El Hincha

Central

“Más allá de muchas cosas que pasaron, me siento querido y valorado”, aseguró el Kily

Cristian González charló en exclusiva con El Hincha: su futuro en el club de Arroyito y la ilusión de dirigir a la primera. “Quiero que Central se llene de jugadores de inferiores”, dijo el histórico volante por izquierda del Canalla y el seleccionado argentino


Cerca de cumplir con su segunda temporada como entrenador de la división reserva de Central, Cristian González no oculta su deseo de poder dirigir la primera. No lo declara abiertamente, es cierto. Pero el tema asoma en su discurso. Y en el corto plazo, el Kily tendrá que tomar una decisión importante: si renueva vínculo con los de Arroyito para seguir al frente de la reserva o si busca nuevos horizontes.

Su relación con Diego Cocca, su idea de juego y otros temas que atraviesan la realidad canalla fueron centro de la charla que el Kily mantuvo con El Hincha. Mate en mano, vía plataforma Zoom, y con la mejor predisposición, González abrió el juego con una reflexión sobre cómo lleva este parate del fútbol junto a su cuerpo técnico: “Con mis compañeros priorizamos lo sicológico y lo emocional por sobre lo demás, les estamos preguntando a los chicos en forma permanente cómo están, qué hacen, cómo se sienten. Hay mucha interacción en ese sentido. Además, hoy lo primordial es la salud. El fútbol es algo secundario porque sin salud no hay nada”.

 —El 30 de junio vence tu contrato con el club. ¿Estás pensando en tu futuro?

—Uno piensa en todo. Primero en la vuelta a la actividad, en cómo se volverá a entrenar y esas cosas. Lo que está claro, a partir de lo que uno va charlando con gente del fútbol, es que existe la chance de que haya una extensión automática para algunos contratos que terminan en junio, como el mío. Habrá que ver a qué apuntan los dirigentes. Mi idea es la de seguir trabajando, pero hay mucha incertidumbre en torno de cuándo y cómo volverá el fútbol. De todos modos, sinceramente, hoy lo que más me preocupa es la gente que la está pasando mal de verdad. Lógico que uno tiene ganas de estar dirigiendo de nuevo, de estar en acción, pero priorizo la preocupación por la salud de mis viejos y también por cómo la están remando muchos de mis amigos. Creo que eso es lo realmente importante. Después, el fútbol en algún momento volverá.

—Otro contrato que se termina el 30 de junio es el de Diego Cocca. Y ya hay charlas por una posible renovación de vínculo. Si Cocca sigue como técnico de primera de Central, ¿Kily González renueva como DT de la reserva?

—Eso se lo tenés que preguntar a los dirigentes.

—¿Pero a vos te gustaría renovar para dirigir la reserva?

Hay que ver qué me plantean los dirigentes. A lo mejor me hablan de una reestructuración futbolística del club debido a esta crisis que sufrimos y hay que adaptarse a otra cosa. Hoy no se puede hacer futurología. Lo que tengo claro es que a Central lo amo. Y tanto en mi etapa de jugador como en esta de técnico de reserva, me tuve que comer varias cosas. Y de todos modos todavía quiero seguir estando en el club. Eso sí, uno tiene que estar en un lugar que lo quieran y que lo valoren. Y en Central, más allá de muchas cosas que pasaron, me siento querido y valorado. Después, no me va a querer todo el mundo ni me va a odiar todo el mundo. Sería preocupante que eso suceda, significaría que algo mal estoy haciendo. Tengo mi forma de ser, mi carácter, mi personalidad. Lo que nadie puede cuestionar, aunque pueda sonar egocéntrico, es el amor que siento por Central, y lo que sigo haciendo por el patrimonio del club. Central es un club formador y vendedor de jugadores, históricamente fue así. Y yo trato de proteger a los chicos como en su momento otros entrenadores me protegieron a mí. Quiero que Central se llene de jugadores de inferiores.

—Hace poco tiempo, Leo Fernández venía trabajando con la reserva, tuvo la chance de dirigir la primera y lo hizo muy bien. ¿Este factor puede jugar a favor de que aparezca una oportunidad similar para vos en algún momento?

Obvio. Históricamente en este club, cuando uno está en la reserva, reemplaza interinamente al técnico de primera cando se va. La única excepción fue mi caso, cuando se fue el Patón Bauza y eligieron a (Paulo) Ferrari, que estaba como coordinador, para técnico de primera. Uno tiene que estar preparado porque la historia de Central dice que el que dirige la reserva puede reemplazar al de primera. De todos modos, yo soy empleado de Central y me debo a lo que deciden los dirigentes.

—Por cómo lo planteas, queda expuesto que la designación de Ferrari no te cayó bien.

No, y en su momento lo hablé con los dirigentes. No soy de esas personas que dice una cosa en un lugar y por atrás está diciendo otra. No me enojé, les dije que no estaba de acuerdo con esa decisión. Pero tengo que respetar las decisiones, para gusto están los colores.

—El partido de reserva puede contar con 100 o 200 espectadores pero, con el resultado puesto, opinan del tema 200 mil hinchas. ¿Cómo convivís con eso?

Es así, tal cual (se ríe). Los partidos los ven 200 personas y, cuando perdés, todo el mundo dice: “El Kily no sirve”, “No hay pibes en las inferiores”. Lo que hay que tener en claro es a qué le apunta el club con la reserva. Lo que a mí hoy me deja contento es la juventud de los jugadores que componen el equipo. Hasta tengo jugadores categoría 2003, que todavía no cumplieron 17 años. Nosotros estamos formando jugadores para la Primera División. Obvio que quiero ganar todos los partidos, lo mismo que los jugadores. Y una de mis tareas es hacer entender que en Central hay que ganar. Pero lo más importante es que estos jugadores lleguen a primera de la mejor manera, sin cometer tantos errores, que estén mentalmente preparados para jugar en este club, No cualquiera puede jugar en un equipo que cada vez que lo hace de local tiene 40 mil personas exigiendo. Todos queremos ganar, insisto, pero jugamos con un equipo de promedio de edad más bajo que el de los rivales y eso complica la posibilidad de conseguir resultados.

—Está instalado en el Mundo Central que tu relación con Diego Cocca no es la ideal. ¿Es así?

Es normal. No es una relación extraordinaria, está claro eso. No lo voy a negar. Ya lo dije y lo sigo repitiendo. Con Cocca hablé muy pocas veces y tengo una relación profesional con él. Tiene una forma de ver las cosas que la respeto, tiene su forma de manejarse, y está todo bien. La relación se hizo más lejana aún en el último tiempo con esto de que ya no entrenamos más en Arroyo Seco, donde lo hace la primera. Ahora estamos en la ciudad deportiva.

—¿Te parece mal que entrenen en lugares diferentes?

Acá hay distintos puntos de vista. Yo trabajo para la primera y si desde la primera dicen que es así, lo tengo que aceptar, de otra forma tengo que dar media vuelta y volverme a mi casa. Pero te cuento cómo veo yo la situación. Para mí no hay dudas de que la reserva tiene que entrenar cerca del lugar que lo hace la primera. Yo jugué en la reserva de Central y quería espiar lo que hacían los de primera, cruzarme algún jugador, cuando tenía un huequito trataba de ver cómo entrenaban. Esto también forma parte de una motivación para el jugador de reserva, que ya perdió el preliminar del partido de primera. Hay un montón de cosas que hoy el jugador de reserva no vive, y puede influir en el tema de la formación de ese jugador apuntando a la primera.

—¿Cuál es el esquema de juego ideal de Kily González?

Esquema ideal no tengo, Me gusta jugar con mediapunta, con enganche. Los últimos partidos de reserva terminamos jugando con un 4-3-1-2. En mi primera época en Central jugábamos así, con un mediocampo formado con Palma de cinco clásico, el Nuno (Roberto) Molina por derecha, yo iba por izquierda y Vitamina (Pablo Sánchez) era el enganche; arriba jugaban el Chelo (Marcelo Delgado) y el Puma (José Luis Rodríguez). Ese equipo, desde el funcionamiento, me quedó grabado en la cabeza porque salíamos a ser protagonistas en todas las canchas. Ahora se habla mucho de dibujos tácticos y de esquemas. Pero cuando arrancan los partidos las piezas se mueven y los futbolistas tienen que saber adaptarse a distintos planteos y situaciones de juego. A mí me gusta que mi equipo sea protagonista, que presione alto, el buen manejo de la pelota, faltarle el respeto desde lo futbolístico a cualquier rival, todas cosas que te exige la historia de este club. Pero el éxito de tu idea depende mucho de cómo la interpreten los jugadores. Si el jugador no está convencido de tu idea, de tu sistema, te los podés meter donde quieras.

Comentarios