Emanuel Pimpi Sandoval estaba viviendo en calle Pago Largo al 600, en la zona norte de Rosario y a la altura de bulevar Rondeau al 3600. Varias personas ingresaron este viernes por la madrugada a esa vivienda y lo asesinaron: cortaron la luz, rompieron la puerta con una maza y dispararon contra quienes estaban dentro, en la planta baja. El joven, que en diciembre próximo iba a tener 29 años, allí cumplía la prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Fue el único condenado, en proceso abreviado, por los disparos a la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti en 2013. Esa pena la había cumplido. Ahora transitaba otra por un intento de homicidio por la cual, en mayo, un juez le concedió la domiciliaria. Hay otro fallecido, y dos heridos, a consecuencia del ataque.
La irrupción al domicilio de barrio La Florida fue alrededor de las 5 de la madrugada. Los agresores –se presume que fueron varios– cortaron el suministro eléctrico de la vivienda antes de romper la puerta con una pesada maza que dejaron en el lugar. Personal del primer móvil policial que llegó hasta la cuadra observó a dos heridos de arma de fuego, uno de ellos ya muerto y desvanecido en el ingreso de la casa e identificado luego como Mirco Dylan Saldaño, de 21 años. El fiscal de Homicidios Adrián Spelta, quien quedó a cargo de la investigación, informó que presentaba ocho orificios de bala, seis de ellos en la espalda, los dos restantes en cuello y cabeza.
En el interior de la casa, los policías levantaron 14 vainas servidas, especificó el fiscal. La mayoría fueron calibre 9 milímetros, y el resto calibre 22.
Desde el hospital Alberdi informaron tras el atentado sobre el ingreso de Emanuel Sandoval. Lo llevó la persona que dio al aviso del ataque al 911. Ema alcanzó a relatar que varias personas habían ingresado al domicilio donde estaba, y que enseguida abrieron fuego a los presentes.
Ema Pimpi recibió cuatro disparos, el más grave en el pecho, y tres en el estómago. No sobrevivió a sus heridas: falleció a las 7.30.
El ataque dejó otras dos personas heridas. Se trata de Rocío G., de 22 años, que fue trasladada al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde quedó internada en grave estado por impactos en tórax y miembros inferiores. El otro herido es Gastón Gabriel S., de 20 años, quien fue derivado al hospital Provincial donde ingresó a la guardia con heridas de arma de fuego en cráneo y tórax. Su estado era reservado.
El fiscal Spelta señaló que, además de las seis cámaras de seguridad en el exterior de la vivienda –dudan que hayan filmado algo con el corte de la luz–, hay varias en la zona y otras tantas en el interior de la casa: de dos plantas, con desniveles y un gran sótano, además de dos cocheras. El investigador señaló que en ellas había varios rodados: tres autos, uno de ellos de alta gama, un Citröen y un Fiat 600, y dos motos. Y agregó que en base a la información preliminar se determinó que los varones que fueron víctimas de disparos estaban en la planta baja de la casa mientras que la joven fue sorprendida en una de las habitaciones de la planta alta donde los homicidas rompieron la puerta.
Ema, un protagonista de las crónicas policiales
Ema Pimpi Sandoval fue el único acusado por el ataque a la casa de barrio Alberdi en la que vivía el entonces gobernador Bonfatti, perpetrado el 11 de octubre de 2013. Aceptó, en proceso abreviado de diciembre de 2015, una pena de prisión de tres años y seis meses. Participó también de una serie de hechos violentos en la zona que le valieron la prisión nuevamente. En mayo del año pasado, un juez resolvió que se le colocara una tobillera electrónica y por eso se encontraba en arresto domiciliario.
La casa, de un camarista que la alquilaba
Vecinos de la zona destacaron que la casa de Pago Largo 654 atacada, que puede calificarse como lujosa, estaba coronada por unas seis cámaras de seguridad, y que siempre había varios vehículos estacionados cerca de sus dos ingresos, durante todo el día.
El propietario de la vivienda, el juez Oscar Raúl Puccinelli, de la Sala II de la Cámara en lo Civil y Comercial de Rosario, llamó a medios de comunicación para aclarar que alquilaba la casa desde hace cuatro meses por medio de la inmobiliaria STI Propiedades, y que no tenía conocimiento de quién era el inquilino que firmó el contrato. Sólo pudo identificarlo como “un tal Matías L.”, que no es ninguna de las víctimas del ataque. El camarista, en estos momentos, está en Costa Rica, y adelantó que vuelve este sábado a Rosario.
Spelta dijo que el propietario de la vivienda, el camarista, se puso a su disposición.
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