País

Submarino ARA San Juan

Macri pidió no buscar culpables y la Armada admitió que no hay pistas

Habló en el edificio de la Armada. Junto a él estaban el cuestionado ministro de Defensa, Oscar Aguad, que no dijo palabra, y el almirante Marcelo Srur, jefe de la fuerza de agua


A nueve días de la desaparición del submarino ARA San Juan, el presidente Mauricio Macri habló por primera vez en medio de cruces de acusaciones, versiones e hipótesis de todo tipo y especulaciones políticas en torno a la suerte de la embarcación. “No hay que aventurarse a buscar culpables”, pidió el jefe de Estado desde el edificio Libertad, sede de la Armada. El clima no es el mejor: la propia fuerza está bajo la mira por resquemores respecto de cómo manejó la información sobre el incidente y la fluidez con la que comunicó las novedades hacia lo alto de la cadena de mandos, en cuya cúspide está el mandatario.

Macri dijo lo suyo con gesto serio y al lado de un ministro de Defensa también cuestionado, Oscar Aguad, que se ubicó a la derecha del presidente. A la izquierda estaba el almirante Marcelo Srur, jefe de la Armada. A las 13.26, el presidente inició su breve declaración: “La desaparición y actual búsqueda del submarino ARA San Juan nos ha repercutido, yo diría conmovido, a todos los argentinos. Es un momento difícil para todos, en especial para los familiares” de los 44 tripulantes, dijo, y los definió como “héroes”.

El jefe de Estado arribó al edificio Libertad en helicóptero desde Olivos. Lo acompañaba apenas su vocero, Iván Pavlosky.

Antes de que hablara el presidente, en el mismo edificio lo hizo el vocero de la Armada, Enrique Balbi. Admitió que no lograron ubicar al submarino desaparecido y que carecen de información precisa acerca de lo que le ocurrió. No dejó muchas esperanzas, dado que se presume que la explosión detectada en el ARA San Juan fue en el borde del talud continental, donde la profundidad del fondo oceánico se incrementa abruptamente: explicó que los equipos de rescate no disponen de tecnología para llegar más allá de los 600 metros bajo la superficie.

Balbi también salió a responder las críticas por el manejo de la información sobre los sucesos. Reconoció la posibilidad de “errores”, pero defendió la forma en que se maneja el caso. “No somos infalibles, podemos cometer errores. Si hubo un problema en la comunicación a los familiares, la Armada no va a dudar en pedir disculpas y corregir la situación”, remarcó el vocero.

 

¿Reduciendo la grieta?

Medios de comunicación y periodistas afines al oficialismo, además de opinadores por redes sociales, salieron a deslizar responsabilidades sobre el kirchnerismo por la tragedia. El argumento fue la reparación de media vida que le hicieron al submarino durante las anteriores gestiones presidenciales, sobre la que posaron dudas. Macri pareció querer desactivar esa catarata de chicanas políticas, que se transformó en cruce y puede terminar en boomerang para la Casa Rosada. El presidente señaló que la investigación que debe seguir al esfuerzo por ubicar la embarcación perdida deberá determinar “cómo puede ser” que haya sucedido este hecho en un “submarino que fue llevado a reparación en media vida y estaba en perfectas condiciones para navegar”.