Los vecinos le dicen Chino. Vive en la esquina de Alvear al 3700, justo en la intersección con la cortada Facundo Quiroga, donde funciona un quisco que atiende su mujer. Los vecinos dicen que es un ex policía de la seccional 15ª muy conflictivo, que sin mediar palabra le “pega” a los pibes más chicos cuando juegan a la pelota o amenaza con un arma a los más grandes si se juntan en esa esquina de barrio Matheu. La tarde del domingo pasó lo peor.
Mientras un grupo de jóvenes escuchaba el partido en la vereda, Juan Inocente M., de 60 años, salió con una 45 en mano y gatilló tres veces. Un disparo le rozó la oreja a un chico de 21 años, otro le atravesó el brazo a una empleada doméstica de 26 y el tercero le destrozó el tobillo a un remisero de 44 años, quien permanece internado. Luego de la escalofriante escena, el hombre recogió las vainas del lugar y con un cuchillo se autoinflingió cortes en el brazo, escena que fue grabada por varios celulares, según relataron vecinos a El Ciudadano.
Falso robo
Cuando llegó la Policía, el hombre declaró que se había defendido de dos ladrones que ingresaron a su casa tras forzar la puerta de entrada y que disparó porque uno de ellos tenía un cuchillo, que los uniformados secuestraron.
Esa versión fue la misma que brindaron ayer fuentes oficiales, pese a que en barrio Matheu los vecinos se peleaban para mostrar las imágenes tomadas con celular y relatar que no existió “ninguna situación de robo”. También dijeron que estaba visiblemente alcoholizado y que los uniformados lo vieron entrar a su casa con el arma y las vainas y luego se lo llevaron sólo con el cuchillo.
Policía
Los voceros del caso tampoco confirmaron si el tirador era policía en funciones o retirado, ya que sus vecinos aseguran que tenía licencia psiquiátrica luego de prestar servicio como cabo de cuarto en la seccional 15ª, la misma que tiene jurisdicción en esa zona.
También dijeron que realiza adicionales como custodio en una sodería del barrio.
“Ahora debe estar tomando mates en la 15ª. Tenemos miedo que lo liberen. Está loco y cuando se escabia es un peligro. Le pega a los chicos cuando juegan a la pelota. Se pasea por el barrio con la pistola en la mano. Lo que hizo ayer (por el domingo) podría haber sido un desastre. Estaba lleno de criaturas. Si no quiere ver gente que se vaya a vivir a un country”, dijo una joven indignada.
Eliana tiene 26 años y dos hijos de 5 y 7. Trabaja por hora como empleada doméstica, y también vende ropa y cuida niños. Un plomo le atravesó el brazo, herida que mostraba ante las cámaras mientras relataba indignada que el Chino salió borracho de su casa y los corrió a tiros. “Ahora no sé como voy a trabajar para mantener a mis chicos”, dijo.
Marcelo es el remisero del barrio. Tiene 44 años y dos hijos pequeños. Hasta ayer estaba internado en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde estudiaban reconstruirle el pie izquierdo que le quedó destrozado con un plomo calibre 45. Otro pibe de 21, quien dijo ser hijo de empleados policiales, asegura que el primer disparo fue dirigido a él: “Me apuntó a la cabeza y le dije que si me tiraba sabía lo que le iba a pasar. Igual disparó y la bala me rozó la oreja”. El último herido que dialogó con El Ciudadano tenía todo el rostro y el cuello rasguñado. “Fui a preguntarle a la mujer del loco por qué le había disparado a mis amigos y me sacó a los arañazos”, refirió para agregar que esa señora también es víctima de abusos por parte de su marido, a quien no denuncia “por miedo”.
El hecho es investigado por el fiscal de Flagrancia en turno y la seccional 15ª.
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