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McCartney por menos carne

Lunes Verdes: modificar los hábitos alimenticios una vez a la semana para frenar el cambio climático

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo sustentable lanzó una campaña para reemplazar los lunes la ingesta de proteína animal por proteína vegetal. ¿De qué se trata la movida que tiene a un ex Beatle como su rostro más visible y que apunta a disminuir el calentamiento global?


Esta semana el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible hizo público un video con varios artistas en el que se invitaba a las y los argentinos a sumarse a la iniciativa Lunes Verdes, que llama de no consumir carnes ese día de la semana y a reemplazar la proteína animal por la vegetal. El objetivo: frenar el cambio climático. Lo que siguió fue un posicionamiento de la Sociedad Rural, que advirtió la propuesta “amenaza a la principal fuente de proteínas de los argentinos”. Pero, ¿de qué se trata esta movida?

Los Lunes Verdes son la versión local del movimiento global conocido como Meatless Monday, cuya traducción al castellano es Lunes Sin Carne. En líneas generales, la campaña alienta a las personas a ayudar a frenar el cambio climático, conservar recursos naturales, mejorar la salud y proteger a los animales. ¿Cómo? Modificando los hábitos alimenticios un día a la semana. La propuesta es reemplazar los lunes el consumo de proteína animal por proteína vegetal.

Una podría pensar que se trata de una idea surgida del foco mismo de la pandemia de Covid-19 y los cuestionamientos alrededor del globo a ciertos hábitos alimenticios, pero lo cierto es que la convocatoria hunde sus orígenes en más de cien años de historia, aunque comenzó con fines distintos. Durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos llamó a la población a no comer carne los lunes ni trigo los miércoles, para compartir estos recursos en forma más equilibrada entre toda la población. Durante la Segunda Guerra Mundial, la incitativa fue retomada por los mismos motivos.

Ahora bien, lo que hoy se conoce como Lunes Sin Carne es una adaptación de esta idea a las problemáticas del siglo XXI. En 2003, el publicista estadounidense y defensor de la salud, Sid Lerner, junto con la escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, fundó la campaña Meatless Monday para concientizar y prevenir enfermedades generadas por el consumo excesivo de carne, especialmente la procesada. Este peligro fue advertido en 2015 por la Organización Mundial de la Salud, al presentar un estudio que vincula el consumo de carne con el cáncer.

Pero más allá de la salud individual, sin dudas importante, el movimiento adquirió una significación medioambiental. En 2009, el ex Beatle Paul McCartney y sus hijas Mary y Stella, lanzaron el movimiento Meat Free Monday –Lunes Libres de Carne- una campaña sin fines de lucro que tiene como objetivo crear conciencia sobre el impacto ambiental perjudicial de la industria de la carne.

El movimiento surgió después de que el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) revelara estudios que vinculaban a la producción ganadera con el cambio climático. Según esas estimaciones, “el sector ganadero es uno de los dos o tres más importantes contribuyentes a los problemas ambientales más graves en todas las escalas”, que es responsable del 14,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Para otras organizaciones, ese número se eleva hasta el 51%. ¿El motivo? Por un lado, el metano producido por los animales y el estiércol.

Pero además, este tipo de producción utiliza grandes cantidades de agua y de cereales. Para producir tan solo un kilo de carne de vaca es necesario gastar 15 mil litros de agua.

La campaña también apunta a frenar la cría intensiva de ganado, ya que persigue además el objetivo del bienestar animal, algo que no ocurre con este tipo de producción, en el que los animales son criados hacinados en granjas industriales, sin espacio para siquiera estirar sus extremidades, hasta que los matan para ingresarlos al mercado como carne.

Paul y Alberto

En enero pasado el mismísimo Paul McCartney envió una carta al presidente Alberto Fernández y le pidió que la Argentina se sume al movimiento Lunes Libres de Carne, que los promueva e implemente en instituciones públicas y gubernamentales.

Fue la Unión Vegana Argentina la que se puso en contacto con el ex Beatle para pedirle que intercediera ante el primer mandatario. En la misiva, McCartney explicó los orígenes del movimiento y sus objetivos de poner un límite al calentamiento global. También lo puso al tanto de que el movimiento ya está presente en 40 países alrededor del globo, entre ellos el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Australia, Bélgica, Israel, Holanda España, Suecia, Taiwán, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Kuwait, Malasia, Hong Kong, Nueva Zelanda y Noruega.

El presidente de Unión Vegana Argentina (UVA), Manuel Martí, había mantenido unos días antes una reunión con Alberto, en el marco de la entrega de las 500 mil firmas que se oponen a la instalación de mega granjas de producción porcinas. En una entrevista radial, Martí contó que en el mismo encuentro habían hablado de la posibilidad de implementar los Lunes Sin Carne en las dependencias públicas del país, y que el presidente respondió con un chiste: “Nos dijo que si le llevábamos a Paul McCartney y le cantaba Blackbird, se hace vegano”. Un par de días después recibió la carta del ex Beatle.

Lunes Verdes

Hace unos días el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible lanzó la iniciativa Lunes Verdes, con el mismo objetivo que los Lunes Sin Carne. La propuesta es reemplazar ese día de la semana la ingesta de proteína animal por proteína vegetal. Una proteína vegetal completa se obtiene de combinar una legumbre con un cereal, como lentejas con arroz. Esto, con el fin de sumar un aporte cotidiano a la acción climática y mejorar nuestra salud y la del ambiente.

Con un video del que participaron el propio ministro de la cartera, Juan Cabandié, junto con Liz Solari, Sergio Elguezábal, Agustina Cherri, Romina Pereiro, Pablo Granados, Daksha y Maryta de Humahuaca, hicieron circular la propuesta en redes.

“Empiezan los Lunes Verdes en Argentina. Todos los lunes te invitamos a reemplazar las proteínas animales por proteínas vegetales por el bien de la Tierra y de todos los que vivimos en ella. En 2020, Argentina se comprometió a limitar el crecimiento de sus gases de efecto invernadero para 2030. Reduciendo el consumo de carne disminuimos la emisión de gases de efecto invernadero, conservamos nuestros bienes naturales y mejoramos nuestra salud. Con sólo un día a la semana, vos podés hacer un gran aporte a esta transformación urgente y necesaria. Nuestra alimentación impacta a la Tierra. Lunes Verdes es un día para hacer nuestra parte. Sumate a la acción para combatir el cambio climático, la deforestación y la contaminación. Nuestro ambiente necesita ser salvado por todos y todas. Se trata de sumar, transformar y actuar. La acción ambiental es ahora”, fue el mensaje.

Reacciones

Un día después del lanzamiento de la campaña, la Sociedad Rural Argentina (SRA) expresó su preocupación por la iniciativa. Mediante un comunicado, advirtió que la propuesta “amenaza a la principal fuente de proteínas de los argentinos”.

Para la SRA, la carne es un “emblema” de la identidad nacional y un producto que representa al país en el mundo “como ningún otro”.

Además, consideraron que los Lunes Verdes general “decenas de miles de puestos de trabajo, actividad económica, inversión e ingreso de divisas”.

Ahora bien, según los datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), entre enero y marzo de este año se registró el consumo local de carne vacuna más bajo de los últimos 18 años, a valores similares a los del año 2003.

De hecho Miguel Schiariti, el presidente de esa entidad, dijo al diario La Nación que el sector ganadero va a crecer produciendo mirando la exportación, apuntando a China y al sudeste asiático, y no al mercado interno. ¿Llegarán hasta esa parte del globo los comunicados de la Sociedad Rural?

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