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Marcela y Felipe Noble se negaron a la extracción

La jueza Arroyo Salgado los había citado en el Hospital Durand para obtener material genético confiable.

Los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble no concurrieron ayer al Hospital Durand, donde habían sido citados por la jueza Sandra Arroyo Salgado para que les sean extraídas muestras que permitan obtener su ADN y establecer si son hijos de desaparecidos.

Marcela y Felipe Noble Herrera debían comparecer a las 9 donde funciona el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), según la orden de la magistrada que lleva adelante la causa por la presunta apropiación de los hijos de la dueña del Grupo Clarín durante la última dictadura.

Según lo publicado días atrás por el diario Clarín, los abogados de los jóvenes adelantaron que interpondrían un escrito ante la Cámara Federal de San Martín impugnando la medida solicitada por la jueza.

Pablo Llonto, abogado de una de las querellas, sostuvo ante la prensa en las puertas del Hospital Durand que “es un escrito desesperado más para entorpecer y demorar la investigación”, y recordó que “desde diciembre de 2002 está ordenada esta medida de prueba que ocho años después todavía no puede cumplirse”.

Abuelas exige nuevas muestras

En tanto, en conferencia de prensa en la casa de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto aclaró que la medida de tomar muestras en forma obligatoria, en caso de que exista negativa por parte de los hijos adoptivos de Noble, fue un pedido de la institución “dado que no existen certezas sobre las muestras obtenidas en diciembre de 2009”.

En esa oportunidad, las muestras fueron ofrecidas voluntariamente por los jóvenes en el Cuerpo Médico Forense y no en el BNDG como estipula la ley. Carlotto recordó que en lo referente a aquel material recabado “no se garantizó debidamente su cadena de custodia”.

“Además, el establecimiento no estaba habilitado legalmente para tal función y los peritos de las querellas tampoco pudieron presenciar el procedimiento”, dice el comunicado leído por Carlotto.

Agregó también que “luego de ser separado de la causa, (el juez Conrado) Bergesio retuvo por 13 días un juego de muestras en la caja fuerte de su despacho, la cual apareció con una manija rota el día que iban a ser trasladadas a otra dependencia”.

“Tampoco existen garantías de que las muestras obtenidas en los allanamientos realizados por Bergesio en diciembre de 2009 pertenezcan a Marcela y Felipe”, recordó la referente de Abuelas, porque en ellos “la Policía demoró más de una hora en ingresar a las viviendas después de avisar a los ocupantes”, a la vez que “los otros objetos secuestrados (cepillos de dientes, peines, máquina de afeitar) presentaban varios o ningún perfil genético”.

Como conclusión, señaló Carlotto, “tras dos meses de trabajo, el Banco Nacional de Datos Genéticos y todos los peritos de parte coinciden en que no pueden afirmar que los perfiles genéticos detectados efectivamente pertenezcan a Marcela y Felipe” y que por esa razón “la jueza entendió necesario superar todos los interrogantes y recabar material genético directamente del cuerpo”.

“Una extracción sanguínea contra la voluntad de la víctima sólo sería viable si no existiera otro medio idóneo para obtener ADN”, dijo Carlotto, y concluyó: “El tiempo avanza inexorablemente y los familiares que buscamos a los hijos de nuestros hijos hace casi diez años que aguardamos para confirmar o descartar si Marcela y Felipe son hijos de desaparecidos”.

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