Este mediodía unas 40 organizaciones sociales y jóvenes incluidos en el programa provincial Nueva Oportunidad se movilizaron desde la plaza San Martín hasta el Palacio de los Leones para pedir por la continuidad de la política que contiene a más de 17 mil chicos y chicas en situación de vulnerabilidad social en Santa Fe. A principio de octubre habían pedido, también con una marcha a la Legislatura en la capital santafesina, que el Nueva Oportunidad sea incluido entre las políticas estatales por ley. Ese proyecto fue girado por el gobernador Miguel Lifschitz en septiembre y todavía no fue tratado por el equipo que maneja la transición hacia el gobierno de Omar Perotti.
“A diferencia de otros proyectos de ley que surgen de una idea, este es fruto de la construcción colectiva y la experiencia de trabajadores y jóvenes que hicieron carne el programa Nueva Oportunidad”, señaló Lifschitz el mes pasado. “El Nueva surgió como una respuesta contra la violencia que se generaba, en ocasiones, por la falta de oportunidades. Porque sabemos que no hay nada más violento para los jóvenes que ver cómo se les cierran las puertas y no hay una mano tendida”, agregó el gobernador.
Preocupación
En diálogo con El Ciudadano, el director del programa, Luciano Vigoni, explicó que las organizaciones barriales, quienes capacitan y participan de los talleres están preocupadas por la continuidad de la política. “No hay certezas de lo que va a pasar con el nuevo gobierno provincial. Nadie se comunicó y las organizaciones y quienes participan no saben cómo van a transitar los meses de enero y febrero”, agregó.
Chances
El programa Nueva Oportunidad comenzó a implementarse en Rosario en 2013 y fue replicado en otras localidades a partir de 2016. Articula una red de más de 260 organizaciones de la sociedad civil, desde clubes, vecinales, parroquias hasta ONGs. Allí capacitan y contienen a jóvenes que no acceden al mercado laboral y tampoco disponen de recursos ni estímulos para volver a estudiar. A través del Nueva Oportunidad el gobierno entrega una beca económica a cambio de que esos chicos y chicas se capaciten en oficios, deporte, arte, entre otras disciplinas.
En los últimos 6 años las capacitaciones del programa derivaron en la creación de más de 50 emprendimientos de trabajo denominados Unidades Productivas y de casi 30 empresas sociales que progresivamente se insertan en la comunidad mediante su producción.
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