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“Los Tiburones”, una historia del presente, entre la introspección adolescente y la paranoia social

Se conoce este jueves en la plataforma de contenidos streamig Puentes de Cine el primer largometraje de la realizadora uruguaya Lucía Garibaldi, que cuenta la historia de una chica de 14 años que se abre paso a nueva etapa de su vida en la ciudad de Piriápolis

La realizadora uruguaya Lucia Garibaldi.

Una adolescente que se abre paso hacia la juventud en un verano atípico en la costa donde la irrealidad amenaza desde el mar, se mezcla y funde en una atractiva e introspectiva ópera prima de la realizadora uruguaya Lucía Garibaldi, titulada Los Tiburones, que se podrá ver a partir de este jueves a través de la plataforma Puentes de Cine.

“Creo que existe ahí una pequeña alegoría: yo siempre pensé que Rosina, la protagonista, era como un tiburón. Un animal errante. En otro hábitat. Es una anomalía en plena etapa de transformación. ¡Y es valiente! Actúa rápido sin medir muchas consecuencias. Tiene algo de villanita también”, dijo Garibaldi en el marco de una charla con la agencia de noticias Télam.

Rosina es una adolescente en sus 14 años que, durante sus vacaciones, ayuda a su padre con los trabajos de jardinería y limpieza de piletas en las casaquintas de Piriápolis (Uruguay). Mientras muchos se preparan para la diversión veraniega, ella colabora con la golpeada economía familiar, al tiempo que se siente atraída por Joselo, uno de los empleados de su padre.

Esta relación, que a primera vista parece fácil pero que se tensa con el correr del film, abre las puertas hacia el interior de la protagonista, en medio de la paranoia vecinal por la supuesta aparición de tiburones en el mar, los cual abre el dilema: si se avisa a las autoridades para que nadie salga herido o se guarda el secreto para no ahuyentar a los turistas.

“En la época que escribía el guion, caminaba por ahí pensando, miraba casas, veía carteles que decían «vecinos en alerta»; había un compromiso en el barrio por cuidarse pero a la vez una paranoia extraña. No entiendo mucho esto del miedo, pero creo que las campañas que lo difunden pueden dividir sociedades. De ahí que el grupo de WhatsApp que forman los vecinos en la película sea «Alerta tiburones», pero algunos lo recuerdan como «Vecinos con miedo»”, expuso la realizadora.

Garibaldi, que cuenta con una nutrida experiencia como ayudante de dirección en Uruguay, se lanzó a la dirección con el corto Colchones, film con el que no quedó “muy conforme”, porque, según dijo, la métrica del cortometraje no se ajusta a las historias que deseaba contar.

El primer largometraje

“Yo quería hacer una película, larga, entonces empecé a escribir con la idea de inventar a una protagonista jovencita poderosa, que pueda ser leída como un personaje que rompe, un personaje lleno de contradicciones, un poco malo y tierno a la vez. La trama la fui encontrando después”, señaló.

Y respecto de cómo pensó esta dualidad en la protagonista que mezcla introspección con explosión, profundizó: “Creo que eso es algo propio de esa etapa de la vida. Todo se está formando o deformando. La persona a punto de explotar creo que conlleva necesariamente una gran contención. Toda esa catarata de emociones que le corre por adentro me parece linda. Su rostro es de palo, como el de Buster Keaton, pero por adentro hay un abismo. Lo que se mueve ahí son los mecanismos del guion; cuenta la historia no tanto los gestos”.

La película también rompe con lo políticamente correcto con la relación entre Joselo y Rosina, que es menor de edad. “La edad de Joselo no es develada. No sabemos si es menor de edad también o no. Creo que están en edades cercanas. Me lo planteé, sí. Antes, Joselo era más grande, inconscientemente fui para esa normalidad: el varón siempre es bastante más grande. Pero luego ese Joselo fue rejuveneciendo. Acá Rosina es el sujeto que desea y desea a alguien cercano”, explicó.

La directora expresó que la película no tiene una mirada ni femenina ni masculina, sino “una mirada personal”. En relación con esa variable, Garibaldi destacó contundente: “Reacciono a cuando me dicen que mi película tiene una «mirada femenina». No entiendo bien a qué se refieren, quizás algún día lo entienda con más claridad. Lo único que puedo asegurar es que tiene mi mirada y soy mujer. Quizás, como somos una gran minoría, el hecho de que exista una película dirigida por una mujer llame la atención. Ojalá esa característica deje de ser tan extraordinaria”.

De regreso al contexto de la historia, la realizadora habló acerca de cuánto cree que influye lo socioeconómico para mantener unida a una familia, algo que plantea la trama de su película: “Pienso que escribí una película, desarrollé una historia. No pretendo explayarme sobre cómo deberían ser las cosas, tampoco quisiera ser políticamente correcta. Imagino un universo, imagino una adolescente de Piriápolis de clase media que ayuda a su padre, que no está en una buena situación económica, como la gran parte de nuestra población. Me suena lógico, terminó las clases, no tiene mucho para hacer, ayuda al padre: no sé si está bien o mal, sé que pasa. Traté que el contexto socioeconómico que elegí para rodear a esta familia fuera cercano, conocido, popular; un lugar común con el que muchos de los espectadores latinoamericanos puedan identificarse”.

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