El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, ofrecerá asilo a la mujer iraní sentenciada a muerte por lapidación. “Quiero hacer un llamado a mi amigo (el presidente de Irán, Mahmud) Ahmadinejad, al líder supremo de Irán (Alí Jamenei) y al gobierno de Irán” para permitir que Brasil pueda recibir a la mujer, dijo el sábado pasado Lula durante una visita a Curitiba, informó ayer la agencia de noticias del Estado. La condena a muerte de Sakineh Muhamadi Ashtiani, ha generado malestar en países occidentales y fue suspendida temporalmente a inicios de mes.
“Tengo que respetar las leyes de un país”, dijo Lula y añadió: “Pero, si mi amistad y respeto por el presidente de Irán y por el pueblo iraní vale algo, si esta mujer causa malestar, podríamos recibirla en Brasil”.
El caso de Ashtiani provocó protestas por parte de la comunidad internacional y las organizaciones que defienden los derechos humanos, después de que fuera condenada a muerte por lapidación por el delito de adulterio, en un caso que incluye además el asesinato de su marido, cuestión por la que también estaría implicada, aunque –como sucede con las noticias provenientes de Irán–, los detalles se hacen muy difícil chequear con certeza.
A principios de este mes, las autoridades iraníes dijeron que la mujer no sería dilapidada, pero que podría ser condenada a morir en la horca.
En ese marco se inscribe la declaración de Lula. Cabe recordar que Irán y Brasil tienen una relación cercana y que el mandatario expresó que no apoya nuevas sanciones contra Teherán por su programa nuclear y que incluso intentó una salida como mediador al promover un acuerdo entre Turquía e Irán para el intercambio, supervisado, de material nuclear, lo que Estados Unidos y la Unión Europea no reconocieron como suficiente para levantar sanciones.
Según, publicó la BBC, esta no es la primera vez que Lula comenta públicamente el caso de Ashtiani.
En la tarde del miércoles pasado, durante una conferencia de prensa en Brasilia, al ser consultado sobre su intención de interceder en el caso, Lula dijo que “un presidente no puede estar atendiendo a todas las peticiones que se hacen por internet”.
Pero a la vez, dijo que trató de interceder en otros casos de personas arrestadas en Irán, entre ellas la profesora francesa Clotilde Reiss, liberada en mayo. “Ahora, tenemos que tener mucho cuidado, porque las personas tienen leyes, las personas tienen reglas. Si empiezan a desobedecer a sus leyes para responder a la petición del presidente (de Brasil), pronto hay una desmoralización”, aclaró Lula, quien a la vez dijo que ninguna mujer debe ser lapidada.
Sakineh Mohammadi Ashtiani, de 43 años, está encarcelada en Irán desde mayo de 2006, después de que un tribunal de la provincia de Azerbaiyán Occidental la declarara culpable de mantener “relaciones ilícitas” después de la muerte de su marido, según la BBC.
La cadena británica asegura que la mujer fue castigada con 99 latigazos y que, durante el juicio de un hombre acusado de asesinar al marido de Sakineh, otro tribunal reabrió un caso de adulterio basado en hechos que supuestamente ocurrieron antes de su muerte.
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