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Matan a tiros a un policía

Hacía custodia en 3 de Febrero al 1000. En una clínica de la cuadra un profesional fue atacado por un desconocido, que fue retenido por el agente cuando quiso huir, pero un segundo agresor lo ejecutó.


uniformadodentro

Un policía que desde hacía varios meses trabajaba como custodio en una cuadra de la zona céntrica fue asesinado a balazos en la tarde de ayer, en principio al intentar evitar un asalto en una clínica de 3 de Febrero al 1000. Pero con el correr de las horas la pesquisa viró hacia a un hecho relacionado con un problema entre el profesional atacado y al menos uno de los dos detenidos por el crimen, que cayeron minutos después del hecho en la zona sur. El agente asesinado, que desde hace casi dos años estaba en disponibilidad, recibió múltiples impactos en el pecho y falleció mientras era atendido en el sanatorio Rosendo García, donde fue llevado de urgencia por un médico que pasaba por la escena del asesinato.

Minutos antes de las 18 de ayer, un hombre ingresó a una clínica oftalmológica de 3 de Febrero al 1000, al parecer para entregar una planta, reconstruyeron testigos ante este diario. Pero cuando estuvo adentro, se abalanzó sobre uno de los profesionales que atiende en el lugar, con quien se trenzó en lucha, añadieron las fuentes. La pelea duró pocos segundos y cuando el recién llegado iba a ser reducido por otras personas de la clínica optó por darse a la fuga, dijeron los voceros.

Los últimos instantes de la pelea fueron vistos por el agente Carlos Alberto Dolce, un policía que estaba en disponibilidad y hacía tareas de vigilancia en la cuadra desde hace casi un año. En la calle, ambos se trabaron en lucha, hasta que hizo su aparición un segundo hombre, quien con un arma de fuego ejecutó a quemarropa a Dolce, quien recibió al menos cuatro impactos de bala en el pecho, de acuerdo con lo que ya reconstruyó la investigación.

El policía cayó al piso agonizante, mientras que sus atacantes huyeron en un auto. En la escena fue incautada una pistola calibre 9 milímetros, que pudo haber sido el arma homicida, aunque anoche no estaba claro si la portaba la víctima o bien el atacante ya la tenía consigo.

El escape del rodado fue visto por vecinos que aportaron los datos de la patente al personal policial. Numerosas patrullas, ante el ataque a un integrante de las fuerzas del orden, llegó al lugar y desde allí comenzó a peinar cuanto lugar fuese posible para intentar dar con los autores del ataque.

Dolce fue auxiliado por un médico que pasaba por el lugar, quien no dudó en cargarlo en una camioneta y trasladarlo al centro de salud más cercano, que resultó ser el sanatorio Rosendo García, donde ingresó en la sala de terapia intensiva. “Se le sentía apenas el pulso de la carótida”, remarcaron desde el sanatorio. El uniformado murió minutos antes de las 19.

Por su parte, personal policial de distintas reparticiones se abocó a la búsqueda de los atacantes, que habían escapado en un Chevrolet Corsa negro. El desesperado intento por evadir una inminente persecución terminó con el auto chocado en inmediaciones de Ayacucho y Ocampo, donde fue atrapado uno de los sindicados autores del crimen de Dolce. Su presunto cómplice, en tanto, fue detenido en inmediaciones de 27 de Febrero y Ayacucho. Ambos, de 23 y 25 años, cuyos datos no fueron aportados, quedaron detenidos y a disposición judicial.

Voceros de la investigación se preocuparon en destacar que el móvil del homicidio no fue el robo, aunque será tarea de la Justicia de Instrucción en turno determinarlo.

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