El talentoso actor rosarino Luis Machín sigue con su exitosa carrera porteña de la mano de la obra teatral I.D.I.O.T.A., una comedia del dramaturgo catalán Jordi Casanovas cuya versión nacional está dirigida por Daniel Veronese. En el escenario, Machín, que viene de éxitos como Vigilia de noche, La última sesión de Freud o La familia argentina, está acompañado por la efectiva María José Gabin. Y el espectáculo puede verse de miércoles a domingo, a las 20.30, en el teatro El Picadero.
Se trata de un verdadero show personal, donde a causa de un extraño experimento psicológico un hombre se somete a una serie de acertijos cada vez más peligrosos que comprometen su visión de mundo y humanidad.
En la obra, Machín despliega sus recursos de comediante y logra empatía con la platea de la mano de Carlos Varela, su personaje, un tipo directo que usa el humor como remedio a la cruel realidad. Por esa característica resulta el “conejillo de indias” perfecto para el experimento llevado adelante por una institución privada contratada por el Estado.
Varela es un taxista que atraviesa una ajustada realidad económica, y por esa razón decide presentarse voluntariamente a unas pruebas psicológicas remuneradas, con el único fin de obtener dinero fácil. Lo que no sabe es que esas pruebas no son más que un experimento psicológico y sociológico en el que una psicóloga intentará, a través de un perverso cuestionario, llevarlo al límite de lo tolerable.
En un principio el experimento resulta gracioso, aunque poco a poco la desesperación se apropia del individuo mientras la profesional no desiste de continuar con sus acertijos. La trampa psicológica y física a la que es sometido jugará con su capacidad para soportar situaciones que lindan lo inesperado con lo macabro, hasta poner en juego su humanidad. Será allí que la psicóloga deberá poner todo de sí para evitar un final que por momentos se prevé siniestro.
La obra, que se estrenó con buenas repercusiones de crítica y público en España y México, invita a los espectadores a ponerse en el lugar de Varela y a preguntarse qué hubiesen respondido ellos a esos extraños enigmas.
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