David Ferrara
Ya se calmó la vorágine de vuelos, terminó una experiencia desafiante para Marcelo Roig, quien está nuevamente en Rosario tras conducir a las Abejas de León en la temporada de la Liga de México. No fue su primera vez en el exterior, pero tal vez la más exigente y la que lo llevó a apostar por algunos meses a su profesión en detrimento de lo afectivo y personal.
“Fue una buena experiencia. Sabíamos que teníamos un equipo que no podía equiparar en el presupuesto a la mayoría de los elencos importantes del grupo, pero pudimos darles pelea a todos y ganar varios partidos. En general el balance fue positivo, la organización quedó contenta con lo que hicimos”, analizó Roig, quien tenía un plantel corto, algo que se sintió en el desgastante formato del certamen: “Perdimos varios encuentros en finales cerrados y nos costaba mucho en el segundo partido de cada serie, porque se juega en días consecutivos”.
“El torneo me gustó, aunque se tuvo que hacer demasiado corto por las circunstancias que se atraviesan. La idea fue priorizar siempre la salud de los jugadores y entrenadores y por eso no se dudó en parar la competencia, suspender partidos o acortar las finales. Siempre estuvo claro que el partido que había que ganar era contra el Covid. Es una Liga muy importante, con gran futuro y me encantaría repetir la experiencia”, analizó el entrenador que pasó por Talleres, Provincial, Temperley y Gimnasia, entre otros, y que también se desempeñó en Ecuador y España.
Ya desde Argentina, Roig siguió las finales del certamen mexicano y en el balance, cree que Fuerza Regia fue merecido campeón en la final ante Aguacateros: “Creo que Fuerza Regia fue justo ganador. Pudo imponer su estilo de juego y fue de menos a más en el torneo y en la final. Acomodó su roster durante la temporada para poder llegar muy firme a la etapa final y fue merecido campeón”.
El experimentado entrenador ahora aguarda la reactivación del básquet nacional para escuchar propuestas, aunque también se ilusiona con un posible regreso a México: “Tengo ganas de volver a dirigir y me encantaría volver a la Liga de México, pero también me atrae la chance de estar en un proyecto de la zona. Es momento de esperar a que el básquet comience a moverse nuevamente”.
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