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Luis Alfredo “La Bestia” Garavito: el pederasta que mató a 172 niños en Colombia, Ecuador y Venezuela

Abusado sexualmente de chico por amigos de su padre, este sujeto hizo lo mismo cuando fue mayor con otros menores de edad. La cantidad de homicidios confirmados que cometió lo ubican como el segundo asesino serial de toda la historia


Por: Gastón Marote/ NA 

Luis Alfredo “La Bestia” Garavito es el segundo peor asesino serial en el mundo, ya que fue acusado de abusar sexualmente y matar en seis años a 172 niños en Colombia, su país natal, Ecuador y Venezuela, pero se sospecha que sus homicidios fueron mas de 300.

En 2001, Garavito fue sentenciado a 1.853 años y 9 días de cárcel,​ la condena más alta de la que se tenga registro en Colombia, pero luego fue conmutada a 40 años,​ por su colaboración en la identificación de otros asesinos seriales y buen comportamiento.

“La Bestia” confesó en la década del ´90 haber matado a 172 niños por 59 municipios de su país natal y de naciones vecinas, pero en agosto de 2003 admitió haber asesinado a otras 28 personas: 23 niños y 5 adultos, entre ellos un limpiabotas.

Por lo tanto, de comprobarse esto, los homicidios a cargo de este sujeto serían 200, pero se cree que fueron más de 300.

Esto lo pone como el segundo asesino serial de toda la historia, en cuanto a cantidad de crímenes confirmados, detrás de Harold Shipman “El Doctor Muerte”, que tuvo 218.

Garavito nació el 25 de enero de 1957 en Génova, departamento de Quindío, donde al ser el mayor de siete hermanos era maltratado psíquica y físicamente por su padre.

Era un niño introvertido, pero también irritable, además de sufrir bullying por parte de sus compañeros sin que los profesores lo ayudaran.

A los 10 años dejó la escuela y a los 12 comenzó a sufrir abusos sexuales por parte de un amigo de su padre, algo que muchos años después contó que lo marcó de por vida: era atacado durante la noche y al ser violado era golpeado y quemado.

Su familia se vivía mudando por los conflictos entre la guerrilla y el ejército, pero las violaciones no cesaban porque era víctima de nuevos amigos de su padre y de la familia.

A los 18 años lo echaron de su casa, luego de ser detenido por intentar abusar de un menor, mientras que a los 23 años fue diagnosticado con depresión, pero mantenía su carácter violento. En esa época se cree que cometió sus primeras violaciones a menores, al darse cuenta que era la única forma en que obtenía placer al sentir frustración por no sentir atracción por las mujeres.

En 1980 ingresó a Alcohólicos Anónimos y a los 36 años cometió su primer asesinato: estaba en un bar y al ver a un niño se obsesionó con él, por lo que lo llevó engañado al bosque, donde abusó sexualmente de él. El pequeño comenzó a gritar y Garavito sacó un cuchillo para matarlo, dando paso así a su método de asesinato.

Las víctimas de “La Bestia”, que también era apodado “El Monstruo de Génova” o “El Loco”, eran niños que iban de los 6 a los 16 años y de escasos recursos económicos, por lo que podían ser engañados al ofrecerles dinero o golosinas.

A las víctimas las elegía en parques, mercados, barrios pobres, canchas deportivas y siempre de la misma manera: caminaba junto a ellos engañados hasta que estuvieran lo suficientemente solos como cansados para poder defenderse.

Algunos de los cuerpos fueron encontrados con un nudo especial con el que los niños se terminaban por atar más si intentaban escapar.

La escena del crimen era muy similar en todos los casos, porque las víctimas eran degolladas o mutiladas y se encontraban rastros de un whisky barato que afirmaba Garavito le daba valor para cometer las acciones.

La captura no resultó sencilla debido a que aprendió a perfeccionar su método como por sus diferentes atuendos y sitios en los que cometió sus crímenes: se hizo pasar por vendedor ambulante, indigente, representante de fundaciones ficticias, así como de monje.

Sus crímenes se produjeron entre 1993 y 1999, pero en 1995 una lesión que tuvo en la pierna lo dejó con un rengueo que sirvió para que las autoridades policiales y los testigos lo identificaran después.

En junio de 1998 los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años fueron hallados sin vida en Génova, Quindío, donde testigos señalaron que habían visto cómo los menores se iban con un adulto del parque central del municipio.

En la escena del crimen se encontró el mismo método que en otros crímenes ubicados en zonas como Armenia, Tunja y Pereira.

El 22 de abril de 1999 el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía logró capturarlo en Villavicencio, cuando intentó violar a un menor.

Una vez detenido, Garavito confesó sus crímenes y relató allí que tenía anotado el nombre de cada una de sus víctimas, así como el recuerdo de algunos de sus crímenes y recortes de periódico donde se daba aviso de los asesinatos.

Además, reveló que con cada muerte volvía a reconectarse con lo sufrido en su infancia, mientras que en algunos casos cuando declaraba vomitaba y rezaba por sus víctimas pidiendo perdón por sus actos.

“No sé por qué tomé esas determinaciones, de pronto es para que los niños no sufrieran y murieran más ligero, por eso. De pronto tenían una relación a lo que fue mi etapa de la niñez y de la adolescencia, tal vez por eso hice eso con esos niños”, confesó “La Bestia”.

Garavito fue hallado culpable por el asesinato de al menos 140 víctimas -falta la resolución de otras 72 que están en proceso judicial- y recibió una condena total de 1.853 años y nueve días, pero debido a las leyes de Colombia recibió la pena máxima de 60 años, la cual fue reducida a 40 años tras cooperar con las autoridades.

En septiembre de 2021 se dio a conocer que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) envió un documento en mayo de ese año solicitando su libertad condicional al juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad del Circuito de Valledupar.

Esta solicitud fue rechazada en noviembre de 2021, pero no se trató de una solicitud formal, debido a que el Inpec relató que solo envió al juez información sobre cómo marcha su caso. En especial porque ya cumplió al menos tres quintas partes de la pena que le dieron.

Sin embargo, si Garavito logra cumplir su pena en la cárcel de Epcam Valledupar, al salir tendrá que depositar una caución no inferior a 172 salarios mínimos, así como otras disposiciones.

Asimismo, tiene en su contra una orden de aprehensión y de extradición de Ecuador por el asesinato de dos menores.

“Consideramos que el condenado no puede acceder en estos momentos a la libertad condicional, en atención a la exigencia legal, de efectuar la reparación total de los perjuicios ocasionados por los delitos”, indicó el juzgado encargado de su caso.

Asimismo, añadió: “Dentro de este asunto penal, fueron fijadas diversas obligaciones pecuniarias por concepto de indemnización de perjuicios, los cuales no han sido resarcidos o por lo menos no está acreditada su satisfacción”.

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