Alvaro Arellano
El tercer trimestre de este año el promedio de los salarios tuvo una importante recuperación respecto del año pasado a partir de la revisión de acuerdos salariales. Pese al dato positivo, la mejora aún no es suficiente para recomponer las pérdidas de ingresos durante los últimos años. El salario real debería aumentar un 34% para equiparar el poder adquisitivo que tenían los argentinos y argentinas a fines de 2015.
El informe mensual del Mirador de la Actualidad y del Trabajo (Mate) relevó las principales variables económicas durante noviembre, donde destacaron la evolución de los salarios en el ámbito privado y público. Por su parte, los no registrados sintieron las consecuencias de una inflación que lejos de ceder, replicó el valor del mes anterior y continuó deteriorando los ingresos que no tuvieron recomposición.
Los datos aún no reflejaron el impacto total de medidas tomadas por el gobierno nacional para paliar la inflación, como el congelamiento de 1.432 productos alimenticios. Aunque desde el centro de estudios reconocieron que tanto el ancla cambiaria para contener el dólar o el congelamiento de tarifas, no fueron suficientes para contener el aumento de precios en Argentina.
En octubre (último dato actualizado), al igual que en septiembre, los precios aumentaron 3,5%. Esto ocurrió luego de un proceso de descenso paulatino de la inflación en los meses previos. La inflación interanual se mantiene por encima del 50%, en un nivel similar al de los últimos dos años del gobierno de Macri. Se trata de uno de los fenómenos que más preocupa al gobierno, ya que termina condicionando cualquier intento de expansión de la economía.
Recuperación a medias
Durante el tercer trimestre de 2021 la recuperación salarial se acercó a los niveles registrados en la etapa posterior a la asunción del Frente de Todos. El aumento promedio fue del 3,1%, quedando por detrás de ese incremento del 5,2%, durante el prólogo albertista pre pandemia.
Desde Mate estimaron que la mejora se dio producto de las constantes revisiones paritarias, nuevos acuerdos y tramos de aumentos acordados con anterioridad. El gran problema que sufren las y los trabajadores argentinos es que cualquier intento de mejora en ingresos tiene que remontar un proceso previo de pérdida constante. En otras palabras, siempre corren desde atrás.
Al revisar la evolución salarial durante el tercer trimestre, el informe expone que el sector que lidero los aumentos fue el público. El incremento real para los empleados de dicho ámbito fue del 6,8% en ese período. Significó más del doble que el aumento para los privados (3,1%), mientras que los informales sufrieron una nueva caída en su remuneración.
“Con esta evolución, tanto los trabajadores del sector público, como los empleados formales del sector privado, tienen un poder adquisitivo de su salario similar al que tenían al dejar Macri el gobierno”, señalaron desde el mirador que conduce Sergio Arelovich.
Cuánto falta recuperar
Uno de los objetivos que se propuso desde la asunción el gobierno de Alberto Fernández fue recuperar el poder de compra que el pueblo argentino supo tener. El umbral insoslayable que fijó el actual presidente fue llegar a los niveles de poder de compra que tuvo la gente en el epílogo de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Con el agravante de la crisis previa y la profundización de la pandemia, los datos aún distan del objetivo inicial. Para equiparar el poder de compra alcanzado en 2015, el conjunto de los salarios debería aumentar un 34%.
Los economistas que integran el Mirador de la Actualidad y del Trabajo calcularon lo que necesita mejorar el ingreso para cada sector para llegar a los niveles del 2015. En ese sentido, detallaron: “Los trabajadores registrados del sector privado deberían percibir un incremento real de 26%, los trabajadores estatales, un incremento del 35% y los trabajadores informales un incremento del 59%.
Empleo
Otra de las tareas que tiene por delante el gobierno nacional es posibilitar o facilitar la recuperación de todo el empleo perdido durante la gestión anterior y la profundización de ese fenómeno durante la pandemia.
Hay dos datos respecto al tema que ofrecen distintas perspectivas o lecturas: una buena y otra no tanto.
Hasta el mes de agosto, el empleo registrado total (esto incluye trabajadores formales del sector privado y del sector público, monotributistas y empleados de casas particulares) recuperó su nivel previo a la pandemia.
Se trata de medio millón de empleos perdidos que se recuperaron. Hasta ahí, los datos hablan de un equilibrio y una vuelta a foja cero respecto a diciembre de 2019. Aunque el dato no tan positivo indica que dicha recuperación fue liderada por trabajadores y trabajadoras monotributistas.
Sobre este universo hizo referencia la vocera presidencial Gabriela Cerruti. Quien anticipó que esa paridad respecto a diciembre de 2019 será superada durante septiembre. Según indicó, septiembre superó el número de trabajo registrado previo a la pandemia, y se contabilizaron 120.000 trabajadores más.
De esta forma, Cerruti destacó que en materia de empleo “no sólo se recuperó lo perdido en la pandemia, sino que empezamos la senda de recuperación de los perdidos de 2017 a 2019 con el gobierno anterior”.
Formales
Uno de los datos más específicos sobre trabajo tiene que ver con la cantidad de empleos registrados que se contabilizan. Esto habla de contrataciones formales y remuneraciones acordadas bajo convenios en el marco de la ley.
En este sector la recuperación fue muy importante hasta el comienzo de la segunda ola de contagios (marzo 2021). Desde allí se estancó la creación de empleos, pero en los últimos meses volvió a acelerarse.
El dato de agosto brindado por el observatorio Mate, indicaba que, de los 250.000 empleos perdidos, se habían recuperado sólo la mitad. Se espera que en paralelo a la recuperación económica, el sector privado continúe su expansión y termine el 2021 un poco más cerca de los niveles de contratación precios a la pandemia.
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