Más de 20.000 enfervorizados hinchas del Flamengo, ataviados a rigor con colores rojinegros, realizó este miércoles una verdadera invasión de su sede en Rio de Janeiro para dar la bienvenida al astro Ronaldinho Gaúcho, nuevo refuerzo llegado del AC Milan.
Soportando un intenso calor, cientos de hinchas rodeaban la sede social, en el barrio de Gávea (en la turística zona sur) desde varias horas antes del inicio del evento. La ansiedad y prisa por garantizar un lugar llevó a una multitud impaciente a derrumbar un portón de acceso para invadir el campo de prácticas.
Ondeando cientos de banderas y emitiendo cánticos apoyados por grupos de percusión que tocaban samba, la multitud expresó con fervor su devoción por el club y el nuevo refuerzo.
“Gaúcho es/la alegría de pueblo/llegó, llegó…” cantaba un conocido animador carioca con su casaca del Fla al tronar de tambores previo a la llegada del crack, que el lunes por la noche firmó contrato con el Mengao.
“Muchas gracias por este cariño, espero poder retribuir todo vuestro cariño. Vamos con todo Nación Rojinegra”, dijo emocionado Gaúcho desde el palco especial montado en una de las tribunas con el escudo flamenguista.
En medio de la euforia total, Ronaldinho debió sudar para llegar al palco, desde donde saludó sonriente a la hinchada vistiendo la camiseta 10, boina y bermudas.
Campeón mundial en 2002 y dos veces mejor jugador del mundo FIFA (2004 y 2005), Ronaldinho Gaúcho (30 años) llegó a la sede retrasado y rodeado de varios custodios junto a su hermano y agente, Roberto de Assis, y la presidenta Patricia Amorim.
“¡Ronaldinho Gaúcho es nuestro!”, gritó Amorim al inicio de la fiesta con bombas y papel picado.
R10 fue recibido en la sede tras rechazar la propuesta de una caravana por las calles como la que congregó también una multitud en 1994 para recibir al ex artillero Romario, contratado entonces tras coronarse campeón mundial con Brasil en 1994.
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