Economía

Datos, no opinión

Los números de empleo superan cifras de los últimos cinco años y respaldan la reactivación económica

Durante el tercer trimestre 2021 no sólo el desempleo fue el más bajo en años, sino que la tasa de empleo y actividad se ubicaron entre los mejores registros en el último lustro. Crecimiento del trabajo asalariado y una inédita recuperación de trabajo femenino mejoraron índices del mercado laboral


Los datos oficiales del mercado de trabajo en Argentina siempre dejan una segunda lectura y este último caso no fue la excepción. Durante el tercer trimestre de 2021 el desempleo tuvo un importante recorte, cayendo a niveles de 2017, y si se quiere encontrar un dato más bajo sobre el mismo período, hay que remontarse a 2015. Pero, ¿qué explica este fenómeno?

La reactivación económica pospandemia que promocionó una y otra vez el gobierno nacional, dejó de ser una herramienta de campaña y se materializó con el respaldo de las cifras. Los números del mercado laboral ya no solo superan los magros registros de la pandemia, sino que reafirman un mejor desempeño mejorando los datos de, por lo menos, los últimos cinco años.

En el análisis profundo hay más de un indicio auspicioso relacionado a la composición de empleo, género o franjas etarias, pero la mejora puede empezar a  analizarse por los datos más superficiales. No solo el desempleo es el más bajo en años, sino que la tasa de empleo y actividad se ubican entre los mejores registros de los últimos cinco años.

La Tasa de Actividad es una variable imprescindible para medir con certeza el nivel de desocupación. Se trata del porcentaje entre la población económicamente activa (ocupados y desocupados disponibles para trabajar) y la población total de referencia, y que durante la pandemia se vio alterada producto de las restricciones.

Durante el año pasado, este diario expuso esa situación, que quedó de manifiesto tras los datos del segundo trimestre. En aquel entonces aún se sentía lo más duro del impacto pandémico, aunque el dato de desempleo a nivel nacional (13,1%) no terminaba de expresar todo el panorama. Es que en ese momento, hubo una masiva retirada de gente del mercado laboral, personas desocupadas que desistieron de la búsqueda por la pandemia.

Para la Encuesta Permanente de Hogares, quienes no tienen un empleo y están en la búsqueda, son desempleados. En cambio, quienes no lo tienen, pero tampoco lo demandan, no se consideran desempleados. En este sentido influye la Tasa de Actividad.

Consecuencias de la anormalidad que provocó la pandemia, no solo en términos sociales sino también económicos. Actualmente las variables de actividad recobraron algo más parecido a la normalidad, un registro que permite una comparativa un poco más justa y que de hecho avala una mejora real en términos de empleo en Argentina.

Datos

La estabilización de variables le dan validez a la comparación respecto a años previos. Este tercer trimestre la Tasa de Desocupación (TD) bajó al 8,2%, con el insoslayable dato de que la Tasa de Actividad (TA) se ubicó en 46,7% y la de empleo (TE) llegó al 42,9%.

En los últimos cinco años, esa TA fue solo superada por un punto porcentual en el segundo trimestre de 2019 (47,7%), pero en aquel entonces el empleo llegó al 42,6% y la desocupación fue del 10,6%.

Un mayor volumen de actividad, abre la posibilidad a que haya más personas en la búsqueda laboral y por ende, crezca el nivel de desempleo. En este tercer trimestre, se dio que la TA creció y la TD se achicó. Es decir que hubo más argentinos y argentinas con la posibilidad de incorporarse al mercado laboral y efectivamente lo hicieron.

De hecho, el nivel de empleo (42,9%) también fue el tercer mejor registro en los últimos cinco años. Apenas superado por el 43% que se publicó en el cuarto trimestre de 2017 y de 2019.

El análisis detallado respalda la evolución sostenida desde el segundo trimestre de 2020, que apenas se amesetó en los últimos dos, pero ahora volvió a dar signos positivos.

La mejora en el empleo se dio a partir de un registro del trabajo asalariado registrado, apenas superado por datos del primer trimestre de 2018. También por la incorporación de no asalariados (donde hay un gran número de cuentapropistas), y en último orden por el aumento de asalariados no registrados.

Elaborado por Daniel Schteingart

 

Quizás lo más cuestionable en este caso pueda ser que el crecimiento más pronunciado en los últimos trimestres se está dando en el trabajo informal. Esto también responde a la reincorporación progresiva al mercado (formal e informal) de quienes perdieron su trabajo durante la pandemia.

Mujeres

Por último, un dato que en lo estadístico se podría considerar sin precedentes y que evidentemente también colaboró para robustecer los índices de empleo. En la comparación, la recuperación de trabajo fue mayormente femenina y según el economista y analista Daniel Schteingart, fue “la más alta desde que hay Encuesta Permanente de Hogares”.

El crecimiento de la Tasa de Empleo se presentó con mayor intensidad entre las mujeres. En el tercer trimestre del año alcanzó el 45,9%, 2,5 p.p. sobre el trimestre anterior (43,4%); y 6,5 p.p. respecto del mismo trimestre del año pasado (39,4%).

Si bien el nivel sigue estando por debajo del de los varones (63,7%), se destaca la recuperación de 6.5 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado, ya que habitualmente referimos a las mujeres más jóvenes como la franja más castigada por la desocupación.

Para ratificar esa tendencia, la Tasa de Desempleo entre mujeres de 14 a 29 años mostró una destacable performance: se ubicó en 18,0%, 4,4 p.p. por debajo del trimestre anterior (22,4%); y 5,1 p.p. por debajo del mismo trimestre del año pasado (23,1%).

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