El Hincha

Básquet

Los únicos héroes en este lío. Cuando una derrota es una victoria y un mensaje

Los resultados son, en este caso, lo menos importante, sino que lo que debería trascender es que más allá de enfrentamientos dirigenciales, nunca hay que meterse con los pibes ni privarlos de una experiencia inolvidable


A veces una derrota es también una victoria. A veces un pequeño gesto es un gran mensaje.

Náutico, Sportsmen y Atalaya se despojaron de egoísmos y, aunque juegan el Pre-Federal de la Región Deportiva Cab 1, reconocieron que era un pecado privar a los jugadores de vivir la experiencia de selección, y están representando a la ciudad deportiva en los campeonatos provinciales luego de la determinación de la Rosarina de no participar, alineada a la Confederación Argentina que no reconoce a la Federación Santafesina, expulsada por CAB a pesar de contar con el aval pleno de los estamentos del gobierno provincial.

Algunos intentaron sumarse a la iniciativa, pero finalmente no pudieron, por superposición de compromisos o superposición de intereses políticos.

Durante la jornada del domingo, Cuna de la Bandera perdió la etapa clasificatoria del Provincial U15 ante el seleccionado de la Asociación Venadense en un Alfredo Figna repleto para alentar a los chicos en una experiencia típica de duelo federativo, con todos los condimentos que conlleva y con partidos intensos marcados por el entusiasmo de los pibes, de los entrenadores y de los familiares y amigos que concurrieron a alentar.

Pero más allá de la bronca de los locales, los resultados son, en este caso, lo menos importante (U19 llegó al Final Four y U17 perdió la clasificación), sino que lo que debería trascender es que más allá de enfrentamientos dirigenciales, nunca hay que meterse con los pibes ni privarlos de una experiencia inolvidable.

Sólo hay que escuchar a los grandes jugadores surgidos de Santa Fe cuando incluso consagrados recuerdan con afecto sincero y sin baches de memoria su recorrido por los interasociaciones, sus batallas ante los rivales de ciudad y esos fines de semanas tan divertidos como agotadores con cinco partidos en tres días.

Las peleas de grandes deberían quedar entre los grandes. Y los jóvenes deberían tener puesta la camiseta de Rosario en lugar de la que prestó la Federación para colaborar. Y además de Náutico, Sportsmen y Atalaya, se deberían multiplicar los clubes que dejen el miedo de lado, que comprendan el mensaje real y que entiendan que las grandes victorias empiezan a veces con derrotas. Y acá, entre tanto chisme barato, hace rato que el básquet pierde semana a semana.

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