“Las cosas se pueden cambiar mediante la fe, pero la fe no implica pasividad. La fe es movimiento, y nosotros hoy marchamos para pedir por nuestros hijos”. Con esas palabras se expresó ayer al mediodía el pastor Eduardo Trasante, en medio del acto que se realizó al cumplirse un mes del asesinato de su hijo Jairo, de 17 años, quien fue ultimado durante la madrugada del pasado 2 de febrero en la esquina de Zeballos y Dorrego. De la movilización –que partió a las 11 de la puerta del bar adonde ocurrió el hecho para concluir en la puerta de la sede local de Gobernación, en Santa Fe y Moreno–, participaron familiares de otras víctimas de hechos violentos, quienes acompañaron el reclamo de justicia del pastor Trasante. Por el homicidio de Jairo hay una persona detenida.
Jairo, de 17 años, fue asesinado en la madrugada del 2 de febrero último en Zeballos y Dorrego. Según la investigación, el adolescente –hermano de Jeremías, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno– había protagonizado momentos antes una pelea dentro del bar Chiringo, ubicado en Dorrego 1049 y, al parecer, desde allí lo persiguieron sus matadores para darle muerte unas cuadras más adelante.
Por eso, la puerta del bar nocturno se convirtió en el punto de encuentro de familiares y amigos de Jairo, que a las 10 de ayer se convocaron en ese lugar para marchar una hora más tarde hasta las puertas de la sede local de Gobernación, en Santa Fe y Moreno.
“Estamos en la puerta de Chiringo porque el problema que terminó con la vida de mi hijo comenzó aquí adentro”, explicó el pastor Eduardo Trasante delante de las más de doscientas personas que concurrieron al encuentro.
“Creemos que Rosario está viviendo muchos dolores, muchos males y que es tiempo de salir a bendecir. Salimos a protestar, a gritar. Las muertes han generado mucho dolor en la gente y esto ha producido mucha maldición, producto de la impotencia, de la falta de respuestas. Hay mucha gente en dolor. Yo soy uno de ellos y creo que hay herramientas que podemos tomar y aprovechar para un futuro mejor para nuestra ciudad”, expresó Eduardo Trasante, al llegar al punto final de la marcha, en Santa Fe al 1700.
En el acto también tomaron la palabra el periodista Carlos Del Frade y Pedro Salinas, referente del movimiento 26 de Julio, quienes hicieron hincapié durante su discurso en la alarmante presencia de armas ilegales en los barrios y la posible participación de empleados policiales en la venta de las mismas.
De la marcha participaron además familiares de otras víctimas de hechos violentos en Rosario, entre ellos Mélani Navarro, la nena de 5 años que fue alcanzada por un disparo luego de quedar en medio de un tiroteo entre bandas en la zona sur el pasado 22 de enero; Nicolás López, un muchacho de 18 años asesinado en Tablada en febrero de 2013; e Iván Romano, de 20 años, muerto de un balazo en la zona noroeste en agosto del año pasado.
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