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Masivas protestas en Londres por recortes

Cientos de miles protestaron contra el plan de austeridad del gobierno británico.

Miles de británicos, procedentes de todo el país, se manifestaron ayer por el centro de Londres para mostrar su oposición al drástico plan de austeridad impuesto por el gobierno, en una masiva protesta sin precedentes desde la celebrada contra de la guerra en Irak. La bronca tuvo como eje al gobierno del premier David Cameron y sus medidas de achique de 300 mil empleos públicos y el congelamiento de los sueldos.

“Estamos absolutamente satisfechos: hay cientos de miles de personas, probablemente medio millón”, expresó Paul Nowak, uno de los responsables de la organización de la protesta.

Un portavoz de la confederación de sindicatos británicos, el Trades Union Congress, estimó que “entre 250.000 y 300.000 personas”, respondieron a la convocatoria de manifestación. La Policía no dio cifras de asistencia.

Los sindicatos destacaron el éxito de la convocatoria, pese a algunos enfrentamientos con la Policía ocurridos al margen del desfile que empañaron la jornada.

Manifestantes atacaron con tarros de pintura y botellas de vidrio las vidrieras de las tiendas y bancos ubicados alrededor de Oxford Street, una de las principales arterias comerciales de la capital británica.

También lanzaron cócteles Molotov contra las fuerzas de seguridad, según la Policía, y otros lanzaron proyectiles contra el hotel Ritz.

La marcha propiamente dicha transcurrió sin incidentes. En ella participaron muchas familias, así como grupos de músicos y bailarines que dieron a la movida un aire festivo.

La comitiva pasó por delante del Parlamento y de la residencia del primer ministro David Cameron, al que la muchedumbre abucheó, antes de llegar a Hyde Park, donde hubo una gran concentración.

“Estoy aquí porque el gobierno quiere hacernos pagar para reparar lo que han hecho los banqueros. Está construyendo una sociedad donde los ricos lo son cada vez más y los más débiles están cada vez más desamparados”, explicó Gillian Siddons, un jubilado de 60 años.

El gobierno impuso un plan de austeridad sin precedentes en Gran Bretaña. El premier Cameron justificó estas medidas por la mala situación económica heredada del anterior gobierno y para equilibrar las cuentas públicas.

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