Camioneros

La voz de los trabajadores

Mauro Fiatti: “Siempre peleamos por lo que nos corresponde en un marco de entendimiento y respeto”

La construcción federal de nuestro sindicato es un sello que nos identifica. En el departamento General López, al sur de la provincia de Santa Fe, dialogamos con el compañero que recientemente fue ratificado como delegado de la empresa Pedro Pérez


Dos generaciones

Oriundo de Cañada del Ucle, siendo muy chico Mauro se asentó junto a su familia en la ciudad de Firmat. La decisión fue tomada como parte de una oportunidad laboral para su padre en la empresa Pedro Pérez. Este hecho tendría consecuencias sobre dos generaciones, ya que con 16 años cumplidos Mauro haría lo propio, ingresando como ayudante mecánico en esta firma, en la que aún se desempeña.

Con la mayoría de edad obtuvo la licencia para conducir camiones lo que lo llevó a convertirse también en colega de su padre. “Para mí fue una gratificación muy especial laburar con mi viejo. Fue un gran compañero de profesión y una contención durante muchos años, hasta que se jubiló”, recalca Mauro, que recoge sus enseñanzas, incluso al día de hoy.

Su labor cotidiana consiste en el transporte de leche desde diversos tambos hacia las empresas. Con su dilatada trayectoria en el rubro, Mauro relata lo sacrificado de su actividad: “Yo siempre les comento a los compañeros, sobre todo a los que recién ingresan, que no es un trabajo fácil. Los tambos abren los 365 días del año y es normal perderse cumpleaños o estar ausentes en fechas importantes o en las fiestas, por ejemplo”. Los itinerarios van variando en relación a los acuerdos comerciales o a la época del año pero, en general, los viajes tienen lugar por las provincias de Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, obviamente.

“Así como uno resigna muchas cosas y pasa bastante tiempo lejos de los afectos, también hay que valorar que es un lugar seguro y que nos permite desarrollarnos con cierta tranquilidad”.

Como en cualquier trabajo, a veces toca enfrentar inconvenientes que son ajenos a la propia actividad. En estos días a los choferes de larga distancia les toca lidiar con un problema grave como es la falta de combustibles. Mauro cuenta en primera persona lo que implica esta problemática, que impide realizar el trabajo con normalidad: “Es algo que afecta mucho porque tenés que parar en todas las estaciones. Por ahí te cargan 50 litros, por ahí 20, y por ahí tenés la suerte que te llenen el tanque. Pero son condiciones que complican la operatoria. Se demora mucho más todo y fundamentalmente nos perjudica en nuestro descanso”.

La larga lucha gremial

El camino gremial se inició unos años después de su ingreso a la empresa. El vínculo con trabajadores de la misma rama lo movilizó a comenzar una reivindicación de sus derechos y los de sus compañeros. La búsqueda primaria fue la de estar encuadrados en el Convenio Colectivo 40/89, con los beneficios característicos que implican estabilidad y crecimiento. Rememorando aquellos días Fiatti enfatiza que siempre “nos manejamos con prudencia y con respeto, evitando generar una tensión innecesaria con los empresarios. Obviamente que hubo otro punto de vista de parte de ellos. Uno temía que pudiera haber algún tipo de represalia. Fueron dos años y medio de lucha, de interiorizarme, de consultar y de hablar con los compañeros hasta que finalmente pudimos incorporarnos al convenio. Fue un antes y un después para nosotros”.

Y agrega que “fue pelear, en definitiva, por lo que considerábamos lo más justo. Nunca dejamos de trabajar a conciencia y cumpliendo siempre con nuestras labores como correspondía”.

Fue por aquellos tiempos que conoció a Juan Chulich y a muchos compañeros que forman parte de nuestra institución. Primero se acercó a la agrupación y el buen concepto y las proyecciones lo hicieron involucrarse más. Hoy, además de haber sido elegido delegado gremial del Transporte Pedro Pérez, forma parte de la comisión directiva como primer revisor de cuentas titular. “Siempre me pareció ideal el perfil de Juan, una persona con muchos valores y que entiende y transmite lo que le hace falta a los compañeros, además de haber sabido armar un equipo con personas de toda la provincia y de todas las ramas”.

Una sucursal al alcance de los firmatenses: el anhelo

Antes de cerrar y como un referente consolidado en el territorio, nos comenta sobre las proyecciones reales de tener una delegación en Firmat, que permita poder recibir a los trabajadores de esa zona de influencia. “Es un gran anhelo poder armarla y sé que vamos a llegar a ese momento. La idea siempre pasó por estar cerca de los compañeros y esto nos daría una gran oportunidad para hacerlo”, cerró. Con la tenacidad con que batalló por conseguir sus objetivos no caben dudas que más temprano que tarde el anhelo se convertirá en una realidad.

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