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María Creuza a 50 años del disco “La Fusa”: “Fue un fenómeno a nivel mundial”

A medio siglo de la edición de una de las producciones musicales más destacada de la música brasileña, la cantante recordó su unión a Vinicius de Moraes y cómo ésta placa marcó su trayectoria. El material fue relanzado con grabaciones inéditas y se puede escuchar en plataformas digitales


Este año se cumple medio siglo de la edición de La Fusa, el famoso disco que en su primer volumen unió a María Creuza con el recordado músico y poeta carioca Vinicius de Moraes. La cantante remarcó que esa unión la llevó a cambiar su estilo como intérprete y que en diálogos con artistas como Norah Jones, quien le comentó haber disfrutado del material, supo que la experiencia fue un fenómeno a nivel mundial. Los dos volúmenes de la producción, grabados en Argentina, fueron reeditadas para celebrar sus 50 años junto a registros inéditos que se pueden escuchar tanto en los almacenes digitales como en CD. Pero lo que muchos no saben es que está pieza histórica tuvo un costado comercial: los shows integraron una campaña promocional en la Argentina del Instituto del Café brasileño para contrarrestar el éxito que estaba obteniendo la industria colombiana en el rubro con la conocida marca Juan Valdez.

Con estos fines, el grupo que asociaba a los empresarios cafeteros planificó, en 1968, una serie de shows con importantes artistas brasileños en el porteño Teatro Gran Rex que se inició con Elis Regina y culminó con un megarecital encabezado por Vinicius, en su primera visita al país, junto a Dorival Caymmi, Baden Powell, el Quarteto em Cy y Oscar Castro Neves.

Esta presentación contó con el respaldo en la producción argentina de Alfredo Radoszynski, dueño del sello Trova, quien forjó a partir de allí una relación laboral y personal con el gran poeta brasileño. Hoy su hijo Sergio es el responsable del sello RP Music que relanzó el histórico material. Este año los festejos por los 50 años del disco iba a contar también con un mega show en el Gran Rex el 1 de mayo, pero la pandemia aplazó ese plan.

Los recuerdos de Creuza

Consultada sobre La Fusa, la cantante recordó esos días con “mucha emoción y gratitud”. “Gratitud hacia el poeta (Vinicius de Moraes), que fue muy generoso al convocarme y darme la posibilidad de estar con él; y también hacia el público argentino que nos cobijó de esa manera. Fue algo inolvidable. Una experiencia única”, dijo María Creuza a la agencia de noticias Télam.

Según recordó, Vinicius la había escuchado cantar “Catendê” en Río de Janeiro y luego la vio por televisión. “Cuando me convocó fue un sueño porque yo lo admiraba mucho y siempre lo había escuchado para tratar de aprender de él, de Tom Jobim y de Joao Gilberto”, apuntó.

El suceso obtenido entre el público, en especial el argentino, es uno de los recuerdos más fuertes que Creuza tiene de La Fusa: “Yo no lo podía creer. No imaginaba que a la gente en Argentina gustara tanto esa música y conocieran las canciones. Al principio, a mí me intimidaba un poco porque no estaba acostumbrada a cantar con el público tan cerca. Me daba un poco de miedo. Tuve que cambiar mi manera de cantar por el tipo de música que hacíamos y por la cercanía de la gente”, confesó.

“Yo estaba acostumbrada a cantar más fuerte. Cantaba samba, muchos ritmos africanos. Era algo más hacia afuera. Pero cuando me uní al poeta fui cambiando. Tuve que cambiar mi forma de cantar para crear ese clima tan íntimo que tiene la bossa nova”, contó la artista y agregó: “Tenía una manera de cantar más hacia afuera, más fuerte, porque soy bahiana y ahí hay una tradición de ritmos africanos, con tambores. Pero la bossa nova requería algo más íntimo, más susurrado, como lo hacía Joao Gilberto. Yo empecé entonces a hacerlo así. Me acuerdo de una crítica que me gustó mucho que decía que yo tenía «voz de almohada». Fue la mejor definición. Justo al conocerme, el poeta me había dicho que mi voz «lo acariciaba». Fue una de las tantas grandes enseñanzas que obtuve de esta unión”, agregó.

Además, Creuza destacó el éxito que tuvo ese disco en su primer volumen, ya que el segundo, con María Bethânia en su lugar (Creuza no participó porque acababa de dar a luz a su hija), no fue igual. “En el primero, éramos un grupo en donde todos enriquecíamos las intervenciones del otro; mientras que en el segundo, cada uno hizo sus temas”, puntualizó.

“Esto fue un fenómeno a nivel mundial. Norah Jones me contó que siempre escuchaba mucho ese disco. Michael Bubble, Sting, George Michael son algunos de los artistas que fueron influenciados por la bossa nova del poeta. Yo nunca imaginé que iba a cantar con él y terminamos siendo como hermanos. No alcanzan las palabras para expresar lo que este disco y la obra de Vinicius significaron para mí y para la cultura de nuestra tierra”, compartió.

Una joya musical reeditada

El sello RP Music, perteneciente a Sergio Radoszynski, hijo del recordado dueño de la discográfica Trova, Alfredo Radoszynski, es la vía por la que en estos días se conoce el material con un formato 2020 que se consigue en CD y formato digital y del que no se descarta un futuro lanzamiento en vinilo.

Sergio Radoszynski  recordó que se habían grabado los shows en vivo “pero el audio no fue bueno. Entonces, se trasladó la grabación a los estudios ION y se decidió invitar a algunas personas para recrear el clima del vivo”.

El relanzamiento de estos dos volúmenes cuentan con grabaciones inéditas tomadas durante una reunión privada, en 1968, de la que además de Vinicius participaron Dorival Caymmi, el Quarteto em Cy y Oscar Castro Neves; y a la que también asistieron artistas locales como Astor Piazzolla, Amelita Baltar y el Cuarteto Zupay. “Quería lanzar algo especial pero de lo que tiene que ver con La Fusa no hay más nada que todo lo que se publicó. Entonces me acordé de esa reunión, en la que participé siendo muy chico, y me acordé que se había grabado”, relató el editor.

La fecha de este registro es una incógnita pero el propio Radoszynski reveló a Télam algunos datos que hacen prever que se produjo a fines de junio y que su lanzamiento ocurrió cerca de un mes después. “La referencia que tengo es que mi viejo se fue a Estados Unidos y Europa a tratar de colocar el material y se llevó el disco sin tapa, porque todavía no estaba lista. Él tiene que haber ido antes de agosto porque en ese mes allá es temporada de verano y no queda nadie. Por otra parte, el disco abre con «Copa do mundo» y se sabe que el Mundial de México de 1970 terminó el 21 de junio”, detalló.

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