Daniela Barreiro
Macarena Muñoz empezó a componer desde muy pequeña como una forma de expresar lo que sentía. Después se formó, compartió pasajes de esos años con otros artistas y en 2013 editó su primer disco solista titulado Semilla. El material fue firmado como Maca Mona Mu, un collage de su nombre de DNI que busca recordarle que la música es y será un espacio lúdico para ella. “En el Calendario Maya soy Mona Espectral Azul, que tiene que ver con ser el niño que juega eternamente. Como todo esto de la música empezó como un juego para mí, me puse el Mona para recordar cómo empezó y no olvidarme de esa esencia”, contó la artista a El Ciudadano en una charla en la que adelantó que este viernes viene a Rosario para mostrar en el multiespacio Lavardén versiones despojadas de las canciones de su cuarto y último disco, titulado Kelp.
El show será en formato dúo, con Juanito El Cantor en fecha compartida con Pablo Comas, y presentará versiones más íntimas y austeras de nuevos y viejos temas de su repertorio. “Cuando sale un disco esta bueno volver a sus versiones más «álmicas», más esenciales. Más allá de que también está bueno ver la banda completa y disfrutar de los arreglos, el formato dúo va más a la esencia de la canción”, apuntó la artista que en 2019 editó el disco Bambú, que contó con la colaboración de Hilda Lizarazu; seguido de Kalanchoé, que contó con la producción de la talentosa guitarrista Lucy Patané.
Saltar
Los tres discos anteriores de Macarena están en tierra, caminando en una superficie de la que ella decide saltar con un nuevo material. “El Kelp es un alga que vive en las profundidades del océano y que arma bosques subacuáticos”, contó. Y agregó: “Vengo de una secuencia de discos que tienen que ver con el mundo botánico. Ahora nos metemos en la profundidades del agua a buscar vegetación y encontramos el alga Kelp y estos bosques subacuáticos”.
Maca vive en la Ciudad de Buenos Aires, su relación con el agua siempre fue “con la que sale de la canilla”, dijo entre risas y confesó que le tenía mucho miedo al agua, más precisamente, a “meter la cabeza”.
“Empecé a tener la intención de sanar esos miedos o la inseguridad que me daba soltar el control en el agua. Eso me enseñó mucho como ser humano y como artista, realmente quedar en un estado receptivo”, contó y confesó que las primeras clases de natación fueron terribles. “Mucho llanto, mucha tensión física. Pero cuando pude soltarme me di cuenta que el agua tiene una sabiduría impresionante y cuánto nos puede enseñar simplemente siendo, porque para interactuar con ella hay que soltar algo, no puedo estar igual afuera que adentro”.
“El Kelp tiene la particularidad que, como vive en el agua, se deja sostener. Y esa fue una de las frases inspiradoras del proyecto: el dejarse sostener desde lo sonoro, desde la forma de trabajo, fue una invitación creativa”, apuntó sobre un material en el que da un vuelco sonoro presentando una renovada exploración estética a partir de la vinculación del mundo orgánico de la voz con los entramados digitales y la instrumentación de cámara.
“En el agua, todas nuestras percepciones se ajustan. Lo que en la tierra parece pesado, en el agua se aliviana, la percepción visual también se desajusta, los colores cambian, los bordes se difuminan, en lo que escuchamos también se resaltan otros timbres, otros colores. Todo eso fue lo que buscamos. El disco tiene muchos arreglos de cuerdas, atravesados por efectos, arreglos de vientos que remiten a los diferentes tipos de agua, que pueden ser cristalinas o más turbulentas, embarradas o incluso contaminadas”, especificó.
Fluir y corroer
“El agua no discrimina, se fusiona, se une. La propuesta de este disco viene por ahí, a integrarse a desarmarse en otras estructuras, tiene que ver con mi proceso personal de desarmar un montón de estructuras acerca de cómo yo creía que tenían que ser las cosas”, dijo Maca. Y consultada sobre la influencia de la pandemia y el aislamiento en el proceso compositivo lanzó: “Es imposible que no influya. De repente ése fue el gran acontecimiento de desarmar las estructuras de cómo vivíamos y cómo vivimos ahora. Tenemos mucho que desarmar todavía pero fue un empezar a vincularse desarmándose. Hubo algo que empezó en China y decíamos: «No va a llegar, hasta que empezamos a darnos cuenta que éramos una unidad, que vivimos en el mismo planeta»”.
Kelp empieza con “La Cobardía”, un tema que está en la orilla, que es la que todavía no se metió en el agua, que está en el borde y dice: “No quiero vivir sin haberme enterado que estoy acá con vos en el mismo planeta al mismo tiempo”. “Esto que realmente estamos en el mismo planeta pero nos olvidamos. Y nos discriminamos, nos separamos, nos fragmentamos y no nos damos cuenta del poder que tenemos si nos unimos. Si como moléculas nos empezamos a considerar parte de un gran mar”, expresó.
Dentro de esas uniones, Maca puede hablar de aquellas personas que fue conociendo en su carrera. Lucy Patané produce su disco anterior, y compartió escenario con Mocchi. “Las personas que la música trae y que terminan en una amistad inspiradora tienen que ver con que la música está viva. Y nos reúne por afinidad con diferentes seres. A partir de esos encuentros surgen inspiraciones, vamos creando mundos posibles”, apuntó la artista.
Maca Mona Mu forma parte de una escena de cantautoras y cantautores que están escribiendo el presente; son parte de una “red creativa”, como ella misma define. “Creo que hace varios años se viene gestando un ambiente musical muy inspirador, más allá de los géneros. Tiene que ver con personas que crean y que van mutando. Me siento parte de la mutación y del ambiente creativo e inspirador, habitando ese espacio. Mis compañeres musicales son personas que admiro y cuando se da eso es inspirador. Hay algo de la cercanía que se da que es algo íntimo y que late, que está vivo. Ser parte de esa red creativa, como le digo yo, me encanta. Hay algo del encontrarse, de compartir y hay una red que cuida”, aseguró.
“Hay mucha gente escribiendo y cantando el presente, mirándolo, nombrándolo de diferentes formas. Todo eso es una gran construcción de este presente”, agregó. Y consultada sobre cómo influyó la visibilización de mujeres y disidencias en esa escena, analizó: “Creo que el transfeminismo viene rompiendo hace ya tiempo la estructura de que la música tiene que ser de una determinada manera o tocada por ciertas personas. Eso es lo inspirador de romper esas estructuras. Veníamos hablando del mar, de romper estructuras rígidas. Eso me parece que se viene viendo hace tiempo y que está en transformación ahora mismo. No es algo que está. Como humanidad estamos en una transformación muy profunda, que continúa y que se verá con el paso del tiempo. La tarea como artistas es la de nombrar, ponerle canciones a lo que vemos, a lo que se está transformando y a los deseos de transformación, porque falta tanto para hacer que también la música es plasmar los deseos para lo que viene. El arte funciona como abridor de cabezas de corazones, de cuerpas”.
Jornada de formación
Además del show de este viernes, Maca Mona Mu brindará el sábado un taller de procesos creativos. “Tiene que ver con darnos cuenta del proceso en el que estamos, como muchas veces estamos en automático no nos damos cuenta las palabras que nos habitan, que nos convocan. Mas allá de que quizás las personas que vienen a mis talleres no son musiques. Tiene que ver con registrar y darse cuenta de ese lenguaje invisible que tiene la creación”, expresó. Para informes e inscripción al taller hay que escribir al correo dimensióncreativa@gmail.com.
Para agendar
Maca Mona Mu y Pablo Comas tocarán este viernes, a partir de las 21, en el Gran Salón del multiespacio cultural Lavardén de Mendoza 1085 (esquina Sarmiento) . Las entradas están a la venta en entradaslavarden.com
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