Durante el primer trimestre de 2022 la Remuneración al Trabajo Asalariado (RTA) tuvo una mejora respecto al mismo período del año anterior, pero expuso un importante deterioro en relación a inicios de 2020. Esa pérdida se dio a costas de un avance de las ganancias empresariales, y se trata de una tendencia que se afirmó en los últimos cinco años. En medio de la disparada inflacionaria de esta semana, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni adelantó que convocará al Consejo del Salario para revisar el aumento acordado inicialmente.
Los datos que exponen un retroceso para las y los trabajadores, se desprenden del último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre la generación del ingreso, que detalla el modo en que se reparten los ingresos que genera Argentina. De acuerdo al estudio correspondiente al primer trimestre de este año, la participación del trabajo asalariado llegó al 46,9%, apenas por encima del 46,3% registrado el mismo período del año anterior, pero muy por debajo del 49,8% que representaba al inicio de 2020.
Esto habla de una progresiva pérdida de terreno de los trabajadores en la distribución de la torta total de recursos. A la inversa, durante el mismo período analizado se dio un crecimiento en el Excedente de Explotación Bruto (EEB), que representa el saldo contable de las empresas constituidas en sociedad. Con lo cual, se puede hablar de una distribución en la que el sector empresarial tiende a acaparar la mayoría de los recursos y el terreno que van cediendo los trabajadores.
Al comparar con el dato del primer trimestre del año pasado, el EEB creció casi 1 punto porcentual, pasando del 40,2% al 41,1%. Pero el crecimiento es mucho más notorio al comparar con ese mismo período del año 2020, en el prólogo de la pandemia. Allí el Excedente Bruto de Explotación representaba el 36,1%. Es decir que en dos años las ganancias empresariales crecieron casi 4 puntos porcentuales.
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Pero esta tendencia no corresponde exclusivamente a lo sucedido este último año. De hecho el último dato puede leerse como un punto de partida hacia una mejor redistribución. Pero con altibajos, la participación de los trabajadores en la renta viene perdiendo terreno desde 2017.
Durante el inicio de ese año, la RTA representaba el 54,3%, al año siguiente bajó al 50,7% y en 2019 descendió al 49,1%. Ya en 2020 tuvo una leve remontada, volviendo al 50,2%, en lo que parecía un nuevo punto de partida hacia la recuperación, pero en 2021 la participación del salario cayó al 46,3%.
Tipo de empleo
El informe de Indec también analizó cómo se compone el empleo en Argentina. Los indicadores mantienen cierta estabilidad en relación al mismo trimestre de los dos años anteriores, pero con la particularidad de que en este último hubo un importante aumento de puestos no registrados.
En el primer trimestre de 2022 los puestos de trabajo totales dan cuenta de un incremento de 4,9% respecto al mismo trimestre del año anterior, debido a una variación de los puestos de trabajo asalariados de 6,2% y de un aumento de los puestos de trabajo no asalariados de 1,5%.
Pero al analizar el detalle de esos datos, se desprende que esa mejora en el trabajo asalariado, estuvo traccionada por un crecimiento de empleo no registrado, que fue un 12,5% superior al del año anterior, mientras que el del empleo registrado fue apenas del 3,4%.
Si bien el nivel de empleo en general mantiene su crecimiento en Argentina durante los últimos meses, buena parte de esa recuperación se da a partir de contrataciones que no contemplan la totalidad de los derechos laborales correspondientes.
Esto implica, entre otras cosas, no contar con un convenio que le permita al trabajador tener las actualizaciones salariales que le corresponden. En medio del fenómeno inflacionario que atraviesa el país, esto repercute en un mayor deterioro de sus ingresos mes a mes y una mayor probabilidad de quedar por debajo del umbral de la pobreza.
Revisión urgente
Ante este panorama y en medio de una semana atravesada por una extrema volatilidad financiera que profundizará esas desigualdades en los ingresos, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, adelantó que el Gobierno nacional volverá a convocar al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil.
En declaraciones radiales, manifestó: “Estamos pensando volver al Consejo. Habíamos pactado un 45 % de aumento, y ahora tenemos que revisar y ver a qué acuerdo llegamos con el salario mínimo”.
Durante mayo, el Ejecutivo tomó la decisión de adelantar el Salario Mínimo, y con esa modificación, el indicador mínimo mensualizado quedó fijado en $ 47.850. Pero al escalada inflacionaria que no dio tregua en los últimos meses, vulneró fácilmente los porcentajes de recomposición acordados. En mayo, la canasta básica de una familia tipo rozó los 100 mil pesos.
Por otra parte, Moroni respaldó los anuncios de su par de Economía, Silvina Batakis, quien reivindicó su vocación por el equilibrio fiscal. En ese sentido, el funcionario explicó: “No es una política de ajuste, se trata de acomodar los gastos según los recursos”. Por último, dejó en claro que la prioridad es “ordenar la inflación”.
Por su parte, la mesa chica de la Confederación General del Trabajo (CGT) resolvió proponer al consejo directivo de la central obrera la realización de una movilización el 17 de agosto desde el Obelisco hacia la Plaza de los Dos Congresos, en rechazo a la “inflación” y con el reclamo de “unidad” para resolver los problemas de la economía.
“La realidad que tenemos los trabajadores, jubilados y los compañeros que están en la informalidad amerita que todos pongan lo que hay que poner para encontrar una salida y que sea lo antes posible”, deslizó al respecto el referente sindical Héctor Daer.
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