Ciudad

Los trabajadores finalizaron con la toma de la ex Mahle

Así lo decidieron a la espera de que Aros Kim, firma interesada, se haga cargo de la empresa cerrada.


A poco menos de siete meses de transitar uno de los conflictos laborales más emblemáticos de los últimos años en la región, los 139 empleados que decidieron permanecer en la ex Mahle –fueron 500 en su inicio– resolvieron ayer concluir con la ocupación del establecimiento ubicado en Presidente Perón al 5600 para facilitar la llegada de los propietarios de Aros Kim, firma que está realizando las evaluaciones necesarias para hacerse cargo de la misma. “Levantamos la toma y quedamos a la espera de respuestas desde la provincia”, comentó a este diario Claudio Maldonado, delegado de los trabajadores de la firma de capitales alemanes. Por su parte, la viceministra de Trabajo de Santa Fe, Alicia Ciciliani, celebró la novedad y señaló que le producía una “enorme satisfacción” este nuevo paso en las negociaciones que se encaminarían a su resolución definitiva.

Cauto pero satisfecho, Maldonado señaló que espera que “todos los trabajadores de la empresa estén desarrollando sus labores en poco tiempo tal como lo marca la ley”. “Uno siempre busca ser positivo y aguarda que todo llegue a buen puerto”, indicó.

“En la asamblea se decidió de manera unánime levantar la ocupación. Ahora entramos en un impasse y aguardamos respuesta desde la provincia. Esperamos una reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo para tener algunas precisiones más”, destacó.

El delegado y portavoz de los ex empleados de la firma alemana arriesgó el 1º de diciembre como fecha estimativa para la reapertura de la fábrica de aros de pistón. “Estimamos que para ese día volveremos a estar trabajando y haciendo lo que sabemos hacer. Según informaciones que tenemos, la gente de Aros Kim quiere mantener reuniones con todo el personal antes de reabrir”, explicó.

Consultada sobre la actual situación de las negociaciones, Ciciliani remarcó que “Aros Kim firmó un contrato de exclusividad para la compra de la empresa y en este momento está en una etapa de evaluación”. “Es por eso que les pedimos a los trabajadores que liberen la fábrica, porque siempre es mejor darle la mayor seguridad laboral posible a cualquier persona o entidad dispuesta a invertir dinero en un negocio como el de estas características”, subrayó.

“Por el momento quedamos a la espera de que sigan evaluando los distintos detalles antes de concretar la compra. Creo que es un poco apresurado adelantar alguna fecha. La empresa tiene la libertad de hacer un análisis de la situación. Nosotros, desde el Estado provincial lo que hacemos es velar porque se cumplan las garantías para las partes”, continuó.

La viceministra no pudo ocultar su alegría frente a la novedad del fin de la toma de la planta y resaltó: “Para mí es una enorme satisfacción porque queda implícita una confianza hacia la institución que es el Ministerio de Trabajo”. “Ya en un determinado momento tuvieron la confianza de levantar la carpa y ahora este nuevo paso es muy importante para que este conflicto termine y los empleados que tanto pelearon por sus puestos de trabajo puedan volver a trabajar tras meses interminables de angustia e incertidumbre. Esto es todo un ejemplo”, concluyó.

La lucha que volvió a sacar a los metalúrgicos a la calle

La historia del largo conflicto laboral que mantuvieron los ex empleados de la autopartistas Mahle comenzó el 24 de abril de este año cuando sorpresivamente los propietarios de la firma anunciaron la clausura de sus actividades en Rosario dejando en la calle a sus 500 trabajadores, quienes ese mismo día tomaron la planta en señal de protesta.

A partir de allí comenzó la lucha incesante de sus empleados quienes hicieron sentir su presencia por toda la ciudad –incluso estuvieron en boca del país entero– con manifestaciones, reuniones con funcionarios, instalación de carpas y demás medidas de protesta. Desde ese momento hasta la actualidad pasó mucha agua bajo el puente con un sinnúmero de sinsabores y promesas que fueron abonando la crónica diaria.

A partir de ahora comienza una nueva etapa, quizás la última, con la probable compra de la firma por parte de la empresa Aros Kim, propiedad de Jorge Basualdo, pero sólo el tiempo dirá si la expectativa abierta se confirma. Otra cosa que es segura es que el conflicto de Mahle quedará por mucho tiempo en la memoria colectiva como un emblema de las luchas gremiales de la ciudad.

Comentarios