Gerardo Martino sintió satisfacción. Lejos de molestarse por un empate que dejó a Newell’s más lejos de la punta, el entrenador elogió la forma en cómo encaró la Lepra su visita a La Bombonera e inclusive aseguró: “Nunca en mi carrera participé de un equipo de Newell’s que jugara de esta forma ante Boca”.
—¿Cómo analizás el empate que los alejó más de la punta?
—No me preocupa en tanto y en cuanto mantengamos la forma. Podremos ganar o no, podremos salir campeones o no, pero todos los que conformamos este momento de Newell’s la pasamos bien y eso es lo más importante. Jugando de esta manera, con una convicción muy grande por parte de los jugadores, lo demás será una consecuencia de lo que hacemos.
—¿El déficit sigue siendo la falta de gol?
—Yo creo que tenemos un déficit muy importante en no prolongar tanta tenencia de pelota en situaciones de gol. Pero también es cierto que a veces es difícil tener situaciones de gol cuando pasamos mucho tiempo del partido jugando 18 jugadores en veinte metros. Hay que ser muy preciso, hay que controlar la pelota en espacios cortos… hay partidos que somos más certeros y en otros no tanto. Y en los últimos encuentros se notó un poco más.
—Ahora dependen de que se caiga Vélez…
—Si hubiéramos ganado también dependeríamos de una caída de Vélez. Lo importante es que hayamos sostenido esta diferencia de un solo partido. Reconozco que lo más importante era ganar, pero lo peor que nos podía haber pasado era perder. Ahí la diferencia pasaba a ser de dos partidos y era más complicado.
—¿Creés que ahora ya no se pueden dejar puntos?
—Para tener chances hay que ganar los cuatro partidos. Pero yo siento que a pesar del empate progresamos un poquito. En realidad el único partido donde sentí que retrocedimos fue el segundo tiempo de Godoy Cruz.
—¿Te molesta que hoy se exija tanto sin recordar que hace 15 fechas estaban últimos en los promedios?
—No, porque es lo que hay en el fútbol nuestro de cada día. En el fútbol argentino lo único que interesa es lo que va a pasar el domingo. Y si el domingo ganás, está todo bien. Y si perdés, todo lo contrario. Por eso se juega tan mal. Y nos acostumbramos a eso como si estuviera bien. El otro día me dijo Jorge (Pautasso) si no trabajara en el fútbol argentino no me detendría a ver un partido. Y no está tan errado.
—De todas maneras desde tu lugar intentás cambiar algo…
—A mí me gusta lo que pasa en Newell’s. Me cambió este grupo de jugadores. Esta convicción de jugar así me la trasladaron ellos a mí y no yo a ellos. Y la verdad es que la pasamos tan bien jugando así que lo disfrutamos inclusive durante los partidos. Incluso muchas veces salimos jugando arriesgando y yo no me doy cuenta, ni siquiera lo sufro. En realidad es lo que sabemos hacer y si hasta acá llegamos así, no hay razón para cambiar.
—Apostaste fuerte en el inicio del torneo por Nahuel Guzmán y el tiempo te está dando la razón.
—Está muy bien. Pero todo pasa por el estilo de juego. En el fútbol argentino los partidos de Newell’s deben tener en tiempo neto jugado el mayor porcentaje, 55 o 60 minutos. Si además analizamos que nuestra posesión es casi siempre del sesenta por ciento, nos quedan 15 o 20 minutos donde el rival tiene la pelota y ahí es donde mostramos solidez. En realidad creo que nos crean muy poco por la forma de jugar que tenemos. Nuestro juego es una invitación al contragolpe y casi nunca sufrimos.
—La sensación es que te fuiste de La Bombonera muy conforme.
—Me fui muy bien. Yo le dije a los muchachos en el vestuario que en Newell’s jugué 15 años y más de 500 partidos. Acá me tocó irme goleado y también golear. Pero nunca participé de un equipo de Newell’s que se plantara en la cancha de Boca como éste. Y eso me gratifica.
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