Los 207 pasajeros de Aerolíneas Argentinas permanecían varados ayer en el aeropuerto internacional de Auckland, Nueva Zelanda, luego de que un Airbus A340 con destino a Buenos Aires fuese desviado por la falla de uno de sus motores.
El avión, previsto para arribar en la capital argentina el jueves por la tarde, realizó un aterrizaje de emergencia en Auckland poco después de su despegue de la misma ciudad, a la que llegó procedente desde Australia.
Un grupo de pasajeros, entre los que se dio prioridad a aquellos sin visa para ingresar a Nueva Zelanda, fueron reubicados en otro vuelo de la compañía y llegaron a Buenos Aires el viernes, pero otras 200 personas todavía continúan varadas, dijo un portavoz de la aerolínea a Reuters.
«(El vuelo) vino con cuarenta pasajeros, y los otros 200 se van a repartir entre mañana y pasado, en los dos vuelos que tenemos viniendo el fin de semana», dijo un portavoz de Aerolíneas Argentinas.
La problemática empresa estatal tendría un déficit de 10 millones de pesos diarios, o unos 1.000 millones de dólares anuales, según cálculos de legisladores opositores.
«Ninguna persona vino acá a darnos información. Recibimos solamente cartas comunicando que pasa por debajo de la puerta a la noche. En la recepción del hotel queda la lista con el nombre de las personas y el horario de nuevos vuelos. (…) Las informaciones quedaron confusas», dijo Daniella Da Luz, una de las varadas en declaraciones a los medios.