Sociedad

Salud

Los primeros 1.000 días: ¿por qué son tan importantes?

Tras la decisión del Presidente de enviar al Congreso el proyecto de ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud Durante el Embarazo y la Primera Infancia, Data Clave dialogó con tres profesionales sobre el rol clave que juega esta etapa


Por: Luciana Ekdesman / Dataclave.com.ar 

El presidente Alberto Fernández envió el martes al Congreso el proyecto de ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud Durante el Embarazo y la Primera Infancia, que contempla el Programa de los 1000 días, para su tratamiento.

“Estos programas son importante porque haciendo un cuidado integral de la embarazada y de ese niño en crecimiento intraútero, más el cuidado durante los primeros dos años de vida, estás cuidando el capital biológico de una sociedad”, explicó la Dra. Débora Sabatelli (MN 83955), médica neonatóloga del Hospital Fernández, coordinadora de neonatologia del Sanatorio Mater Dei y Secretaria de Subcomisión DOHaD de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Los primeros 1000 días son claves para la salud. Contemplan los 270 días de embarazo, más los dos primeros años de los niños (365 + 365).

La Dra. Sabatelli contó que una de las pioneras en promover este tipo de iniciativas fue Melinda Gates, a través de la fundación de Bill Gates. “Son una manera de cuidar a la población adulta, porque las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión, el cáncer, las enfermedades alérgicas, muchas tienen un origen prenatal, por las exposiciones, ya sea a la mala nutrición, al tabaco, a las drogas de abuso o al alcohol”, señaló la neonatóloga.

El proyecto impulsado por Fernández suma y amplía beneficios para las embarazadas y los pequeños. Entre los puntos más relevantes, la propuesta establece el pago de una suma de dinero por hijo de hasta tres años y extiende el pago de la Asignación Universal por Embarazo a nueve meses.

El Dr. Luciano Guido Vizcay (MN 90295), médico del Departamento de Pediatría y Presidente de la Asociación Médica del Hospital Alemán destacó: “La nutrición en los primeros 1000 días del bebé es la clave esencial para lograr un adulto sano. Es importante saber que los trastornos de nutrientes que ocurren tanto en la gestación, como en los dos primeros años de vida, aumentan la morbimortalidad en estos niños”.

Alberto Arribas (Mat. 286), especialista en nutrición materno infantil del staff de CRENYF, resaltó que durante este período, los niños y niñas crecen más que el resto de su vida, forman los órganos y tejidos del cuerpo y desarrollan hasta el 80% de su cerebro. “Es por esto que se establecen las bases de la salud y de las capacidades que les permitirán tener éxito en los estudios, participar en sus comunidades constructivamente y ser productivos en la vida adulta”, argumentó el nutricionista.

Además, comentó que en ese lapso de tiempo, los genes se encuentran abiertos para leer señales del medio ambiente (tanto positivas como negativas). “Cuando el entorno no es saludable, los daños que se generen durante estos días tendrán consecuencias irreversibles en el individuo, por lo que la prevención es fundamental. El cuidado integral de la salud cobra sentido como un ‘seguro’ para el logro de una vida saludable y como garante de los Derechos de los niños y niñas”, advirtió el Lic. Arribas.

La nutrición de la embarazada

La salud de la madre gestante condiciona la salud del bebé de por vida. Por eso, es fundamental la adecuada nutrición durante este período.

“Cuidando bien la alimentación de la embarazada, ya sea la desnutrición o sobrenutrición, estás evitando las enfermedades del adulto. Si vos cuidás bien a la embarazada y al niño en los dos primeros años de vida, ese niño va a ser un adulto saludable que va a ser productivo para el país”, dijo la Dra. Sabatelli.

Además puntualizó: “La nutrición es la exposición que produce más estrés en el cuerpo, porque hay tantos nutrientes que uno tiene que tener en el depósito para poder pasárselos a través de la placenta al niño que está en gestación”.

La médica enumeró algunos de los nutrientes fundamentales de los que no debe carecer la embarazada: proteínas, “porque el cerebro fetal tiene mucha cantidad”, grasas saludables (omega3 y omega6) que “generan el desarrollo del cerebro” y adecuado aporte de iodo “para evitar que tenga hipotiroidismo o enfermedades por falta de iodo”. El ácido fólico también es necesario para “evitar enfermedades del tubo neural” y el zinc “para el desarrollo del cerebro fetal”.

“Un punto importante es prevenir la anemia por déficit de hierro, que es un componente que no solo sirve para la formación de glóbulos rojos, sino que tiene un efecto en el cerebro en formación, en etapas tempranas del embarazo, donde actúa evitando trastornos en las interconexiones neuronales y trastornos neurocognitivos, de memoria y de atención”, afirmó la Dra. Sabatelli.

El rol de leche materna

Los primeros dos años de vida son una ventana de oportunidad donde se pueden generar cambios en la alimentación y el niño puede corregir su dieta y muchos problemas se pueden revertir o evitar. Los tres profesionales de la salud coincidieron en que la leche materna es el mejor alimento para los niños durante los primeros años.

La Dra. Sabatelli indicó que “la lactancia es barata” y que es imprescindible “generar políticas para que la mujer puede amamantar”. Además, consideró que “si la madre no tiene una buena nutrición va a ser escasa su calidad en la leche”.

El Dr. Vizcay señaló que “la leche materna es el alimento único e imprescindible” que suministra todos los nutrientes que favorecen un crecimiento adecuado en la edad temprana. “Posteriormente, la incorporación de semi sólidos y sólidos, según las pautas de alimentación, refuerzan dicho crecimiento físico y neurológico”, dijo el Dr. Vizcay y aclaró que el ejemplo de la leche exclusiva ayuda a disminuir el riego de diarrea, otitis media, neumonía, diabetes y alergia alimentaria.

El Lic. Arribas sostuvo: “Por los innumerables beneficios que brinda en el corto y largo plazo, se recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continuar con la misma junto con alimentos complementarios hasta que la madre y el niño lo decidan”.

En cuanto a la alimentación complementaria, el especialista en nutrición hizo hincapié no solo a la “variedad de alimentos”, sino también en la “compañía, miradas amorosas y afectivas, paciencia, amor y respeto durante el momento de las comidas”.

“La variedad de alimentos contempla carnes (vaca. pollo, pescado, cerdo) y huevo, frutas y verduras de todo tipo y color (incorporando las de hoja recién a partir del noveno mes), cereales y legumbres, aceite y grasas saludables. La leche, yogur y queso serán incorporados si los niños y niñas no reciben lactancia materna”, detalló el Lic. Arribas.

Fundamental: controles de salud

No solo la nutrición es importante durante toda esta etapa; también debe ir acompañada de controles de salud adecuados, tanto de la embarazada como de los niños, y evitar la exposición a otras patologías o tóxicos ambientales.

“Es importante la acción de los pediatras y asistir a los controles, para promover dicho esquemas de alimentación en los primeros 1000 días, ayudando a disminuir trastornos y desequilibrios de la etapa sensible de la primera infancia”, sostuvo el Dr. Vizcay.

La Dra. Sabatelli explicó que en los controles de salud se pesquisan un montón de cosas, como violencia de género en la casa, si el padre no tiene trabajo, si el padre es alcohólico, etc. “Los controles de salud en esos dos años detectan un montón de vulnerabilidad social. Es importante que estos programas brinden información a la población”, recomendó la neonatóloga.

Comentarios