Economía

Camino a la segmentación

Más allá del ahorro fiscal: ¿qué expone la quita de subsidio al 10% de hogares con mayores ingresos?

Los datos aportados durante las audiencias por el aumento de tarifas, expusieron que el esquema de subsidios vigente determina que los servicios se llevan un mayor porcentaje de ingreso en los hogares más pobres que en los más ricos, fenómeno que profundiza las desigualdades


Durante la semana que pasó se llevaron adelante las audiencias para tratar los aumentos de tarifas de luz y gas, debate que trajo como novedad la propuesta concreta de empezar a segmentar los subsidios. El puntapié inicial sería dejar de subsidiar el servicio para los hogares que perciben los ingresos más altos. Más allá del ahorro fiscal que pueda llegar a significar, los datos de Energía expusieron cómo una mala implementación de los subsidios puede profundizar las desigualdades.

Con el actual esquema de subsidios, para el 10% de los hogares con mayor nivel de ingreso, las tarifas de luz y gas representan menor incidencia en sus ingresos que para el 90% restante. Esto significa que el gasto en energía en relación al ingreso, es bajo para los sectores más pudientes y sustancialmente más alto para los hogares más pobres.

Si bien se presentó como el primer paso que propone el gobierno nacional para trazar el camino hacia la corrección fiscal que sugiere el acuerdo con el FMI, también se puede interpretar como una oportunidad para exponer las distorsiones que genera un esquema de subsidios para todos por igual. La lógica del ministro de Economía, Martín Guzmán, es que lo que se pueda ahorrar en subsidios, puede ser re direccionado a otros sectores, o bien a inversión en infraestructura hidrocarburífera.

El esquema de segmentación expuesto durante las audiencias determinaría tres escenarios para los usuarios. Habrá un 30% de la población cubierta por la tarifa social que no sufrirá aumentos. Otro 60% de los hogares argentinos tendrán un aumento cercano al 20%. En tanto, el 10% restante, que se supone es el que ostenta mayores ingresos, dejarán de percibir subsidios y pagarán hasta un 200% más por los servicios.

Los únicos privilegiados

Durante las audiencias informativas de la semana que pasó, desde el gobierno nacional respaldaron la decisión de quitar absolutamente los subsidios a una franja poblacional, explicando que actualmente las personas de mayor ingreso resultan las más protegidas por la política energética. Esto tiene que ver con que los hogares de mayores ingresos tienen un mayor consumo energético que los hogares de menores ingresos y por lo tanto reciben un monto mayor de subsidios.

La estructura del consumo de electricidad y gas natural por decil (variable que ordena a la población según sus ingresos) muestra que, si bien el consumo es creciente con los deciles de ingresos, el gasto en energía en relación al ingreso es sustancialmente más alto para los hogares más pobres. Esto responde, sobre todo, a la distribución de los ingresos, pero también a que el consumo de energía es más homogéneo que la distribución de esos ingresos. Es decir que, en proporción a sus espacios habitacionales, hogares de altos y bajos ingresos gastan lo mismo, pero muestran grandes diferencias a la hora de afrontar los pagos.

Otra cuestión que tuvo en cuenta el gobierno nacional a la hora de revisar tarifas, es la baja incidencia que tienen los servicios de gas natural y electricidad dentro del gasto total de los hogares de altos ingresos. Por ejemplo, en el decil de más altos ingresos se destina un 0,9% de los ingresos al consumo de energía eléctrica y un 2,2% al consumo de gas natural. El hecho de que la incidencia del subsidio sobre los deciles superiores sea baja, sugiere la posibilidad de disminuir el monto sin afectar negativamente la capacidad de pago ni el bienestar de estos sectores.

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Al analizar la distribución de los subsidios por decil, su comportamiento es muy similar al comportamiento del consumo. A medida que crece el consumo por decil, también se incrementa el monto destinado como subsidios aunque los esquemas de tarifa social tienen un impacto que compensa sólo parcialmente ese efecto entre los deciles 1 y 4. A esto refiere el gobierno a la hora de referirse al sesgo pro-rico de los subsidios.

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El peso que estos subsidios tienen como porcentaje del ingreso total familiar sugiere que la eliminación de los subsidios en los deciles de altos ingresos no tendría un impacto significativo en el ingreso disponible en estos sectores. Para ello, se estimó la masa de ingresos por decil para el año 2021, mensualizando y agregando el ingreso total familiar por decil provisto por INDEC.

Incluso, debe tenerse en cuenta que los ingresos de la EPH pueden estar subdeclarados y, por lo tanto, sobreestimar el indicador de subsidios como porcentaje de los ingresos en los deciles más altos. De este modo, se comparó la masa de subsidios recibida por hogar con el ingreso total del hogar para el año, y se obtuvo que la proporción de subsidios sobre el ingreso es mayor para el caso de la electricidad (intervalo decil 1:15,4% – decil 10: 1,5%) que para el gas natural (intervalo decil 1: 6,14% – decil 10: 0,72%).

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Los aumentos que vienen

Luego de las audiencias, instancia con carácter informativo y no vinculante, la decisión la tendrá la secretaría de Energía. Las correcciones comenzarían a tener impacto en la facturación de junio y julio (los meses de mayor consumo), y empezarían a verse reflejadas en las boletas de agosto. En principio, se trataría de la última revisión en el año.

Si bien el tratamiento fue para las tarifas de gas y luz, este último tiene impacto solo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), no así el primero de los dos servicios, ya que la decisión que se tome a nivel nacional tendrá injerencia en la evolución de las boletas de Litoral Gas.

En diálogo con este diario, Cristian Galindo, de la Red Argentina de Consumidores valoró la decisión de implementar la segmentación en los subsidios, aunque reconoció que esperan un avance más profundo.

Esto tiene que ver con que dentro del 60% de usuarios que afrontará el 20% de aumento restante, existe un universo amplio con diversidad de ingresos. Este sector incluye a los hogares con menos de 350 mil pesos de ingresos mensuales.

Cómo se determinaron los aumentos

Lo primero que se estableció durante las audiencias es el porcentaje de aumento que le corresponde a cada franja. Esto quedó determinado a partir del Coeficiente de Variación Salarial (CVS).

Según lo estipulado por el gobierno nacional, aquellas personas que cuentan con tarifa social iban a recibir un aumento equivalente al 40% del CVS durante el 2021. Como ese indicador fue del 53,4%, el aumento que le corresponde a esa franja es del 20%, valor que ya notaron durante el aumento de marzo.

Para aquellas personas que no cuentan con tarifa social, el incremento que sufrirán, responde al equivalente del 80% del CVS. Esa cuenta da un total del 42,7%, cifra que se compone del aumento de marzo y del que se podría aplicar en junio (20%).

En tercer lugar, aparece un 10% de la población que quedó incluida en el universo de lo que el gobierno nacional determinó como el sector con ingresos tales que no demandarían una ayuda del estado.

Se tomó como umbral para definir quiénes se considera que tienen una alta capacidad de pago a aquellos cuyo ingreso supere el valor de 3,5 Canastas Básicas Totales (CBT) para el caso de un hogar compuesto por cuatro integrantes (un varón de 35 años, una mujer de 31 años, una hija de 8 años y un hijo de 6 años).

Este valor alcanzó los $293.326 durante el mes de febrero y se proyecta que superará los $300.000 en el mes de marzo. Es decir, que recién a partir de ese nivel de ingresos se reduciría el nivel de subsidios de forma significativa.

De forma complementaria, se consideró como titulares con alta capacidad de pago aquellos que posean aviones o embarcaciones de lujo, posean 3 o más inmuebles registrados o posean 3 o más vehículos automotores de antigüedad de cinco años o menor. Estos umbrales se evaluaron en esta primera etapa por considerarse que son lo suficientemente amplios como para no cometer errores de exclusión significativos.

A modo de ejemplo, el ingreso total familiar del decil de mayores ingresos según la Encuesta Permanente de Hogares para el cuarto trimestre de 2021 va de los $188.000 a los $4.035.000. El valor promedio de la CBT para el Hogar 2 de INDEC fue de $74.143,08 por lo que el umbral para ser incluído en el segmento de menores subsidios se ubicó en $259.500,77. Es decir, se encuentra dentro del decil de mayores ingresos de ingreso total familiar relevado por el INDEC. Aun así, la cantidad de CBTs analizadas como umbral se puede modificar en función de reducir los errores de inclusión en los segmentos de menores subsidios o incrementar el alcance de dicho segmento.

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