Espectáculos

Estreno el jueves

Mariano Cohn y Peter Lanzani adelantaron detalles sobre su nuevo film “4×4”

El realizador y el actor hablaron de la película que tiene como eje la inseguridad y la violencia, y que también cuenta con las actuaciones de Dady Brieva y Luis Brandoni


Foto: Juan José García

Las puertas se cierran. La camioneta a la que Ciro había entrado hacía un instante para robar el estéreo se transforma en una especie de jaula. Está encerrado. Respira, intenta forzar las aberturas, llora, ríe, tiene hambre, sed, sueño, frío, calor. Los sonidos retumban. La respiración cambia de ritmo. El control lo tiene alguien más, afuera. 4×4 es un tour de force, una película basada en su gran mayoría en la actuación, en el cuerpo de uno de los actores del momento: Peter Lanzani, quien la reconoce como uno de los desafíos actorales más importantes de su carrera.

El film que también cuenta con las actuaciones de Dady Brieva (que se pone en la piel de Enrique, el dueño de la camioneta y operador del encierro) y de Luis Brandoni (uno de los policías que intervienen) llegará a las salas locales este jueves y despertará polémica. Las temáticas son muchas pero podrían resumirse en la inseguridad, en la violencia de una sociedad desolada ante la desigual distribución de la riqueza y las oportunidades, y la llamada “justicia por mano propia”. Esta película llega no sólo en un año electoral, sino también en un contexto en el que la violencia institucional recrudece, sin tomar una postura definida y con el objetivo, según sus realizadores, de generar debate. “En un punto, delega en el espectador, sobre el final, el sentido o la carga ideológica que se le quiere dar”, dijo Mariano Cohn, director del film, en medio de una charla con El Ciudadano.

“La película tiene varios puntos de vista, varias lecturas”, apuntó. “Ante todo es una película de acción, de género, un tour de force, un subgénero que podría calificarse como «de encierro»”, continuó quien forma junto a Gastón Duprat, una de las duplas creativas más reconocidas del cine argentino. “Es una película que interpela, que sacude al espectador porque toca un tema que en la sociedad está naturalizado y que de tan naturalizado que está no le prestamos atención o no lo discutimos como se debería, algo que a veces preferimos no discutir: la violencia, el miedo, la paranoia, la hostilidad, la inseguridad. Pero son muchos los temas que confluyen en este guión. Querer quizá sintetizarlo hace que uno hable de la inseguridad como si fuera un único problema y para mí el problema es mucho más grande”, apuntó uno de los responsables de éxitos como El Ciudadano Ilustre o El hombre de al lado.

“Cuando uno decide hablar de estos temas parece que tendría que filmar un documental, que tendría que hacerlo un antropólogo o un sociólogo. En este caso nosotros, a partir de todos los elementos con los que se construye un thriller, con los elementos comunes que tiene que tener una película para sostener el suspenso y la tensión, hicimos este guión que no sólo necesitaba de los guionistas sino de actores que tengan cierta opinión sobre el tema”, dijo Cohn, al tiempo que sobre las dualidades que presenta la película y los vaivenes del guión apuntó: “Fue muy discutido. No hay acuerdo entre nosotros. Entonces la película está abierta porque están representados todos los puntos de vista, todas las corrientes, todas las ideologías que puede disparar esta discusión. En un punto delega en el espectador, sobre el final de la película, el sentido o la carga ideológica que se le quiere dar”.

Las interpretaciones

4×4 ocurre en una calle de Buenos Aires en la que los vecinos siguen sus rutinas mientras en una camioneta insonorizada y polarizada Ciro intenta sobrevivir. “La película tiene una primera parte que está contada desde el punto de vista del ladrón, en la que uno es partícipe o acompañante del cautiverio del joven encerrado. Después tiene una segunda parte donde respira, donde hay un remanso y se presta a la reflexión. Hay una primera parte para sufrir y una segunda parte para pensar y esto tiene que ver con un duelo dialéctico, actoral, que hay entre Beto y Dady”. Así resumió Cohn el film con algunos spoilers que dio sonriendo. Beto es Luis Brandoni y Dady es, claro, Dady Brieva. “Tenemos los tres mejores actores posibles para esos papeles. El guión los esperó porque hay que tener mucha valentía para interpretar a estos personajes”, lanzó Cohn, para quien la película va a “sacudir al espectador”. “Al igual que me sacudió a mí cuando la vi. Después pone un poco la carga en el espectador, de acuerdo a la posición que uno tome frente a este problema, es el sentido que se le termina de dar a la película. Después de verla empieza otra película que es ésta, en la que estamos charlando del tema”.

El yin y yang

La elección de Brieva y de Brandoni no es casual, ambos actores suelen manifestar sus posturas políticas y representar a sectores opuestos de la sociedad. “Tanto Beto (Brandoni) como Dady trabajaron con nosotros en varias películas, mantenemos una relación con ellos desde hace mucho tiempo, y yo en ninguna película que haga ni en ningún hecho artístico me voy a privar de tener a ninguno ni a ambos por cuestiones ideológicas. Sí reconozco que ambos son como el yin y el yang y eso sí lo usamos. Hay una segunda parte de la película para pensar y esto tiene que ver con un duelo dialéctico, actoral, que hay entre Beto y Dady y ahí, tengo que confesar, exploté a los dos personajes al máximo pero no por razones ideológicas sino porque son tan diferentes uno del otro que venía muy bien para la película tener estos dos contrapuntos”.

Potencia y homenaje

De Dady Brieva, a Cohn le gusta su “potencia, la picardía que tiene para componer y la intuición”. “En todo eso mi trabajo fue moderarlo, irlo dosificando para que todo eso no se devele desde el comienzo”, apuntó y sobre Brandoni agregó: “Básicamente le dije «adelante maestro». No quise interponerme en ese tono actoral que tiene, quería explotar ese tono de Beto de Esperando la carroza o de Mi obra maestra. Para mí cuando habla, cuando actúa, es como tango, como un bandoneón”.

En primera persona

Antes de comenzar el film, en las placas de inicio, con las primeras imágenes y los logos de productores y auspiciantes puede leerse que 4×4 está dedicada a Alejandro Cohn, el hermano de Mariano fallecido en 2015. “Hace casi 4 años mi hermano fue víctima del abandono médico de una guardia de un hospital público, del hospital de San Isidro. No sólo fue víctima de un abandono sino que también lo fue de prácticas médicas violentísimas que terminaron con su muerte. Él era diabético, entró por una baja de azúcar, no lo trataron y en cuatro horas terminó muerto con lesiones gravísimas e irrecuperables. A partir de ahí hice la denuncia pública y penal”, introdujo el realizador, quien contó que actualmente hay diez médicos procesados por el caso. “Hay un dictamen médico forense del Cuerpo Médico de la Corte Suprema que avala absolutamente todas las denuncias que yo venía haciendo. Estoy esperando que se eleve a juicio oral y que también se conozcan los responsables políticos del municipio de San Isidro, que lo único que hicieron fue entorpecer, robar pruebas y encubrir”.

“Lo que busco es básicamente que los médicos no atiendan más, generar un antecedente para que no vuelva a suceder. Y que los responsables políticos vayan presos también”, dijo, al tiempo que sobre las razones por las que decidió mencionarlo en el film agregó: “Tiene que ver con una cuestión afectiva, todo este tiempo, mientras filmaba, estuve atravesado por esta lucha, por esta pelea y lo tengo muy presente al tema, tan presente que cada día cuando me levanto a la mañana lloro y me cuesta mucho superarlo. Estoy dispuesto a seguir, no me importa el tiempo que lleve, por los canales convencionales y civilizados, pidiendo justicia y que no se vuelva a repetir”.

“Creo que tanto esto que le pasó a mi hermano como el problema del que trata la película es una construcción que hicimos, la sociedad en la que nos movemos. Más allá de que la película sea dura y esto que estoy contando también lo sea, tengo una visión optimista de que se pueda mejorar la vida entre todos”, concluyó.

“Es una película que habla sobre temas muy tabúes en nuestro país”

“La película me pareció un desafío enorme”, dijo Peter Lanzani, quien supo demostrar su crecimiento tanto sobre las tablas del teatro como delante de las cámaras en cine y televisión. “Es un tour de force, una experiencia única, tanto física como emocionalmente, tener la cámara siempre encima, tener que ser escueto con cada una de las emociones, con cada una de las decisiones; no adelantar nada para que no se arruine el guión. La verdad es que son directores (en este caso Mariano) de género, que saben lo que hacen, que tienen una línea a lo largo de sus películas. No me iba a perder la oportunidad de tener esta vivencia y poder aprender de su cine”, contó Lanzani.

En los últimos años el actor viene abriéndose camino en el teatro, ese que no hace mucho lo trajo a Rosario como protagonista de la obra de teatro físico Matadero. En 4×4 Lanzani lleva la trama con sus expresiones, con sus emociones, con su cuerpo. Para hacerlo llevó al set gran parte de su experiencia teatral: “El teatro es la mejor plataforma para que el actor pueda entrenar. Ahí no hay cortes ni retomas ni nada. Si pifiás alguna emoción tenés que seguirla hasta el final. Últimamente vengo incursionando mucho en lo que es el teatro físico, con el cuerpo, es un lenguaje que quizá no tenía tan incorporado. El lenguaje del cuerpo es muy diferente al del habla, tratar de unir estos dos lenguajes era un desafío para mí. Esta película tiene eso al igual que las últimas dos obras que hice, que son El Emperador Gynt, que es un unipersonal, y Matadero”.

“Es una película que habla sobre temas muy tabúes en nuestro país y que en el cine hacía mucho tiempo que no se contaba así. Me parece que teníamos un desafío muy importante, que lo afrontamos con creces: no es una película que te marca desde una postura única”. Sobre cómo será la recepción del film en el actual contexto social y político, el actor lanzó: “Algunos se lo tomarán bien, otros mal. Los que se lo tomen mal me parece que están teniendo una mirada errónea porque la película no se para de un lado. El cine es entretenimiento, no va a hacer cambiar el punto de vista a alguien. Lo que tiene de bueno está película es que toca los distintos puntos de vista sin juzgarlos”.

Como actor Lanzani comenzó su camino en la factoría de Cris Morena llegando a ser una de las caras más visibles de Casi Ángeles. Después su carrera fue mutando y llegó a posicionarse como uno de los actores del momento, elogiado por su trabajo y participaciones en éxitos como El Clan y El ángel. En ese camino Lanzani reconoce tener una búsqueda constante salir de su zona de confort: “La incomodidad para el actor es lo mejor porque te hace sentir nuevas emociones. Partiendo de esa base hay que encontrar en esa incomodidad y en los desafíos, lo que te genera un crecimiento actoral”.

Actualmente Lanzani está grabando para Amazon Prime la serie Maradona, Sueño Bendito, una biopic sobre Diego Armando, en la que el actor interpretará a Jorge Cyterszpiler. “Estoy grabando la etapa en Argentina y en cualquier momento nos vamos a Barcelona y a Nápoles a seguir grabando. Estoy muy contento con ese proyecto”, adelantó.

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