El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, visitó ayer el acampe de la comunidad Qom de Formosa en el centro porteño y junto a su líder, Félix Díaz, asumió el compromiso de abrir “una mesa de diálogo para atender los reclamos e iniciar un trabajo conjunto” si llega a la Casa Rosada.
“Me he comprometido, en caso de ser electo presidente, a recibirlos en la Casa Rosada para iniciar una mesa de diálogo. Hay mucho por hacer y dialogando y respetando la historia tenemos que encontrar caminos comunes de crecimiento”, resaltó Macri.
A su turno, Díaz afirmó: “No queremos intermediarios ni que nos apadrine nadie; queremos ser actores sociales directos dentro de una construcción colectiva”.
“Valoramos el gesto del señor Macri de llegar hasta acá”, señaló el líder de la comunidad Qom, en la carpa instalada en el cruce de Avenida de Mayo y 9 de Julio, en la ciudad de Buenos Aires.
Además, expresó su deseo de que esta iniciativa se traduzca en “algo concreto para que los pueblos indígenas empiecen a levantarse y puedan estar adentro de la figura de los derechos humanos y que no seamos un mero discurso”.
El postulante de Cambiemos y Díaz firmaron un acta que los compromete a poner en marcha un mecanismo de diálogo a partir de 10 de diciembre próximo, si el jefe de Gobierno gana el balotaje y llega a la Presidencia.
Junto al jefe de Gobierno porteño estuvieron la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad, Carolina Stanley, y el subsecretario de Derechos Humanos de la administración porteña, Claudio Avruj.
“Ellos quieren ser parte de una Argentina que crece, que progrese y que les permita tener acceso a un buen trabajo y a una buena educación pública y yo les he dicho que no me imagino una Argentina que no esté unida a partir de esos objetivos. Me siento muy identificado con el pedido del cacique Díaz”, agregó Macri.
La comunidad Qom mantiene un acampe de protesta el pleno centro porteño desde principios de este año debido a lo que consideran el “incumplimiento constante” del gobierno provincial del peronista Gildo Insfrán respecto de sus obligaciones constitucionales para con los pueblos indígenas.
Puntualmente, buscan que la Nación los ayude a concretar la devolución de unas 7 mil hectáreas en Formosa que el gobierno provincial cedió a Parques Nacionales y multinacionales, y exigen además que la Corte Suprema haga cumplir las leyes nacionales y los tratados internacionales que los protegen, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Más tarde, el líder del PRO arribó a Formosa, en donde aseguró que el oficialismo “tiene miedo de perder el poder y por eso inventan todas esas cosas” y afirmó que “esta campaña del miedo que está encabezando el Gobierno nacional se les está yendo de las manos”.
En tanto, la diputada nacional aliada de Cambiemos, Elisa Carrió, cuestionó ayer al oficialismo por la supuesta campaña del “miedo” contra Macri, y consideró que “asustar a los pobres no tiene perdón de Dios”.
“Asustar a los pobres con pérdida de derechos es un crimen moral que no tiene perdón de Dios”, enfatizó. “No está en nuestras cabezas y políticas empobrecer a la sociedad, sino hacer prosperar a todos”, subrayó la legisladora nacional.
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