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Matan a un preso a golpes y puntazos en una pelea

El abogado de la víctima aseguró que hace dos semanas le negaron la libertad condicional a su cliente.

Negui Delbianco

Leandro Martín Romero, de 26 años, interno de la Unidad Penal Nº 3, falleció ayer a la mañana como consecuencia de una brutal golpiza que le propiciaron sus propios compañeros el domingo pasado. Esta muerte provocó la indignación de Luis Tomasevich, abogado de la víctima fatal, quien sostuvo que “el sistema penal en la provincia de Santa Fe es una joda”, porque hacía dos semanas que le habían negado la libertad condicional a su cliente.

El interno ingresó el domingo pasado a la noche al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) en grave estado a causa de politraumatismos y con un puntazo en el ojo izquierdo, tras protagonizar una pelea otros compañeros en el pabellón B de la unidad carcelaria. A su vez, su abogado contó que el día anterior a la agresión fue a visitar a su cliente, quien le reveló que en ese pabellón tenía muchas peleas con otros reclusos y temía por su seguridad.

Desde la Coordinadora de Trabajo Carcelario ratificaron que Romero fue herido en una pelea y explicaron que el pabellón en el que el muchacho se encontraba detenido no es de alta peligrosidad y la mayoría de los internos cuenta con buena conducta.

Una versión daba cuenta de que el origen del conflicto fue el fatante de cosas durante la visita, algo que en los códigos carcelarios representa una falta grave.

 La versión del abogado

 “Este chico era un buen pibe, me da mucha bronca esta situación, tenía una condena de cuatro años de prisión porque se le acumularon dos penas por tentativa de robo, –ni siquiera fue con armas de fuego– ya iba a salir, tenía más de tres años cumplidos”, comentó el letrado en clara oposición a la negativa del beneficio.

Tomasevich aseguró que dos meses atrás pidió la libertad condicional para este muchacho y hacía 15 días que salió una resolución donde le negaban este beneficio porque tenía conducta “buena”: “La fiscal pidió que tenga conducta ejemplar, es una barbaridad. El peritaje psicológico le había dado bien. No sé que más querían. Yo apelé esa decisión pero ahora pasó esto”.

“Me da mucha impotencia porque el sistema penal en la provincia de Santa Fe es una joda. En la Unidad 3 (por la cárcel) no hay ningún centro de rehabilitación para los detenidos, no hay intención de enseñarles nada. Lo mismo pasa en Piñero y en Coronda en algunos sectores. La cárcel no reforma a nadie”, prosiguió el letrado.

“A mí me da bronca porque después ves que hay tipos afuera con varias condenas por homicidios y están en libertad. Y a este pibe se la negaron, por eso digo que el sistema penal no sirve”, continuó Tomasevich.

Por último el abogado dijo que fuentes judiciales le hicieron saber que ya hay un detenido por este crimen y que el Juzgado de Instrucción de la 14ª Nominación a cargo de la magistrada María Laura Sabatier comenzará una investigación para determinar si el personal penitenciario posee alguna responsabilidad en este caso.

En tanto, el Director del Servicio Penitenciario provincial, Mariano Bufarini, contó a El Ciudadano que la pelea que terminó con la vida de Romero comenzó el domingo a la tardecita en el pabellón B.  “Cuando se produjo el conflicto, el personal penitenciario –alrededor de 15 agentes que estaban de guardia en ese momento– intervino. Siempre en estas situaciones se intenta hacer disminuir el conflicto y separar”, relató el director penitenciario.

“Una vez que se calmó todo, se hizo un control de todos los internos que participaron en la pelea y apareció este chico con esta lesión. Estas situaciones pasan en un segundo, es muy común que los presos hagan esto (pegarle un puntazo a alguien). Cuando alguien avisa a la guardia, ésta interviene de inmediato. Pero no es nada raro”, explicó Bufarini.

“Luego de que el médico derivó al recluso al Heca, se realizó una denuncia penal donde se sugirieron algunos apellidos de los presos que estaban más cerca de este muchacho y todo quedó en manos de la Justicia”, prosiguió.

Por último, cuando se le preguntó a Bufarini sobre la peligrosidad de este sector, a raíz de las advertencias que la víctima le hizo a su abogado, respondió: “Éste es un pabellón de ingreso y cuenta con casi 50 reclusos, donde tenés todas las conductas porque justamente es de ingreso”.

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