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Baja costura

Los textiles en la cuerda floja

El gremio denunció que en el último año sufrió cerca de 1.500 despidos y más de 3.800 suspensiones. Evalúan adelantar vacaciones de 2018.


Al borde de un ataque de nervios. La Asociación Obrera Textil (AOT) denunció que en el último año sufrió más de 3.600 suspensiones y cerca de 1.500 despidos por el cierre de una decena de establecimientos fabriles.

En efecto, así lo afirmó el secretario general de los textiles a Asociación Obrera Textil (AOT), Hugo Benítez, quien destacó que “según un relevamiento puntual que llevó a cabo la AOT en todo el país, y en 108 empresas, “en el último año la actividad textil vio cerrar varias empresas y viene sufriendo miles de suspensiones y despidos de trabajadores”.

Y agregó: “Ello sin contabilizar las reducciones de jornadas en las distintas empresas textiles y el otorgamiento de vacaciones anticipadas que fluctuaron entre 7 y 14 días, en la que se vieron involucrados más de 3.600 trabajadores”.

Acerca de los establecimientos fabriles que cerraron, Benítez señaló que “son diez en total, seis en el norte del conurbano; dos en la zona noroeste; otra en la zona del oeste bonaerense y la restante en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Así, la lista  de empresas que cerraron y despidieron a sus trabajadores incluye a “Zytex (Caba); José Garraza, Broderie Suiza, Edolan, Tassutti SRL, Textil Elotex, Galitex, Vecchi Godoy, Fábrica Argentina de Etiquetas y Sedler Hermanos (todas de Buenos Aires)”.

Benítez, que además integra el Consejo Directivo de la CGT, precisó que “los suspendidos suman en total a la fecha 3.622, mientras que los despedidos alcanzan a 1.480 trabajadores, tomando en cuenta que tenemos un padrón de 25.000 trabajadores afiliados”.

Asimismo mencionó que “de tres turnos de trabajo se bajó a dos y en varios casos a menos días trabajados por semana; fueron dadas de baja las horas extra y algunas empresas iniciaron el proceso de incorporación al programa de Recuperación Productiva (Repro-Preba), a través del cual el Estado hace un aporte de dinero para cumplir con los salarios que las empresas no pueden pagar en su totalidad”.

En este marco, Benítez señaló que “las principales causas de la crisis del sector textil se deben a varias razones, una de ellas el comportamiento en las ventas por el traslado de costos a los precios, que significaron una baja del 50 por ciento; otro que para sostener los niveles comerciales se ofertan los productos tratando de cubrir los costos de la fabricación sin márgenes de rentabilidad y una cadena de pagos muy debilitada con plazos que superan los 120 días”.

También el dirigente gremial mencionó entre las causas “el incremento de los costos; el aumento de la presencia de mercadería importada; los precios del sudeste asiático y Brasil a valores de liquidación de stocks con financiamiento de bajo costo; la caída del poder adquisitivo y una demanda decreciente sostenida, y a la acumulación de stocks de productos financieramente inviables”.

En este contexto, es de destacar que la planta textil de Alpargatas en la ciudad correntina de Bella Vista continúa con la producción reducida a la mitad, mientras que analiza la posibilidad de adelantar vacaciones correspondientes a 2018 y mantiene congelados los salarios de 480 trabajadores.

En efecto, en Bella Vista, Alpargatas produce telas para jeans y el ingreso de ese producto importado de Brasil, como de China y otros países de Asia, complicó drásticamente su situación en el mercado interno, por lo que desde hace tres meses esta planta bajó a más de la mitad sus niveles de producción.

“Acá se producía hasta 2016, un millón de kilómetros por mes de tela para pantalones, camisas y otros productos de jeans, lo que significa unos 80 telares; ahora la planta bajó a 25 o 30 telares”, señaló el titular de la Asociación Obrera Textil de Bella Vista, Roberto Vandecaveye.

Como sea, a modo de síntesis Benítez expresó que “no es sólo la actividad textil la que sufre la crisis, sino que hay gran cantidad de gremios industriales que la padecen” y mencionó entre otras al calzado, la metalúrgica, plástica e indumentaria.

En La Rioja también

Alarma en La Rioja. El parque industrial se encuentra jaqueado, sobretodo el sector textil y del calzado, por suspensiones, planes de retiro voluntario, adelantos de vacaciones y despidos. Los empresarios aseguran que no pueden afrontar el aumento de las importaciones y la caída de la demanda interna. Al final del 2016, la textil Hilado (del grupo TN Platex) despidió a 130 trabajadores, Colortex desvinculó a otros 130, Enod suspendió y Ritex adelantó vacaciones. También Puma debió apelar a las suspensiones. Raúl Garat, vicepresidente de la Unión de Industrias Riojanas (Unir), señaló que en el último año se perdieron mil empleos industriales en La Rioja.

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