Un raid de robo dramático, de barrio Belgrano hasta Empalme Graneros, sucedió en la tarde de este miércoles en Rosario. Poco después de que un hombre y una mujer bajaran de su auto para hacer compras, cuatro personas, una de ellas menor, les robaron el vehículo en el que habían dejado a su pequeño hijo y escaparon. Al darse cuenta de que estaba el niño, lo bajaron a las dos cuadras y siguieron la huida. Tras la denuncia, se desplegó un amplio operativo policial con unos 14 móviles al cabo del cual, y a unas 20 cuadras, quedaron detenidos los sindicados ladrones.
La pareja estacionó su Volkswagen Gol gris en Provincias Unidas y San Lorenzo a las 19.30. Bajaron dejando el auto en marcha con su hijo de cinco años dentro y entonces aprocechó el cuarteto para robarlo.
Los ladrones se percataron que dentro del vehículo estaba el pequeño, y decidieron dejarlo, sano y salvo, a unas dos cuadras del sitio del robo. Una mujer que pasaba por el lugar asistió al menor, de nombre Ramiro, y lo llevó con sus padres, que a esa altura estaban desesperados buscando el vehículo.
Los cuatro descartaron en el escape algunos objetos que estaban en el Gol, como la cartera de la madre. La mujer fue quien dio aviso del episodio al 911, y a partir de ahí comenzó el operativo policial para dar con los ladrones, que según fuentes policiales incluyó una persecusión con disparos de balas de goma.
El cuarteto que iba en el vehículo robado terminó finalmente detenido a unos dos kilómetros del robo, en La República y Cabal, barrio Empalme Graneros. Fue tras un raíd en el que según testigos uno de los patrulleros golpeó reiteradamente con su trompa la parte trasera del Gol para conseguir que se detuviera.
El jefe de la Unidad Regional II de Policía, Daniel Acosta, informó que uno de los sospechosos apresados era menor de edad y que el resto tenían “entre 25 y 32 años”. El oficial agregó que no se encontró ningún arma al momento de la detención. Lo que secuestraron fue un inhibidor de alarmas y un dispositivo tipo ganzúa. Con el correr de las horas, la Justicia determinó que el adolescente demorado no tenía relación con el hecho y recuperó la libertad.
“Fue un segundo. No sé de donde salieron. Nos los vi llegar. No los vimos”, relató Mauricio, el padre del pequeño, para cuyo cumpleaños habían ido a comprar algunas cosas.
“Me entró la desesperación, empecé a los gritos, a correr para todos lados, no sabía qué hacer”, agregó el hombre a medios televisivos que se acercaron a cubrir el hecho.
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