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Masiva marcha en Santa Fe: mucho más que un paro de mujeres

Miles de mujeres, travestis y trans se manifestaron en la capital provincial en el marco del Paro Internacional de Mujeres. Las demandas: aborto legal, igualdad salarial y separación de la Iglesia del Estado, entre otras. Hubo fuertes críticas al gobierno de Macri


“Sí se puede, sí se puede: hacerle un paro a Macri, se lo hacemos las mujeres”. Ese fue uno de los cánticos entonados por las miles de mujeres, lesbianas, trans y travestis que marcharon este viernes en la ciudad de Santa Fe en el marco del Paro Internacional de Mujeres en conmemoración del 8 de marzo.

La marcha fue una de las más multitudinarias que se recuerden en la capital de la provincia. La concentración comenzó pasadas las 16 en Plaza del Soldado, en el microcentro de la ciudad. Desde allí, las columnas avanzaron por calle Salta hasta Urquiza, giraron hacia el sur hasta la avenida General López para culminar en la Plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y el Palacio de Tribunales.

El recorrido estuvo planificado para que las demandas del colectivo de mujeres resuenen en todos los ámbitos del poder: hubo una primera parada frente la Municipalidad, sobre calle Salta; luego una segunda frente a la Legislatura, en la esquina de General López y Urquiza; luego la marcha pasó por la sede del Arzobispado para finalmente desembocar en la Plaza 25 de Mayo, donde se realizó el acto central.

La convocatoria fue masiva y plural: coincidieron agrupaciones feministas y de las disidencias sexuales, organismos de derechos humanos, organizaciones barriales y sociales, militantes gremiales que forman parte del Movimiento Obrero Santafesino, partidos políticos, agrupaciones estudiantiles y miles de ciudadanas que se sumaron a la convocatoria.

En la previa, las organizaciones que convocaron a la movilización habían pedido a los varones –como ocurrió años anteriores– que no participen de la marcha sino que esperen en la plaza la llegada de las columnas. La consigna fue acatada a rajatabla y las mujeres, que sumaban más de seis cuadras, marcharon con sus banderas y pancartas hacia el casco histórico de la ciudad.

Fue una jornada ruidosa y colorida. Las murgas de mujeres, con sus batucadas, le imprimieron un sello inconfundible a la manifestación. Las columnas gremiales y estudiantiles remarcaron el carácter político del paro, con consignas críticas hacia el gobierno de Mauricio Macri. Las militantes de la Mesa Ni Una Menos Santa Fe lideraron la marcha.

Las demandas expresadas durante la marcha y el acto fueron diversas: se exigió por la igualdad laboral y salarial, por el aborto legal, seguro y gratuito, se repudió la violencia de género, se alertó sobre los femicidios y se hizo hincapié en la necesidad de que se aplique la Educación Sexual Integral (ESI) en todo el país sin tabúes ni límites. La consigna “Niñas, no madres” fue una de las más repetidas.

No obstante, el movimiento de mujeres dejó en claro la fortaleza que viene cobrando a lo largo de los últimos años y, en ese sentido, marcaron un contraste con la dirigencia gremial tradicional, ámbito de predominio masculino. Los cantitos contra el gobierno nacional apuntaron en esa línea, al remarcar que es el tercer paro nacional de mujeres desde la llegada al poder de Cambiemos.

Ya en Plaza 25 de Mayo, durante el acto central, hubo dos momentos especiales: uno cuando recordaron a la docente Vanesa Castillo, asesinada en febrero del año pasado a la salida de la escuela donde trabajaba, en el distrito de Alto Verde, un crimen que sigue impune; el otro, cuando subió al escenario Bernarda Massolo, la joven que fue quemada por su pareja en Brasil, a fines de 2018, y que logró sobrevivir al ataque.

Sobre el final del acto, integrantes de la Mesa Ni Una Menos leyeron un documento que puso énfasis en la desigualdad laboral, la violencia de género, la separación de la Iglesia del Estado y la necesidad de que se sancione la ley de aborto seguro y gratuito: “Denunciamos esta cruzada oscurantista del movimiento antiderechos que pretende difamar la lucha feminista, al mismo tiempo que fomenta la intolerancia que lleva a los crímenes de odio contra lesbianas, travestis y trans, la que favorece los embarazos adolescentes y que defiende la clandestinidad del aborto que se lleva la vida de las mujeres más pobres”.

El documento también incluyó fuertes críticas a las políticas económicas del gobierno de Macri: “Nos asfixian con políticas neoliberales dictadas por el FMI, de ajuste, recesión y endeudamiento que implica un golpe mortal para la clase trabajadora y ganancias extraordinarias para las empresas multinacionales y para el capital financiero y especulativo”.

En el final, plantearon una serie de demandas, entre ellas una que abarca pero que excede al movimiento de mujeres: “Por un gran paro nacional de trabajadores”.

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