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“Maternidark”: desromantizar el deseo y el tránsito de maternar apelando al humor

La miniserie rosarina de ficción de seis capítulos, producida por Pez Cine para Contenidos Públicos, que dirige Romina Tamburello y protagonizan Camila Peralta, Juan Nemirovsky e Inés Estévez, transita su sexta y última semana de rodaje

Fotos: Edson Hudson

Un humor de derrape que se filtra y se impone, a partir de un diario, para romper con lo preestablecido y poder así poner en discusión la solemnidad, lo intocable, idealizado y edulcorado de la maternidad, y un equipo de artistas y realizadores de gran libertad y talento, corrido de toda posible comodidad, que entiende y acepta las lógicas de los lenguajes del presente, donde la diversidad y la impronta de género son bastante más que una cuestión de agenda, es lo que asoma en una primera mirada al proyecto audiovisual rosarino Maternidark, miniserie que tiene al frente a la actriz, dramaturga, escritora y directora de cine y teatro local Romina Tamburello, que transita por estos días su sexta y última semana de rodaje en Rosario.

Se trata de una miniserie de ficción de seis capítulos de una hora cada uno, producida por Pez Cine para las pantallas de Contenidos Públicos S.E., que este martes por la noche tuvo su presentación local en el marco de una conferencia de prensa que se realizó en uno de los salones del Hotel Ros Tower y que muy en sintonía con lo desacartonado y renovador de la propuesta transcurrió entre tragos, tapas, charla y mucho humor.

Protagonizada por Camila Peralta, Juan Nemirovsky e Inés Estévez, quien de este modo regresó a trabajar con el mismo equipo del largometraje Vera, rodado en Rosario el año pasado y actualmente en etapa de posproducción, la propuesta está inspirada en los diarios de la escritora local Rosario Spina, coguionista del proyecto junto con Tambuello, y parte de las emociones de una mujer que, oyendo el deseo de ser madre, enfrenta las contradicciones de este rol de cara a la resonancia de los mandatos que están en este tiempo en plena etapa de deconstrucción.

“En un camino solitario lleno de ambivalencias, Luciana (Camila Peralta) entenderá que no hay un ideal de madre sino intentos, derrapes y nuevas oportunidades. Una comedia donde lo político se cuenta desde el humor, la empatía se construye con el permiso para la  contradicción y la belleza se narra desde los bordes”, adelantan desde el Pez Cine acerca de este proyecto que cuenta con la financiación del programa Renacer Audiovisual del Ministerio de Cultura de la Nación y con el apoyo de la Municipalidad de Rosario y el Plan de Fomento Industrias Creativas del Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe.

“Tras el final del rodaje, vamos a trabajar hasta fin de año en la posproducción y esperamos que tenga pantalla, que se estrene en el primer time de la TV Pública a comienzos del año que viene”, plantearon a modo de presentación Federico Actis y Santiago King, los titulares de Pez Cine, quienes destacaron la curva ascendente en la producción audiovisual local sostenida, en principio, desde los distintos niveles del Estado pero también desde el apoyo de empresas y comercios privados, “que en el futuro podrían transformar a la ciudad en un gran polo audiovisual”.

“Esta serie trata acerca de la singularidad de una mujer que está atravesando el camino de querer o no querer ser madre y una vez que lo logra, se para de frente a lo complejo que es ese tiempo en el que las mujeres nos enfrentamos a maternar en un contexto un poco complicado de mandatos, de maternidades muy romantizadas. El discurso médico, el de las crianzas naturales, el de las otras madres, el de las vecinas: todes tienen algo para decir acerca de cómo se materna, pero la maternidad, en general, es un rol en solitario”, planteó la escritora y periodista local Rosario Spina acerca de su diario, disparador de la serie, que escribió en su primera maternidad y puerperio y que tras un encuentro con Tamburello en un taller de escritura surgió la idea de la serie.

“Este es un trabajo colectivo real, horizontal, y me llena de orgullo ser parte de este equipo porque es espectacular y porque estamos haciendo una serie bastante incorrecta por sus formas de tratar y de contar algunas cosas; nos reímos un poco de lo progre que hay alrededor de la maternidad, de lo que está de moda, y tratamos de encontrar en el personaje de Luciana, la protagonista, una manera singular de vivir la maternidad, porque no estamos hablando de todas las maternidades sino de una entre tantas posibles”, destacó Tamburello.

“Romina me dio una gran libertad para trabajar; hay en el rodaje mucho humor, mucho juego, espacio para crear que es algo infrecuente. Y creo que todo eso le va a dar a la serie algo especial, que todo eso se va a ver. Y si la mitad de lo que nos divertimos, de ese humor que se creó en este proceso, se ve en la serie, ya va a estar buenísima y la van a disfrutar mucho”, contó la actriz porteña Camila Peralta, la madre en cuestión y protagonista.

Maternidark tiene una temática que me atañe porque habla, concretamente, de la idea de desromantizar la maternidad, y si bien ellos desde la realización hablan de una singularidad, creo que más allá de que es una historia particular de una mujer, la idea de singularidad siempre existe en la maternidad. Porque lo que se entiende como estándar es absolutamente irreal, absurdo, y nos obliga a una impecabilidad que no es humana, por eso es genial que exista esta óptica con un revestimiento desde el humor que hace fácilmente digerible ciertos hitos en el camino de la maternidad que de otro modo, el común denominador, no se bancaría. Siento que será una serie que dará mucho que hablar”, planteó a su tiempo la destacada actriz Inés Estévez quien encarna a una obstetra bajo algunos parámetros de la supuesta modernidad en la materia, y quien destacó lo singular e imprevisible de las lógicas que transita este proyecto que la trajo de regreso a Rosario.

A su tiempo, el talentoso actor local Juan Nemirovsky, en la ficción Nacho, la pareja de Luciana y papá de Olivia, la niña por nacer, expresó: “Me siento muy privilegiado de ser parte de este proyecto y de que haya procesos como la maternidad que puedan ser contados con otro enfoque; es muy interesante componer a un hombre dentro de este tipo de historias que está corrido del lugar de acompañamiento o de testigo como en otros momentos, y pensar a Nacho empatizando y siendo parte de ese proceso junto con su pareja; eso no lo hace un hombre ni más frágil ni más débil y por lo mismo es muy interesante a la hora de actuarlo, al mismo tiempo que es muy importante que estos discursos estén presentes en un proyecto como éste, que nos ayude a reflexionar acerca de cuál es el rol de los varones en estas historias”.

Oscuridad y derrape

Desde el título de la serie se alude a lo “dark”, a ese cono de sombra o quizás de oscuridad que puede resultar del tránsito de maternar, algo que en la serie está tratado, desde las lógicas de una comedia con algún toque dramático, a partir de un humor al menos infrecuente para este tipo de temáticas.

“Se plantea una idea de la oscuridad pero no desde una posición oscura en sí, sino a partir de una serie de cuestiones que aún no están del todo iluminadas y tampoco somos nosotros los primeros en encarar este tema; pero sí podemos pensar que hay cuestiones que, en relación con la maternidad, no se terminan de contar. Hace una década que desde el cine y la literatura venimos indagando, pero necesitamos más voces y sobre todo, más voces de mujeres que hablen de estas ambivalencias que suceden a partir del rol de maternar. Si hay una cuestión dark, oscura, también hay otra de ambivalencia porque, al mismo tiempo, maternar es lo mejor del mundo y lo peor del mundo, en el mismo momento y en el mismo lugar”, expresó Spina.

“Creo que empieza a aparecer en el humor –sumó Tamburello– algo divertido que rompe con ese lugar común que sostenía que las mujeres no somos graciosas. Hay, en relación con el derrape, una idea de permitirnos un humor a partir de cuestiones que no nos tocan directamente y que para algunos son intocables. Yo no quiero ser mamá, y estoy tan lejos de ese lugar de querer ser madre que realmente me permito transitar un humor que, al menos, es infrecuente por su incorrección política”.

En el mismo sentido, Estévez cerró contundente: “Lo que quiero exaltar es que ser madre es derrapar; ser madre es vivir derrapando, es sentir que esa impecabilidad que el sistema exige a las madres está absolutamente en las antípodas de tus capacidades, sapiencias y de las herramientas con las que contamos. Ser madre es frustrarte permanentemente porque eso horrible que te vendieron y que tenías que ser es imposible. Por eso, más allá de lo correcto o incorrecto de lo que se cuenta en esta serie, no hay madre que no se vaya a sentir identificada, incluso aquellas que enarbolan una imagen de madres impolutas, abnegadas, correctas, perfectas. Eso no existe porque ser madre es brutal, feroz, violento, frustrante y genera una gran postergación”.

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