Policiales

Mar del Plata: asesinaron a un adolescente “por error”

Tenía 16 años y, junto a sus amigos, iba a festejar San Patricio. Recibió un balazo en el cuello por parte de un hombre que, desquiciado, confundió a su víctima.

Un adolescente de 16 años, que estudiaba en el secundario y jugaba al básquet en las inferiores del club Peñarol, fue salvajemente asesinado de un balazo cuando iba junto a un grupo de amigos hacia una plaza para celebrar la fiesta de San Patricio.

El crimen, que trascendió esta mañana, se produjo en la víspera, cuando el adolescente –identificado como Franco Castro López e hijo de los dueños de una cadena de farmacias de esta ciudad– recibió un disparo de arma de fuego que le impactó en el cuello.

El homicidio supuestamente se desencadenó porque el asesino creyó que los chicos le habían faltado el respeto a su hija en la calle y quiso vengarse a los tiros, según trascendió.

En ese sentido, los investigadores –después de tomarle declaración a los amigos de la víctima– descartaron la posibilidad de que el grupo se hubiera cruzado con una chica, según la información publicada por el diario La Capital de esa ciudad.

Tras el crimen, la Policía busca a dos hombres de entre 30 y 40 años, que podrían ser de la zona donde ocurrió el homicidio, pero las fuentes consultadas no lo confirmaron ya que mantenían la investigación bajo un fuerte hermetismo.

El hecho ocurrió ayer por la madrugada, cuando Franco, junto a seis amigos, salió de su casa ubicada en Alvear al 4500 para ir a la fiesta de San Patricio que se estaba realizando en la Plaza del Agua, en esta ciudad.

De acuerdo con lo indicado, el grupo de amigos caminaba por Alvear entre Vieytes y Juan José Paso cuando vieron pasar varias veces a alta velocidad a un Citroën C3 gris con vidrios polarizados.

En un momento determinado, el auto frenó y el acompañante con el torso desnudo y una campera apoyada en sus hombros bajó y les dijo, según sus testimonios: “¿Quién mierda le tocó el culo a mi hija?”.

Si bien los jóvenes no entendían qué pasaba, el sujeto los seguía interrogando e insultando, hasta que llegó a sacar un arma.    Por el susto, algunos de los chicos salieron corriendo, otros se alejaron unos metros, pero a Franco el miedo lo paralizó.

En ese momento, el sujeto disparó e hirió de muerte a Franco, tras lo cual se subió al auto y escapó junto a su cómplice.

Desesperados, los amigos del adolescente llamaron a la ambulancia, pero Franco no resistió y murió apenas llegó al hospital, según lo señalado.

El personal de un patrullero que estaba sólo a dos cuadras del lugar llegó rápido a la escena del crimen e intentó ayudar a Franco, pero la herida era de extrema gravedad.

Una vez trasladado el joven en ambulancia, efectivos de la comisaria 9na, peritos de la Policía Científica e investigadores de la DDI trabajaron sobre la escena del crimen y recolectaron diferentes tipos de huellas.

Tomó intervención en el caso el fiscal Juan Pablo Lódola, quien ordenó diferentes medidas para conseguir pistas firmes sobre el asesino.

Según las fuentes consultadas, la escena era conmovedora: los amigos de Franco no podían cree lo que había pasado. “Los chicos contaron que fue todo una locura. Ellos no tenían nada que ver con lo que les decía el asesino, sólo iban caminando hasta la Plaza del Agua. Lo mató por error o porque tenía ganas de matar”, afirmó una fuente extraoficial.

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