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María Eugenia Schmuck: “El gobierno provincial y nacional le hicieron muy mal a Rosario”

La precandidata radical en la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe cuestionó las gestiones peronistas y defendió la reciente alianza provincial con el Pro. Valoró las obras de pavimento que se están haciendo y la urbanización de ocho barrios populares


Foto: Franco Trovato Fuoco

La definición de la identidad política de María Eugenia Schmuck fue de muy joven. De hecho, era una niña. Fue a fines de 1983, sus padres habían votado a Raúl Alfonsín y celebraban la recuperación democrática. Ella le escribió una carta contándole lo feliz que estaba y tomó una decisión: cuando tuviera edad para hacerlo, se afiliaría a la Unión Cívica Radical. Lo hizo a los 16 y a los 18, cuando entró a la Universidad para estudiar Ciencia Política, buscó enseguida a la Franja Morada. Cumplió también un sueño, conocer a Alfonsín. Ya como dirigente estudiantil tuvo la posibilidad de compartir espacios de discusión política.

“Le debemos a Alfonsín la recuperación de la democracia y de la institucionalización de los derechos y garantías individuales que siempre se vieron interrumpidos durante todo el siglo XX”, define la actual concejala, que busca renovar su banca este año. Primero disputará las internas de Unidos para Cambiar Santa Fe, el frente de frentes que reúne a radicales, socialistas y macristas.

A 40 años de la recuperación democrática Schmuck sostiene que le dan vergüenza las expresiones negacionistas del genocidio y puntualizó: “La memoria tiene que ser un ejercicio activo, permanente, con nombre y apellido, sin minimizar y con detalles. El que lo minimiza es porque es un irresponsable y el que corre ese límite es alguien que no me merece respeto a mí y espero que no le merezca el respeto de nadie y no lo voten”.

¿Cuál es tu mayor preocupación hoy en Rosario?

La violencia. Desde que la pandemia nos dejó, empezamos a caminar los barrios de la ciudad todos los días con el intendente Pablo Javkin y encontramos que el principal problema tiene que ver con la inseguridad. No depende del gobierno local sin embargo asumimos algunos recursos que logramos obtener durante la pandemia. Recibimos un municipio con una deuda estructural, con un déficit y una deuda flotante y aprovechamos la pandemia para poner en orden las cuentas y generar recursos propios que nos permitieron poner la ciudad en obras. 

También encaramos, con autorización del Concejo, la colocación de bonos que nos permitieron obtener recursos al tener las cuentas en orden y tener el respaldo necesario para hacer pavimento definitivo. Recibimos una ciudad con el 20 por ciento de luces Led. Pablo (Javkin) va terminar su primera gestión con el 75 por ciento de la ciudad con luces Led, no significa que den más seguridad pero mejoran el contexto. En una ciudad iluminada, se la hacés un poquito más difícil a los delincuentes que tienen impunidad para cometer delitos. Aprovechamos y pusimos pavimento definitivo en muchas calles de la ciudad que se estaban hundiendo. Porque hace treinta años se emparchaba. Y pensamos que “si vamos a hacer, hagamos las cosas bien” aunque nunca es recomendable hacerlo en año electoral porque a la gente le molesta que esté la calle cortada. Pero los recursos los tenemos ahora y con el 114 por ciento de inflación no podemos esperar a que pasen las elecciones porque eso significa menos cuadras de pavimento que si lo hacemos cuando tenemos el recurso. Lo hicimos tanto en el centro como en barrios de la ciudad que lo reclaman hace 40 años, como Empalme Graneros, Las Delicias, barrio Matheu y también estamos urbanizando ocho barrios populares. 

Todo esto se relaciona mucho con la seguridad. Barrio Banana encabezaba el ranking de asesinatos violentos en 2021, con más de treinta en el año. Hoy tiene dos en 2022 porque abrimos calles y las mejoramos, pusimos luces y cloacas. Cuando se mejora la calidad de vida de la gente que vive en un asentamiento irregular es la propia gente la que va corriendo a las mafias de su lugar y el barrio se integra urbanamente al resto de la ciudad. Hoy lo estamos haciendo en ocho barrios. 

Estoy convencida de que va por ahí y además, tratando de generar motores de crecimiento económico. Desde el Concejo hicimos junto al Ejecutivo una ordenanza de suelo industrial. Desde su aprobación en 2020, logramos que haya 85 industrias que se están instalando en la ciudad a pesar del contexto de inseguridad. Antes el reclamo era que se iban a las afueras de Rosario. 

Tenemos mucha microgestión. Nosotros vimos que el centro estaba totalmente caído y en la post pandemia empezamos a trabajar para recuperarlo. Hicimos un plan para recuperar las galerías, nos metimos de lleno a gestionar junto a los privados la reapertura de La Favorita. Generamos estrategias de promoción para que se ocupen los locales de peatonal San Martín y Córdoba. Hoy el 95 por ciento de los locales de las dos peatonales están ocupados, hace dos años había entre un 40 y 50 por ciento de ocupación. Las noches de las peatonales ayudaron. Arrancaron como una manera de volver a encontrarse post pandemia y se convirtieron en una estrategia cultural, comercial y de recreación del propio municipio para la ciudad. 

En eso estamos, tratando de combatir con nuestras armas que no son las armas vinculadas a la inseguridad, sino que son herramientas de gestión. Usamos todo lo que tenemos disponible para poder aportar a generar un contexto y mejorar un poquito la calidad de vida de los rosarinos desde el gobierno local.

Foto: Franco Trovato Fuoco

Pasaron más de diez años desde que asumiste en el Concejo por primera vez; ¿qué evolución viste en este tiempo?

Es otro Concejo. Asumí en uno en el que era muy difícil para una mujer joven tener algún grado de protagonismo porque había mucha gente de otra generación, las luchas feministas recién estaban en ciernes. Fue un Concejo muy duro los primeros años, incluso me metí con el cierre de cabarets y burlesques, con lo cual me metí de lleno en  un tema que molestaba a muchos de los que eran concejales en ese momento. Pero fue evolucionando para bien, hay de todo pero hay muchos concejales y concejalas fundamentalmente con las que en los últimos cuatro años hemos logrado construir una relación de mucho diálogo, de ponernos de acuerdo en muchos temas. Casi todos los temas los sacamos por unanimidad primero porque hay otra generación que tiene menos preconceptos y prejuicios respecto al que piensa distinto. Y segundo, yo viví otros intendentes y este intendente se juntó una innumerable cantidad de veces con todas las fuerzas políticas de la oposición. Pablo manda un proyecto y las distintas fuerzas, ya sea Ciudad Futura, el peronismo o Juntos por el Cambio, le plantean modificaciones y él no tiene problemas en sentarse a dialogar, resignar su proyecto original y trabajar sobre las modificaciones. Esto me dio mucha flexibilidad en el Concejo para poder sentarse en serio a trabajar sobre las distintas propuestas. Antes era imposible, el proyecto del intendente había que aprobarlo como venía. 

Pablo Javkin como intendente ha sido muy permeable a las modificaciones que puedan aportar desde la oposición. No se sabe tanto pero fue muy importante para mi gestión. Es mucho más fácil sentarme a debatir sobre proyectos estructurales importantes porque tengo esa flexibilidad. Me ha facilitado mucho la gestión y la hace mucho más interesante, porque en general con los aportes de las distintas fuerzas uno saca ordenanzas mucho mejores.

—¿Cuáles son tus propuestas para este nuevo período?

Tengo una obsesión que no he logrado todavía pero creo que este año se va a poder resolver. El intendente ha mandado un mensaje y yo tengo un proyecto de hace mucho tiempo para que todos los taxis y remises tengan la obligación de tener una aplicación, una app.

En un momento di la discusión de regular Uber pero no tengo el consenso en el Concejo. Es una batalla perdida. Pero sí podemos mejorar el servicio público de taxis y remises que hoy existe “uberizando” los taxis y remises, que sean obligatorias las aplicaciones. Permitís un doble control. Por un lado el del usuario que puede calificar al conductor, ver quién es antes de que lo venga a buscar, en qué auto viene, dónde está, por dónde lo va a llevar, puede pagar como condición sine qua non si quiere en dinero electrónico y después puede calificar el viaje, puede incluso denunciar algún inconveniente. Todos esos datos de la aplicación los tiene en vivo el Estado. Así, se acabó el “apago el GPS para que no sepan si estoy en la calle o no”, hay un control mucho más efectivo por parte del Estado con el usuario que ya se acostumbró a la aplicación. Lo venimos conversando con los taxis y remises y está muy cerca de poder aprobarse. 

El otro tema tiene que ver con la nocturnidad, Rosario hace años viene debatiendo este tema, proyectos míos y de muchos concejales. Incluso hay un borrador que logramos acordar en 2019, que después no salió. Todas las fuerzas políticas que lo trabajamos estamos avanzando para ver si después de las elecciones podemos ponerle quinta y que este año pueda salir. 

Estoy muy preocupada. La ciudad ha perdido mucha nocturnidad, la venía perdiendo antes de que nosotros asumiéramos y la pandemia terminó de cambiar muchas costumbres pero tenemos que tener una legislación que acompañe esos cambios de hábitos. Tenemos una legislación del 2001 en la que el parámetro es si se baila o no se baila. Parecemos la película “Footloose” en donde la gente tenía prohibido bailar. No puede ser. Rosario en algún momento hasta era la capital de la cultura y la diversión. Tiene que volver a serlo. No se trata solo del boliche como sinónimo de la nocturnidad, sino que nuestros artistas locales puedan tocar en bares y que haya muchos más espacios. La ordenanza que estamos trabajando tiene que ver con regular los clubes sociales y culturales.

—Tu campaña de cartelería pública tiene un tono más confrontativo: hay una acusación directa al gobierno nacional por la situación del narcotráfico.

Me harté. En estos tres años y medio con Pablo Javkin como intendente, no recibimos un peso de recursos para nada. Presentamos proyectos y no recibimos nada ni de Nación ni de Provincia. En un principio creímos que tenía que ver con la pandemia. En ese momento sí venían recursos, pero eran todos para asistir alimentariamente a la gente que no podía salir a laburar. En eso sí hubo un buen trabajo entre los tres niveles del Estado. Después no apareció ni un peso.

Estoy convencida de lo que digo por todos lados: nos dejaron solos en Rosario. Tanto el gobierno provincial como el nacional. De tres mil millones que vinieron para seguridad del gobierno nacional al provincial se le ajustaron 54, ¿dónde están los 2.946 mil millones? Soy una persona que se junta mucho con el ministro Brilloni, llevé a las escuelas, a los titulares, a los directivos de las escuelas privadas, nos hemos juntado con varios barrios de la ciudad que están agobiados por las entraderas y la respuesta siempre es que no tiene recursos. ¿Dónde están los 2.946 mil millones de pesos que mandó Nación? 

La segunda pregunta es que desde el propio presupuesto del gobierno provincial que se definió el año pasado para poder gastar en seguridad sólo se ejecutó el 40 por ciento. Tenemos 110 patrulleros en la ciudad, que por el nivel de violencia que tiene requeriría por lo menos 400. ¿Se combate la narcocriminalidad con patrulleros circulando? No, por supuesto que no y eso sí es responsabilidad de la Nación. 

Ahí está también la verdad del nivel de hartazgo que tenemos. Tenemos un ministro de seguridad, Aníbal Fernández, que dice que los narcos nos han ganado la batalla. Es una vergüenza, tanto a nivel nacional como provincial hablan de nosotros pero no se ocupan de nosotros.

Tenemos un presidente que vino el 27 de febrero de 2020 y nos dijo que nos iba a mandar cámaras. Esta semana las recibimos, seis meses antes de que se vaya. Además, nos manda 180 millones para comprar cámaras y el municipio pone 220 para poder colocarlas. Es una vergüenza, no somos un municipio autónomo con recursos propios. Los que ponemos la cara somos nosotros. Vamos a todos los barrios de la ciudad. A Alberto no lo vi caminando nunca la ciudad de Rosario en el momento más difícil de la ciudad. A Perotti tampoco excepto para inaugurar obras pero nosotros la caminamos hace 18 meses, vamos a los lugares más difíciles, atendemos todos los reclamos y el principal es la seguridad. Cuando no tenés las herramientas para resolverlo ni los recursos y bueno, empezás a agarrar lo que tengas para ponerlo a disposición de mejorar la vida de la gente. Llega un momento donde vos decís basta,  se nos acaba lo políticamente correcto.  El gobierno provincial y nacional le hicieron muy mal a Rosario. Por eso apuesto a una alternativa, ¿será igual? No sé pero por lo menos que sea gente distinta porque con esto nos ha ido muy mal. 

En tu última campaña en 2019 hablabas de la definición a nivel nacional del radicalismo de aliarse al PRO y la cuestionabas, decías que Alfonsín mismo había planteado que Macri era el límite. Ahora a nivel provincial se acordó una alianza con este espacio.

Lo que pasa es que estos cuatro años tuvimos una situación tan crítica y tan difícil donde el peronismo no nos dio ninguna respuesta, a pesar de que Javkin y Perotti tuvieron una relación institucional muy cordial. No hubo respuestas ni del gobierno nacional ni provincial y quiero pensar que es porque no éramos del mismo espacio político. Porque si pienso que es por desidia es mucho peor, era menos inteligente. Les concedo que haya sido por una intencionalidad política porque si es por desidia es mucho más grave. Entonces digo bueno, probemos con generar una alianza que por lo menos en Rosario conducimos nosotros, que es mi pago chico y el que a mi me importa. Lo conducimos nosotros sin dudas. Pablo es el  conductor de esta alianza y que venga todo el que quiera, hay que seguir estando en la trinchera en Rosario y tener en la provincia alguien que nos atienda el teléfono y nos devuelva recursos a la ciudad para poder afrontar este problema… Tiene que ver con una cuestión práctica más que nada.

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