor de DVD y una Playstation. Al parecer, el muchacho ingresó a la vivienda buscando un dinero que nunca existió.

Dudas sobre el móvil

Pasó un año de aquella mañana de horror, pero para Cristina la noción del tiempo dejó de importar. La mujer sigue sin entender lo que pasó, necesita ir más allá, buscar explicaciones y que se profundice la investigación –llevada a cabo por el Juzgado de Instrucción 2ª–, ya que la teoría del robo no la convence.

Al momento del crimen, tanto la vivienda de Laura como la de su madre estaban en venta, y una posibilidad es que el atacante haya ingresado a la casa de la víctima en busca del dinero de la hipotética transacción. Además, en el barrio se rumoreaba que Cristina había cobrado la indemnización por su accidente, la cual podría haber estado guardada en lo de Laura. “A mí lo del robo no me cierra ni me va a cerrar. No puede justificarse tanto ensañamiento”, contó la mujer mientras explicó que no está al tanto del estado último de la causa, ya que permaneció internada. En los últimos dos meses, la mamá tuvo que buscar ayuda para poder llevar adelante su duelo, el cual se acentuó con la muerte de su padre en septiembre del año pasado. “No pudo soportar la pena”, reflexionó Cristina mientras aseguró que el asesino de su hija y su nieta destruyó a toda su familia.

Otra de las teorías que baraja Cristina se relaciona con una posible pelea por celos. Laura estaba de novia con un policía, cuya ex esposa la había amenazado en numerosas oportunidades, incluso llegó a escupirla. De hecho, el día previo al asesinato, la mujer pasó por la puerta de la casa, vio a Laura con su novio, y se quedó en la esquina. Según la mamá de la víctima, hubo vecinos que la vieron hablando con Jonathan y con Muqueño, el segundo de los sospechosos. “Desconozco si la Justicia citó a declarar a esta mujer, pero las denuncias están asentadas, incluso está todo en la cuenta de Facebook de Laura”, detalló Cristina. “A lo mejor le quiso dar un susto y lo contrató a Jonathan, que como estaba siempre drogado, se le fue la mano”, dedujo la mamá de Laura.

Cristina parece encontrar un mínimo consuelo en la teoría de un posible castigo divino. “Sigo sosteniendo que pudo haber sido una maldición. A veces pienso en acudir a algún lugar en donde alguien pueda descifrar todo esto. Nosotros somos cinco hermanos y ninguno pudo ser feliz. Cargamos eso de generación en generación, el sufrir y sufrir. Pero más bien les toca a las mujeres de mi familia. Y Mía era la quinta generación”, sostuvo la mujer.

Un año sin Laura y Mía

En vísperas del primer aniversario del doble homicidio de La Lagunita, la búsqueda de respuestas y el pedido de justicia se han convertido en la columna vertebral de Cristina. Y tuvo la suerte de encontrar apoyo y eco en las voces de familiares de otras víctimas. El viernes de la semana pasada participó de una marcha para recordar a 19 jóvenes asesinados. El objetivo de las familias y amigos era aunar fuerzas y lograr visibilidad para que las causas no queden en la nada. Y el lunes pasado, al cumplirse un año del doble homicidio, se manifestó frente a Tribunales, apoyada por allegados a otras cuatro víctimas de crímenes violentos.

“Nos hicimos presente para que se sepa que estamos siempre recordando, para que no quede la causa archivada, que se siga investigando. Simplemente quiero que se aclaren los huecos oscuros que hay para que no quede la causa simplificada porque quizás están los implicados adentro pero los autores intelectuales están afuera. Quiero que los imputados hablen y digan por qué lo hicieron, si hubo algún autor intelectual, si fue preparado con anterioridad”, enumeró la mujer.

Comentarios

10