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Fisherton

Asesinan a un chico de 15 años de un balazo

El plomo perforó la arteria femoral y los médicos no lograron salvarlo. La víctima había ido a una fiesta con amigos cerca de su casa.


Un adolescente de 15 años fue asesinado de un disparo anteayer a la madrugada en el noroeste de la ciudad. De acuerdo con las primeras averiguaciones reveladas por voceros judiciales, recibió un tiro en una pierna –que le tocó la arteria femoral– en una fiesta a la que había ido con amigos cerca de su casa, en la zona de Génova y Tarragona, en Fisherton. El chico primero fue asistido en el lugar por personal del Sies, después lo trasladaron al Policlínico San Martín y finalmente lo derivaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde falleció dos horas después de su ingreso. “Era una buena persona, no se merecía esto”, dijeron sus familiares mientras lo velaban en la misma casa donde creció.

Según informó un portavoz judicial, Miguel Alejandro Maturano, de 15 años, fue herido en la pierna alrededor de las 6.30 en la zona de pasaje Urdinarrain y Tarragona, a metros de su casa y en jurisdicción de la comisaría 17ª.

Según las primeras averiguaciones del fiscal de Homicidios Dolosos, Luis Schiappa Pietra, a cargo de la investigación, el chico fue baleado en una fiesta a la que había ido con amigos. De acuerdo con esta versión, el fiscal trabajaba para determinar el lugar exacto, las circunstancias y el motivo por el cual le dispararon.

Si bien esta fuente indicó que Miguel fue llevado por sus amigos al hospital, a donde después se presentó su mamá, desde el Ministerio de Seguridad provincial indicaron que fue asistido en el lugar por personal del Sies. Desde allí lo trasladaron al Policlínico San Martín y después lo derivaron al Heca, donde le diagnosticaron una herida de arma de fuego en la arteria femoral que le produjo la muerte a las 8.30.

Despedida

Ayer a la mañana un importante grupo de familiares y amigos de Miguel se reunió en la casa en la donde creció para despedir sus restos. Bajo la lluvia, los adolescentes copaban en silencio la calle y la vereda del pasaje Urdinarrain al 7900, mientras que los familiares mayores se reunían en el patiecito delantero de la vivienda. Adentro, su mamá era acompañada por sus allegados y sus dos hijas menores.

“Era una buena persona, no se merecía esto, no merecía que lo maten así”, fue una de las pocas frases que se oyó decir a uno de sus tíos en medio de un sentimiento generalizado de tristeza e impotencia.

“No sabemos qué fue lo que pasó todavía, nos fuimos enterando por teléfono”, agregó su abuela.

La investigación del crimen quedó a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos, la seccional 17°, que tiene jurisdicción en Fisherton, y la Policía de Investigaciones.

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