Espectáculos

Entre el cine y la tevé

Maite Lanata, con la curiosidad como motor

En un gran momento de su carrera en el que forma parte de la exitosa tira de Telefé “100 días para enamorarse” y es la protagonista del film “Yanka y el espíritu del volcán”, Maite Lanata habló de sus motivaciones y desafíos


Maite como Yanka.

Maite Lanata tiene 18 años y una larga carrera en la actuación. Actualmente es la protagonista del film de aventura, fantasía y efectos especiales Yanka y el espíritu del volcán, que se incorporó a la cartelera de cine local el pasado jueves, al tiempo que interpreta a Juan, un chico trans, en la exitosa telenovela de Telefé 100 días para enamorarse.

El público la vió actuar desde chica cuando, entre otros trabajos, personificó a Alma, una niña autista, en la novela El Elegido que le valió una nominación a los premios Martín Fierro 2011 como revelación.

Maite es cálida y desestructurada, también curiosa, elige los papeles por su “valor social” o por cuán distintos son a su propia personalidad o contexto. Lo que busca es aprender. “Me gusta que a través de ellos pueda tener una información que no tenía antes. Que me hagan investigar sobre el mundo propio de cada personaje”, apuntó en una charla vía mail y audios con El Ciudadano con motivo del estreno de Yanka….

Si bien la televisión le brindó gran popularidad, Maite prefiere el cine. “Tenés más tiempo para preparar el personaje y desarrollar cada escena”, confesó quien en el film que dirige Iván Abello desarrolló su primer protagónico en la gran pantalla.

Historias y desafíos

Yanka… se basa en la leyenda mapuche de Pillán, un espíritu todopoderoso que le enseño a usar el fuego a los humanos y que, al ver que fue usado para la guerra, se enfurece y manifiesta su ira con erupciones volcánicas. Yanka es una joven de 13 años que vive en la ciudad con su padre después de que su madre la abandonara diez años antes. La mujer se perdió en el bosque del Copahue la noche en que el volcán entró en erupción por última vez. Pero Yanka nunca creyó esa versión y un día decidió ir a buscarla. En medio de su búsqueda, repleta de personajes como Chucao, un duende, y Lihuén, un joven que conoce todos los secretos del bosque, la joven descubrirá su identidad y se adentrará en la cultura Mapuche.

“Cuando me prepusieron el proyecto lo que más me atrajo fue hacer una película con efectos especiales, si bien no soy muy consumidora de películas fantasiosas, me gustaba la idea de hacerlas e imaginarme toda una situación que no estaba”, dijo la actriz, al tiempo que reconoció no haber sabido, antes de la película, de la leyenda Mapuche. “Lo que también me atrajo fue conocer a Beatriz Pichimalen, una referente muy importante en la comunidad, y que nos cuente un poco sus vivencias, sus canciones y el significado de las letras”, explicó quien entre sus personajes también fue Luna Lunati, la nena secuestrada dentro de la cárcel en la primera temporada de El Marginal.

En Yanka… se muestra “la diversidad cultural”, apuntó. “Deja un mensaje dentro de lo que es una película para chicos”, agregó la joven que con mucha frescura recordó las jornadas de filmación de la película en la que también participan Hugo Arana y Gastón Pauls, en Caviahue, Provincia de Neuquén con “mucho viento y frío (en pleno verano)”, aclaró. “Y la experiencia de un equipo muy unido por compartir el mismo hotel y pasar muchos momentos todos juntos. Filmar las escenas con ese clima costó bastante, acomodarse a otra altura, nos agitábamos mucho cuando corríamos, me quedaba sin aire rápido. Por eso tuve que entrenar bastante para el personaje”, enumeró.

Ir a las fuentes

La investigación parece ser una constante en la carrera de Maite. Para componer a Juan, en 100 días para enamorarse, se reunió con gente de ATTTA (Asociación Travestis Transexuales Argentinas) y habló con chicos que vivieron lo mismo que su personaje, participó de reuniones y buscó información. “Fue un desafío”, reconoció. “Sabía que iba a necesitar mucha información porque siento que por ahí se podía tomar a burla y no quería que suceda. No quería exagerar la postura masculina. Tenía que buscar un equilibrio. Fueron vivencias hermosas”, dijo.

“Está buenísimo que se toque un tema así en un horario central porque llega a muchas personas, encima está teniendo mucho rating entonces se llega a más espectadores. Por ahí para muchos es algo que desconocían o por ahí a sus hijos les está pasando algo similar y pueden entenderlo mejor. Porque se visualizan situaciones que le pasan a Juan en su intimidad, mirándose al espejo”, opinó.

Consultada sobre qué piensa de quienes dicen que su personaje y contexto están muy edulcorados en la novela, Maite contestó: “Imagino que tiene que ver con que los padres, amigos y ahora el abuelo aceptan a Juan, y que por ahí es algo que no sucede con muchos chicos”, dijo. Y se puso seria: “Por ahí los contextos son con menos aceptación pero está bueno que se muestre así porque da esperanza a algunos chicos que no tienen la mejor de las contenciones y pueden buscarla con fundaciones y con grupos de chicos trans que se juntan y pueden tener el apoyo de quienes están pasando por lo mismo”, concluyó.

“Es el riesgo el que mueve al arte”

Comentarios