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Básquet

Marcelo Turcato: “Sin clases y con los clubes cerrados, volver a entrenar es una utopía”

El presidente de la Asociación Rosarina de Básquet dialogó con El Hincha para analizar la situación que se generó por la pandemia. Explicó qué problemática le trasladan los clubes y el deseo de trabajo en conjunto para cuando toque regresar a la actividad


El presidente de la Rosarina, con el presente recibido en la inauguración del estadio de Sionista.

La Asociación Rosarina fue una de las instituciones que con mayor celeridad comprendió la seriedad de la pandemia de coronavirus en el país y que reaccionó rápidamente al suspender los inicios de sus torneos. La convicción de tener como prioridad la salud de sus deportistas y colaboradores fue clave, por encima del aspecto económico. Hoy, con la situación en plena mejoría en la ciudad, la cautela es similar y la preeminencia en el interés colectivo sigue siendo la salud, aunque también hay una clara intención de interesarse en las necesidades de los clubes. En este momento, pensar en jugar, “es una utopía”, dice su presidente Marcelo Turcato y analiza las razones y el contexto en entrevista con El Hincha.

-¿Qué análisis hacen desde la Rosarina de la situación? ¿Ven cerca la chance de poder al menos comenzar a entrenar?

-Desde nuestra asociación venimos siguiendo con mucha preocupación esta difícil situación que ha generado la Pandemia. Indudablemente hablar de jugar al básquetbol en estos días o de entrenar, nos parece muy prematuro. Estamos trabajando en forma mancomunada con el Municipio y su área de Deportes y la supervisión del área de Salud, en la elaboración de borradores, los que varían continuamente y día a día. Vemos que algunas entidades han elaborado protocolos que a nuestro juicio no reflejan la situación de cada región. Cada ciudad tiene su realidad y su problemática, y cada club también. Vemos que CABB se ha mantenido con mucha cautela ante este tema que es tan serio y nos parece correcto. Otros sectores están muy ansiosos para retomar. Mientras no haya clases y los clubes sigan cerrados, hablar de volver a entrenar es una utopía.

-¿En qué consisten las charlas con los clubes y qué problemáticas trasladan ellos?

-Las charlas con los clubes obedecen a que hemos construido intensos lazos con ellos, que van más allá de los meros intereses personales. Durante las últimas décadas la dirigencia ha experimentado lo que algunos llaman “crisis de gobernabilidad”, resultado del agotamiento de un modelo personalista de desarrollo que seguía los lineamientos de los intereses de unos pocos. Tomamos el básquetbol como un movimiento deportivo y social que se ha expresado dentro de cada club de forma diversa. En virtud de eso no podemos estar ajenos a las dificultades que los clubes están afrontando. Cada uno de ellos expresa su problemática, debatimos y planificamos el camino a seguir cuando esto termine. La parte económica-financiera es el eje del debate, y la preocupación de parte de ellos de querer cumplir con los actores del básquetbol, es lo que más energía les consume.

-¿Están estudiando variantes para poder jugar aunque sea unos meses si es posible y los autorizan?

-La idea siempre es jugar. La realidad de hoy no nos permite avanzar en un formato determinado. El original de las competencias se va desdibujando con el paso de los días. No va a alcanzar el tiempo para desarrollar lo planificado a principio de año. Sí tenemos variantes, tanto para formativas como para mayores. Lo que falta saber es cuándo podremos retomar la actividad.

-¿Por qué se tomó la medida de suspender los descensos?

-Como las competencias no habían comenzado no tuvimos que suspenderlas. Esto nos favoreció en cuanto a poder resolver, y empezarlas cuando se nos autorice. En base a eso, y teniendo en cuenta las dificultades económicas de los clubes, decidimos suspender los descensos para liberarlos de contrataciones que no sabían si iban a poder utilizar. Los ascensos aún están vigentes, pero dependen del tiempo real de competencia. No vamos a ascender a nadie por haber jugado un torneo de un mes.

-¿Qué mensaje te gustaría darle a los involucrados en el básquet de la ciudad?

-Nuestro ambiente basquetbolístico es magnífico, solidario y creativo. Profesional, de excelencia, diría. Debido a esto, es un hecho que debemos estar unidos para la vuelta a la actividad. Todos tendrán que perder un poco, o en todo caso, ganar un poco menos. No hace falta reafirmarlo, los distintos sectores ya lo saben y van a apoyar como lo han hecho siempre. La lógica indica que los clubes son quienes generan, la Asociación organiza, los jugadores y los entrenadores actúan, los árbitros custodian las reglas, y los dirigentes de clubes generan políticas para contener los actores. No hay secretos. Eso es el básquet de la Rosarina.

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