Luego de una jornada de intensas reuniones y advertencias contra Argentina, los medios españoles aseguran que el Gobierno que conduce Mariano Rajoy analiza represalias comerciales si la Casa Rosada decide avanzar sobre YPF. Aunque, por otra parte, también dio señales de que espera que se retomen las negociaciones para acordar el futuro de la exestatal.
En un escenario marcado por la tensión, la gestión de Rajoy inició una embestida a nivel diplomático, pero no descarta endurecer su política comercial, a tal punto que analizó la posibilidad de frenar el ingreso de productos argentinos como la carne y la soja. Así lo informó el diario español El Mundo, que dio cuenta de una reunión para analizar el caso de Repsol YPF en el Palacio de la Moncloa, la sede del Gobierno español.
De todos modos, el ministro de Industria español, José Manuel Soria, confió en que «las cosas parece que se encauzan» en medio de la tensión con la Argentina por el futuro de la petrolera YPF. «A lo largo de las últimas 48 horas las cosas parece que se encauzan y esperemos que eso siga siendo así», sostuvo Soria en declaraciones periodísticas formuladas en España y conocidas en Buenos Aires.
El ministro de la gestión de Rajoy señaló de todos modos que no tuvo contacto en las últimas horas con las autoridades argentinas y recalcó que España desea tener «las mejores relaciones» con todos los países. Por último, resaltó que Madrid quiere mantener con los países de América Latina y consideró que ese es un camino «de ida y vuelta».
Mientras se dilata el anuncio de Cristina de Kirchner sobre el modo en que el Estado ingresará a YPF, el Gobierno español incrementó ayer de un modo febril el lobby en distintas latitudes para presionar en defensa de los intereses de Repsol, accionista mayoritario de la exestatal argentina.
Con distintos contactos con funcionarios argentinos y europeos, las autoridades españolas apuntan a lograr una salida que no perjudique a los capitales del país ibérico. En línea con esa intención, este viernes la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, indicó que su Gobierno «tomará las decisiones que correspondan» sobre este tema.
Ayer el canciller español Juan Antonio García-Margallo, convocó de forma imprevista al embajador argentino en Madrid, Carlos Antonio Bettini, para transmitirle el malestar de la administración española por el avance sobre YPF, plasmado por la quita de concesiones que distintas provincias argentinas han adoptado en las últimas semanas, lo que tendría como corolario el ingreso del Estado Nacional en la exestatal.
La reunión realizada en el Palacio Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores español, se extendió por espacio de 45 minutos. Allí el canciller español le dio a conocer a Bettini la posición oficial de su gobierno y la preocupación por el futuro de la petrolera, en la cual la empresa española Repsol tiene el 57,43% del paquete accionario.
Tras el encuentro, Bettini se retiró sin hacer declaraciones, pero quien si habló en conferencia de prensa fue el canciller español. García-Margallo, en un tono entre componedor y amenazante, afirmó ante los periodistas que es tiempo de abrir el «diálogo» entre ambos gobiernos para resolver el caso de la petrolera. Aunque consideró que una «agresión violando el principio de seguridad jurídica será tomada como una agresión por España».
En otro tramo, advirtió que «la ruptura de una negociación entre España y Argentina no sería una ruptura solo en términos económicos, sería la ruptura de una relación fraternal que hemos tenido en mucho tiempo».
Otros de quienes viene cruzando el Atlántico más veces de lo esperado es el titular de la petrolera española, Antonio Brufau, otrora uno de los empresarios mimados por el kirchnerismo. El ejecutivo logró, luego de mucho insistir, ser recibido por el ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien le transmitió el jueves pasado su incertidumbre por el futuro de la empresa.
También durante la jornada, España logró que la Unión Europea le dé un explícito apoyo -y obvio teniendo en cuenta que el país ibérico forma parte del bloque- en defensa de los intereses españoles en la Argentina. En ese sentido, el vocero comunitario Olivier Bailly afirmó que la Comisión Europea (CE) está «al lado de España».