Policiales

Violencia letal

Mató de ocho balazos a un joven con el que había discutido la noche anterior

Fernando Damián Sánchez murió acribillado el viernes a la madrugada en Amenabar y Valparaíso. Según sus allegados el homicida es un adolescente con el que había tenido un altercado a trompadas y que juró vengarse


Foto: Juan José García

Una discusión y una pelea con un adolescente antecedieron el destino fatal de Fernando Damián Sánchez, un joven de 23 años padre de dos hijos. En una historia en la que el honor es sinónimo de venganza, Sánchez murió acribillado a balazos en la madrugada de este viernes, según sus allegados, por un chico de 17 con problemas de adicciones apodado Brandito, con quien tuvo un altercado la noche anterior. “Tengo dos hijos chiquitos de 3 y 5 años que ahora se quedaron sin papá por nada, por una discusión”, dijo Iris, pareja de la víctima. El sospechoso permanecía prófugo.

Según relataron testigos y fuentes policiales, Sánchez se encontraba reunido con amigos en Valparaíso y Amenábar, en el límite este de Villa Banana. Eran las 2 de la mañana y la noche transcurría en forma normal hasta que apareció una Ecosport blanca con tres ocupantes escoltada por una moto. El vehículo frenó junto al grupo y Sánchez comenzó a discutir con el recién llegado Brandito S. La disputa verbal terminó de la peor manera cuando las palabras sobraron. “Tuvieron una discusión que duró varios minutos y Brandito sacó un arma y le disparó a Fernando a quemarropa. Lo asesinó de disparos en la cabeza y varias partes del cuerpo. No es que fue al voleo. Estaba dispuesto a matarlo porque fueron seis, siete tiros”, contó a canales de televisión un primo de Sánchez sobre la ejecución.

El grupo agresor fugó y de inmediato a Fernando lo cargaron en una moto tipo enduro y lo llevaron agonizante al hospital Carrasco. Por el cuadro crítico, decidieron trasladarlo al Heca, pero no sobrevivió.

El tinte irracional del crimen caló hondo en el entorno de Sánchez, que no se podía explicar cómo una pelea a golpes y puño, ocurrida 24 horas antes, derivó en un homicidio. “Estamos re mal, todavía no entendemos qué pasó, no sabemos qué hacer, cómo seguir. No era para que llegara a esto. Mi marido le había pegado a un pibe y el pibe al otro día lo buscó por todos lados y lo mató. Fue por nada”, dijo Iris, pareja de Sánchez y madre de los dos hijos de 3 y 5 años.

Los relatos coinciden en que el desencadenante del asesinato fue una pelea que mantuvieron Sánchez y Brandito, quien solía juntarse con los conocidos de la víctima, ya que es hermano de un tal Milton, quien integra el grupo. “Brandito es un pibe muy conocido en otros lados y en las comisarías. Anda empastillado y haciendo lío. Fue por eso que discutieron con Fernando: el pibe este llegó haciendo el malo, como que todos tenían que obedecer lo que él decía. Entonces mi marido le dijo «ándate que estamos tranquilos», y le pegó una piña, una patada. Y el pibe se fue y le dijo «te voy a matar, acordate».

Enterados del desenlace fatal, allegados a Sánchez marcaron un domicilio en las inmediaciones de Virasoro y Constitución, donde viviría Brandito. La Policía acudió al lugar y la madre del chico franqueó el paso a los uniformados pero en la finca no hallaron al sospechoso.

El fiscal Florentino Malaponte comanda la investigación del homicidio. El funcionario –dijo el área de prensa de Fiscalía– “comisionó al gabinete criminalístico de Policía de Investigaciones para el levantamiento de rastros, toma fotográficas, toma de testimonios y relevamiento de cámaras en la zona”. Un vecino encontró tres vainas calibre 380 y las entregó a los peritos. Según fuentes policiales en el lugar no hay cámaras de seguridad.

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