Más de la mitad de los presos alojados en cárceles de la provincia tienen menos de 35 años y no llegan al 10% los que terminaron la escuela secundaria, revela un informe difundido hoy por la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Esas conclusiones figuran en la primera parte de un trabajo realizado entre 2009 y 2011 por el programa Delito y Sociedad de la UNL, que refleja la visión de los presos y la mirada de los trabajadores penitenciarios.
El trabajo es cuantitativo y de carácter anónimo y confidencial, con la realización de 296 encuestas a cargo de estudiantes de Abogacía y Sociología y docentes de la UNL.
Las conclusiones fueron presentadas hoy en la jornada “Radiografía de la prisión. Las voces de los presos en la provincia de Santa Fe”, realizado en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL.
Durante la presentación, Máximo Sozzo, director del Programa de Extensión Delito y Sociedad de la UNL, explicó que se trata de la primera parte de la divulgación de resultados desde la mirada de la población de los presos.
El trabajo de investigación, indicó, tiene una segunda parte “relacionada a las voces de los trabajadores penitenciarios”, que será difundida próximamente.
“Hicimos dos grandes trabajos de campo, uno en 2009 y 2010 y otro en 2011, diferenciando estos dos grupos. La idea era que las miradas de cada uno de los grupos que cotidianamente comparten el escenario de la prisión se pudieran plasmar a través de estos instrumentos”, explicó Sozzo.
Para dar cuenta de algunos resultados expuestos, remarcaron que más del 50% de las personas presas en la provincia son condenadas y el resto procesadas.
Entre los condenados “hay una fuerte presencia de personas jóvenes, menores de 35 años, que integran más del 50% de las personas privadas de la libertad”, precisó.
Otro tópico relacionado a la formación de las personas da cuenta del bajo nivel educativo en la población penitenciaria, donde el número de presos con el secundario completo, apuntó, “no llega a un 10 por ciento”.
“La mayor parte de las personas presas no ha llegado a completar lo que hoy es la escolaridad obligatoria en nuestro país, e incluso la cantidad de personas que no llegan al secundario es significativo: son más de 6 de cada 10 personas que están presas”, añadió Sozzo.
Otro aspecto que refleja la encuesta es la experiencia del trabajo antes de ingresar a la prisión. En este sentido, Sozzo planteó que “hay una imagen muy difundida en el sentido común, que las personas que han cometido un delito o lo cometen frecuentemente son personas que no trabajan o que no lo hicieron nunca”.
En este caso la encuesta refuta ese argumento: “Ante la pregunta sobre si alguna vez de su vida, antes de estar preso, tuvo algún tipo de trabajo los niveles de respuestas positivas son 9 de cada 10”, manifestó Sozzo.
Comentarios