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Los piojitos copan Rosario

Por Laura Hintze.- La previa fue un éxito y se prevé que hoy se multiplique. Hay numerosas propuestas para el Día del Niño en los centros municipales de distrito, y también en entidades sociales y comunitarias. Y chocolatadas. Día del Niño: las ventas en todo el país crecieron un 8,7% Día del Niño con sol y mucho frío

La previa al Día del Niño fue una verdadera fiesta, tan grande y colorida que entusiasma pensar las dimensiones que tendrán los festejos de hoy. Gorros de cotillón, caras pintadas, bombos, redoblantes, banderines y mucho baile, fueron los protagonistas de la jornada de ayer en diferentes puntos de la ciudad. Así, los barrios más periféricos y también el centro de la ciudad, comenzaron con los festejos de un día consagrado, según dictó la Asamblea General de las Naciones Unidas, “a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo, y destinado a actividades para la promoción del bienestar y de los derechos de los niños”.

Organizaciones sociales, la propia Municipalidad y un grupo de “exploradores” franceses, fueron los encargados de hacer al niño y niña protagonistas de este fin de semana.

“La fiesta del niño es un buen momento para hacer unas cosas importantes”, trató de explicar, mitad en castellano, mitad en francés, Thomas Prevost, de 23 años. Él es el “repondant”, una especie de “responsable” y “coordinador”, de un grupo de once scouts franceses que se han acercado a la Argentina a llevar adelante proyectos solidarios. Si bien su punto de trabajo es Buenos Aires, este fin de semana se tomaron un tren a Rosario para venir a pintar murales y dar talleres de murga, enfocándose en la integración de los chicos discapacitados. Thomas y Claire, ella de 17 años, encargada de “la comunicación”, dijeron estar impresionados por el río. “Muy impresionante, ¡no puede ser que esto sea un río y no el océano!”, exclamó Thomas.

Tras haberse pintado las caras y repartir gorros de cotillón por el parque, los once franceses dieron comienzo a la jornada. Encabezados por un bombo, detrás del que iba Thomas tocando el redoblante, un tren internacional comenzó a bailar alrededor del parque. Se habían ubicado prácticamente al lado de los galpones del Centro de la Juventud, y con el río y el sol de fondo, la jornada no podría haberles salido mejor. Así, fueron cada vez más los que se sumaron a bailar, a pintar pequeños murales y a pintarse entre ellos. Afortunadamente, la jornada para los niños y niñas estuvo abierta a los pequeños infantes que los jóvenes y adultos que se animaron a participar llevan adentro.

En los barrios, las cosas fueron de la misma manera. Payasos, teatro, baile, murga, regaetton, chocolatada y juguetes aparecieron para comenzar con las celebraciones. La Maternidad Martin, la Plaza de la Infancia (Servando Bayo y Godoy), el barrio La Sexta y Nuevo Alberdi, fueron algunos lugares que pintaron un clima diferente. Cabe destacar: el arte para todos y en sus diversas manifestaciones fue la principal herramienta para divertirse, y bien lo expresaron los franceses: “Es una manera de comunicación con la que no necesitamos hablar. Comunicamos con la música, la pintura, el baile. Y lo elegimos porque pensamos que con el arte se puede cambiar la vida”.

En 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño, cada país en la fecha que estimara conveniente. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió festejar el 20 de noviembre, en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Mientras, en la Argentina se celebra el segundo domingo de cada vez. Este año fue la excepción, ya que coincidió con las elecciones primarias, por lo que el Día del Niño se conmemorará hoy.

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