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La Cigarra capacita

Luciana Peker dictó el taller “Narraciones del goce”, coproducido por El Ciudadano y el SPR

“Hay una masividad de mujeres llegando al goce”, dijo la periodista y escritora feminista en el encuentro de este sábado 6 de agosto en el Centro de Formación Pichincha. . Las formas de contarlo y los procesos que eso implica fueron algunos de los ejes del taller


Fotos: Franco Trovato Fuoco

La escritora y periodista feminista Luciana Peker estuvo en Rosario y se puso al frente de Narraciones del Goce, un taller coproducido por el diario El Ciudadano (Cooperativa de Trabajo La Cigarra) y el Sindicato de Prensa (SPR). “El gran desafío contemporáneo es hablar de sexo y de goce sin padecerlo”, dijo Peker en el inicio de un encuentro de tres horas que tuvo como ejes el deseo, el placer, el disfrute y las formas de contarlo.

Periodistas, escritoras, psicólogas, fotógrafas, estudiantes, docentes, abogadas se encontraron para pensar, charlar y producir sobre todas las formas que puede tomar el goce y las maneras que encontramos para contarlo. El taller de escritura Narraciones del goce, dictado por Luciana Peker, se realizó este sábado 6 de agosto en el Centro de Formación Pichincha el SPR (Santiago 146 bis) y tuvo una amplia convocatoria.

“El goce no es sólo sexual, es una de las cosas que nos prohíben a las mujeres”, remarcó Peker al inicio del encuentro. “La idea del goce no es una idea solamente placentera: es poder disfrutar con lo que nos querían hacer sufrir, es poder revertir lo que te hizo sufrir, poder superar situaciones de sufrimiento”, agregó.

Con el bagaje teórico que le dejó la práctica periodística de años en distintos medios de comunicación nacionales, Peker profundizó sobre el concepto del goce, las formas que adquiere y los modos de narrarlo. Durante el taller dialogó con escenas audiovisuales y con fragmentos de obras literarias de autores como Camila Sosa Villar, Gabriela Wiener o Pedro Lemebel.

Además, la autora de los libros Sexteame, amor y sexo en la era de las mujeres deseantes, La revolución de las hijas, y Putita Golosa, por un feminismo del goce, hizo un análisis sobre la apertura que trajo la última ola de feminismo en Argentina, las nuevas posibilidades que generó y las reacciones de censura, que también llegaron. “Cuando los feminismos empezamos a cuestionar la violencia de género, nos decían que éramos pacatas y que íbamos a terminar con el sexo. Todo lo contrario. Nos oponemos a la violencia para poder disfrutar. Cuando terminamos con la naturalización de la violación, las mujeres empezaron a estar más encendidas que nunca. El problema era que nos violaban, que nos decían «¿quién te crees que sos?», ante una situación de rechazo. Toda la vida nos dijeron que no éramos nadie, y para escribir nos tenemos que creer quiénes somos”, remarcó.

La segunda parte del taller estuvo dedicada a las producciones. Las veinte participantes realizaron, en el momento, breves producciones escritas que se trabajaron durante la jornada.

“Desde siempre los que escribieron sobre el goce eran varones. Tenemos la imagen del varón con el whisky a la noche escribiendo sobre sexo”, graficó Peker. “Hoy hay una masividad de mujeres llegando al goce”, dijo. “Lo que escribimos ha generado un cambio cultural positivo mucho más grande de la que hoy tenemos noción. Es un proceso a largo plazo. No es lo mismo caminar por la calle hoy que hace 20 años, no se nos dicen las mismas cosas con la misma naturalidad. La literatura del goce masiva, colectiva, compartida en redes sociales, genera también esos cambios”, agregó.

El taller Narraciones del goce fue coproducido por el diario El Ciudadano (Cooperativa de Trabajo La Cigarra) y el Sindicato de Prensa de Rosario.

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