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Reflexiones

Macri es el gestor de la megaoposición

Mauricio Macri adelantó que vetará la ley “antidespidos” y disparó contra los escasos defensores que le quedan en el universo gremial. Entre los tarifazos, la expulsión de personal y la escalada inflacionaria –que en abril treparía al 7 por ciento–, el acto que la penta-CGT armó por el Día del Trabajador se tiñó, en particular en los últimos días, de un intenso color anti-gobierno.

No fue el plan original de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Gerónimo Momo Venegas, tres caciques gremiales que por su activa postura anti-K quedaron más cerca del macrismo. Incluso Antonio Caló, de la CGT que fue oficial hasta el 10 de diciembre, y el ceteísta Pablo Micheli defendieron la línea de que el acto y la movilización tengan una agenda puramente sindical sin explícitos ribetes políticos.

Por eso, Moyano y Barrionuevo sentaron a la mesa también a Hugo Yasky, de la CTA filo-K, para abarcar todo el abanico sindical. Con los días también se plegaron el gremialismo clasista y de izquierda que se sumó con sus consignas y el peronismo que viene del dispositivo K, con lo que la jornada fue adquiriendo un perfil anti-Macri. De esas trincheras brota la crítica al “ajuste macrista”.

Pero en la última semana, el propio Macri jugó para producir el alineamiento de esas tribus distintas y, en muchos casos, antagónicas. Al final, no sólo el PJ bonaerense se movilizó sino también el Movimiento Evita y hasta el Nuevo MAS, además de agrupaciones híper K como “La Martín Fierro” y columnas de todo tipo y color: desde el Sutba de Facundo Moyano al Movimiento Quebracho de Fernando Esteche o columnas de los intendentes bonaerenses del PJ.

La diversidad requirió, incluso, de un aceitado ordenamiento de las columnas y las posiciones en torno al escenario que se montó en Paseo Colón y avenida Independencia, para evitar encontronazos entre grupos que han estado, durante años, en veredas opuestas.

Las malquerencias quedan en stand by por mérito de Macri. Su furia contra la ley “antidespidos” sumó otro argumento a un paquete más grande: los gremios esperan que Nación les gire fondos retenidos de obras sociales tal como se lo prometió Jorge Triaca “en nombre del presidente” y durmió la discusión por Ganancias, que fue ítem sensible para los gremios hasta que dejó lugar a la “urgencia” de evitar despidos. Con más cintura se mostró el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, que habló de ensamblar la ley votada en el Senado con la que discute Diputados. Con acuerdo de Sergio Massa, podrían bloquear la norma que votaron los senadores sin que Macri deba pagar el costo de vetar. En Gobierno sufrían porque antes de que la ley sea ley, el presidente ya dijo que la vetaría. Un costo precoz. “Momo” Venegas, que recuperó el Renatre gracias a Macri, empujó la última semana para que el scrum sindical limite el protagonismo de los sectores anti-Macri. No lo consiguió. “Macri junta en contra lo que Cristina no juntó a favor”, sintetizó un cacique sindical.

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