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Masiva protesta en Francia

La primera de dos jornadas sucesivas de huelga contra la reforma jubilatoria convocó a millones de personas en París y otras ciudades galas pero no consigue hacer retroceder al presidente Sarkozy.

Los sindicatos franceses ganaron ayer una arriesgada apuesta con una movilización récord de la población en una nueva jornada de huelgas y protestas contra la reforma de las jubilaciones, aunque el gobierno conservador de Nicolas Sarkozy advirtió que no dará el brazo a torcer y preveía ayer que la elevación de la edad jubilatoria será aprobada definitivamente por el Parlamento antes de fines de este mes.

El desenlace de este conflicto puede resultar crucial para una eventual aspiración reeleccionista de Sarkozy en 2012.

Ayer, los sindicatos reivindicaron la presencia de 3,5 millones de personas en las 244 manifestaciones convocadas en todo el país, una cifra que triplica a la estimación del gobierno, de 1,2 millón de personas en las calles.

Pero en cualquier caso esas evaluaciones superan a las hechas por ambas partes en las tres jornadas de lucha previas convocadas desde inicios de septiembre (que iban de 2,5 millones a 3 millones para los sindicatos y de 900.000 a un millón para la Policía).

El ministerio del Interior atribuyó la masiva respuesta de ayer a la “fuerte presencia de estudiantes secundarios” en las marchas.

“Se trata de la mayor jornada de protesta” desde el comienzo de la movilización, sostuvo Bernard Thibault, secretario general de la CGT, primer sindicato de Francia.

Pese a esa movilización, el gobierno descartó hacer más concesiones en esa reforma, la principal del mandato de Sarkozy, cuyos puntos más polémicos –aumentar de 60 a 62 años la edad mínima legal para jubilarse y de 65 a 67 años para cobrar una jubilación completa– ya fueron aprobados por los senadores.

El Ejecutivo modificó algunos puntos del proyecto inicial, al conceder ajustes en favor de las madres de tres hijos, de quienes empezaron a trabajar jóvenes o efectúan labores difíciles. Pero dejó claro que no irá más lejos.

El gobierno “está decidido a llevar hasta el final” esta reforma porque es “razonable, justa e indispensable”, sostuvo este martes ante los diputados el jefe de gobierno, Francois Fillon.

Gran movilización

Trabajadores ferroviarios y empleados públicos y del sector privado, así como jóvenes profesores y hasta bomberos engrosaban la manifestación parisina que partió después del mediodía local desde Montparnasse (sur) hacia Bastilla.

En la marcha destacaba la presencia de miles de estudiantes de secundaria, un factor novedoso, y para algunos inquietante, en la movilización social contra la reforma de la jubilación.

“Si todo el mundo se moviliza, algo va a pasar”, afirmó Louise, de 15 años, estudiante en el prestigioso Liceo Víctor Hugo, rodeada por cinco compañeras con las que había acudido al paro.

Las huelgas de ayer, respaldadas por el 69 por ciento de los franceses según una encuesta del instituto CSA, contó un acatamiento del 17 al 53 por ciento en el sector público, según las fuentes, y fueron prolongadas en el transporte ferroviario, uno de los gremios más activos.

Para hoy se prevén más asambleas generales, de cara a una nueva jornada de manifestaciones el sábado venidero.

En los aeropuertos parisinos de Roissy y Orly se habían anulado el 30 y el 50 por ciento de los vuelos respectivamente, según la autoridad de la aviación civil.

Once de las doce refinerías del país se plegaron a la huelga, acatada también en los sectores portuario, químico, energético y metalúrgico.

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